Luego de que el Consejo de Estado anulara el acuerdo en el que se designó a Darling Guevara como rectora de la Universidad Popular del Cesar para el periodo 2019-2023, la  profesional en instrumentalización quirúrgica decidió continuar con su aspiración a la alta dirección de la UPC, por lo que en entrevista con EL PILÓN, la candidata manifestó que en el último año este centro educativo ha entrado en un “retroceso” y que a pesar de tener  a un rector encargado se pudieron hacer ‘gestiones importantes’. 

¿Qué la motiva a ser candidata a la rectoría de la Universidad Popular del Cesar? 

Me motivan muchas cosas, por ejemplo, aportar a la región por medio de la educación superior para que este departamento cada vez surja más en sus procesos de desarrollo. También me motiva sacar a la universidad adelante, con unos procesos de exigencia, más la articulación de lo financiero con lo académico y lo administrativo. 

¿Qué diferencias hay entre la UPC del 2019 y los procesos del 2022? 

En el 2019 hicimos un plan de acción para el proceso de acreditación de la Universidad Popular del Cesar, para eso trabajamos con los decanos, directores de departamentos y el Consejo Académico para analizar cuáles eran los planes de mejoramiento que había que cumplir. También iniciamos la regionalización de la UPC para fortalecer a las sedes de La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, y quedó iniciado el proceso del concurso docente pero por la pandemia eso quedó ahí. 

Me da mucha pena decir esto pero en la actualidad ninguna de esas iniciativas se ha concretado, sino que más bien perdimos el registro calificado de los programas de Microbiología y Matemáticas; tampoco se ha acreditado la Ingeniería de Agro, lo que quiere decir que vamos en retroceso, porque era para que tuviéramos más programas certificados por el Ministerio de Educación Nacional. 

¿Cree que en este periodo de rectoría en encargo, se pudieron mejorar esos aspectos? 

Claro que sí. El hecho de que el rector sea encargado no significa que él no pueda trabajar, hay unas funciones que cumplir y que en términos generales se trata de mejorar la calidad educativa de la Universidad Popular del Cesar, por eso, no entiendo como después de 16 meses las cosas están peores. 

Con los pocos recursos que tiene la UPC, ¿qué mejoras se pudieron hacer en este último año? 

Por lo menos, tener el camino para la acreditación, adecuar algunos laboratorios, poner en marcha el centro de idiomas, mejorar la sede de Aguachica que hoy está abandonada, aunque el gobierno departamental está haciendo una gran inversión…

En su propuesta ‘Convergencia académica, la UPC es de todos’, usted asegura que para lograr la acreditación institucional buscará consolidar un sistema de autorregulación y autoevaluación para el seguimiento de este objetivo, pero explíquenos un poco más sobre eso… 

Los procesos hay que medirlos para conocer los indicadores de la gestión y así poder regularlos y evaluarlos. De esa manera es posible saber si estamos por buen camino o si vamos mal y en qué aspectos debemos mejorar. Cuando se tiene conocimiento de las debilidades se pueden subsanar o corregir los procedimientos que se desarrollan al interior de la universidad. 

¿Qué aspecto considera que la diferencia de los demás candidatos a la rectoría de la UPC? 

Diferencias: muchas, pero cada quien tiene sus potencialidades. En mi caso, tengo ganas de trabajar con transparencia y el principio de moralidad. Además, tengo la experiencia para administrar los recursos de la universidad y llevarla a los estándares que requiere. 

Por último, ¿qué opina del cese de actividades que se ha presentado este año? 

Los estudiantes y los profesores tienen el derecho constitucional de protestar por mejores condiciones de la universidad, cuyo entorno hoy no es el mejor. El paro se justifica debido a que no hay aire acondicionado en las aulas, porque no los arreglan, hay muchos pupitres en mal estado y a gran parte de los docentes no les han pagado. 

POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN. 

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