La inseguridad en el barrio Dangond ha llegado a tal punto que según el párroco del sector, el número de feligreses ha disminuido porque temen ser atracados camino a la iglesia.
El Dangond es un barrio estrato tres de la comuna cuatro de Valledupar. Sus cerca de tres mil habitantes se dedican a diferentes actividades económicas; algunos son empleados, otros tienen negocios en sus residencias como salones de belleza, salas de internet, tiendas, gimnasios y lavanderías, entre otros.
Pese a encontrarse priorizado por la Policía en el sistema de vigilancia por cuadrantes, los atracos callejeros por parte de motorizados son el pan de cada día. Allí, los moradores sienten que son presa fácil de los delincuentes.
La mayoría de personas que residen en este sector es católica, pero su fe está siendo puesta a prueba por la delincuencia. Según el párroco de la Iglesia Inmaculado Corazón de María, José Enrique Muñoz, a los feligreses les da temor ir a la eucaristía.
“La gente ya no llega con tranquilidad si no que está pendiente de que no los vayan a robar. Me dicen: padre me tengo que ir porque me pueden robar”, denunció el religioso.
De igual forma advirtió que los servicios dominicales de la mañana son los más arriesgados para los devotos habitantes del Dangond y de barrios vecinos.
“Los domingos, a las 6:00 de la mañana, tenemos un servicio, pero la gente está llegando a las 5:30 y a esa hora los ladrones ya están listos, a esa hora los han robado. Ya saben a qué hora llegan y a qué hora salen del templo”, aseveró el sacerdote que durante los últimos tres años ha estado a cargo de la parroquia.
El sacerdote dijo que ante los tiempos difíciles por lo que atraviesa el barrio Dangond y toda Valledupar por cuenta de la inseguridad, la ciudadanía debe buscar más de Dios.
“Si la gente se convierte y cree en Dios entonces acabaremos con los ladrones sin matar a nadie, ni meter en la cárcel a nadie, porque no hay necesidad si la gente se convierte de corazón y aprende a ser honesta, correcta, honrada y transparente”, explicó, sin desconocer que además de la ayuda divina se deben tener en cuenta las ayudas terrenales, como lo hace él en la casa cural.
Un avanzado sistema de sensores de movimiento en cada una de las salas y corredores, alarma, rejas para controlar la entrada y salida de personal, hacen parte de las medidas de seguridad con que cuenta el área administrativa de la parroquia. Sin embargo, la protección no ha sido suficiente para contener a los dueños de lo ajeno, que hace seis meses se metieron por el techo y lograron llevarse varios micrófonos del equipo de sonido.
Los grupos juveniles de esta iglesia también están afectados porque a los padres de familia les da miedo dejar que sus hijos asistan al templo durante la noche.
“Todo el mundo está en la misma zozobra, a los jóvenes cuando pasamos de 8:30 de la noche, hay que llevarlos a sus casas en el carro”, acotó el líder espiritual.
Ante el oscuro panorama, hay gente que prefiere quedarse a orar en sus casas, donde las rejas en las terrazas son cada vez más comunes junto a cámaras de video como medida de autoprotección.
“A las 6:00 de la tarde, este es un barrio fantasma, la gente se está enrejando y eso también nos está matando, la indiferencia de lo que pasa con el otro, porque vemos a los delincuentes y no denunciamos”, manifestó Marcelina Fragoso Romero, edil de la comuna.
Así las cosas, el padre José Enrique sigue elevando plegarias a los santos para que la Policía haga mejor su trabajo y que los delincuentes se arrepientan de las fechorías como lo dice una cita de las Sagradas Escrituras. Efesios 4:28- El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Antecedentes de mayor gravedad
*El miércoles 26 de noviembre, Luis Enrique Daza Carrillo, de 42 años y su esposa Maribel Saavedra, de 34, resultaron heridos luego de enfrentarse a tiros con atracadores en las afueras de su residencia en la calle 16B con carrera 19D.
*El domingo 7 de diciembre, Avis Milex Villalobos Bermúdez, de 33 años, fue asesinada por un atracador en motocicleta, que le disparó cuando salía de una lavandería ubicada en la transversal 21 con calle 16D del barrio Dangond. Este último caso agotó la paciencia de un grupo de ciudadanos que el próximo 17 de diciembre realizarán plantones en la plazoleta de la Gobernación del Cesar y en la Alcaldía de Valledupar. Ubicarán 16 cruces correspondientes a igual número de personas que este año han sido asesinadas durante atracos en la capital cesarense.
Cuadrante
La seguridad del barrio Dangond está incluida en el cuadrante nueve de la Policía junto a los barrio Los Caciques y San Marino, a cargo del Centro de Atención Inmediata, CAI, Sabanas del Valle. El cuadrante nueve abarca la zona antes mencionada con los siguientes límites: Al norte calle 16 o avenida La Popa, al sur diagonal 21 o avenida Fundación, al este con la diagonal 19 y al oeste con carrera 22. La ciudadanía puede contactar a cualquier hora a la patrulla de la Policía encargada del sector a través del celular 3015187428.
“A partir del 16 de diciembre que lleguen los cien hombres vamos a focalizar esfuerzos hacia este y otros cuadrantes que necesitamos reforzar”, explicó el comandante (e) de la Estación de Policía Valledupar, mayor Juan Torres.
Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN
La inseguridad en el barrio Dangond ha llegado a tal punto que según el párroco del sector, el número de feligreses ha disminuido porque temen ser atracados camino a la iglesia.
El Dangond es un barrio estrato tres de la comuna cuatro de Valledupar. Sus cerca de tres mil habitantes se dedican a diferentes actividades económicas; algunos son empleados, otros tienen negocios en sus residencias como salones de belleza, salas de internet, tiendas, gimnasios y lavanderías, entre otros.
Pese a encontrarse priorizado por la Policía en el sistema de vigilancia por cuadrantes, los atracos callejeros por parte de motorizados son el pan de cada día. Allí, los moradores sienten que son presa fácil de los delincuentes.
La mayoría de personas que residen en este sector es católica, pero su fe está siendo puesta a prueba por la delincuencia. Según el párroco de la Iglesia Inmaculado Corazón de María, José Enrique Muñoz, a los feligreses les da temor ir a la eucaristía.
“La gente ya no llega con tranquilidad si no que está pendiente de que no los vayan a robar. Me dicen: padre me tengo que ir porque me pueden robar”, denunció el religioso.
De igual forma advirtió que los servicios dominicales de la mañana son los más arriesgados para los devotos habitantes del Dangond y de barrios vecinos.
“Los domingos, a las 6:00 de la mañana, tenemos un servicio, pero la gente está llegando a las 5:30 y a esa hora los ladrones ya están listos, a esa hora los han robado. Ya saben a qué hora llegan y a qué hora salen del templo”, aseveró el sacerdote que durante los últimos tres años ha estado a cargo de la parroquia.
El sacerdote dijo que ante los tiempos difíciles por lo que atraviesa el barrio Dangond y toda Valledupar por cuenta de la inseguridad, la ciudadanía debe buscar más de Dios.
“Si la gente se convierte y cree en Dios entonces acabaremos con los ladrones sin matar a nadie, ni meter en la cárcel a nadie, porque no hay necesidad si la gente se convierte de corazón y aprende a ser honesta, correcta, honrada y transparente”, explicó, sin desconocer que además de la ayuda divina se deben tener en cuenta las ayudas terrenales, como lo hace él en la casa cural.
Un avanzado sistema de sensores de movimiento en cada una de las salas y corredores, alarma, rejas para controlar la entrada y salida de personal, hacen parte de las medidas de seguridad con que cuenta el área administrativa de la parroquia. Sin embargo, la protección no ha sido suficiente para contener a los dueños de lo ajeno, que hace seis meses se metieron por el techo y lograron llevarse varios micrófonos del equipo de sonido.
Los grupos juveniles de esta iglesia también están afectados porque a los padres de familia les da miedo dejar que sus hijos asistan al templo durante la noche.
“Todo el mundo está en la misma zozobra, a los jóvenes cuando pasamos de 8:30 de la noche, hay que llevarlos a sus casas en el carro”, acotó el líder espiritual.
Ante el oscuro panorama, hay gente que prefiere quedarse a orar en sus casas, donde las rejas en las terrazas son cada vez más comunes junto a cámaras de video como medida de autoprotección.
“A las 6:00 de la tarde, este es un barrio fantasma, la gente se está enrejando y eso también nos está matando, la indiferencia de lo que pasa con el otro, porque vemos a los delincuentes y no denunciamos”, manifestó Marcelina Fragoso Romero, edil de la comuna.
Así las cosas, el padre José Enrique sigue elevando plegarias a los santos para que la Policía haga mejor su trabajo y que los delincuentes se arrepientan de las fechorías como lo dice una cita de las Sagradas Escrituras. Efesios 4:28- El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Antecedentes de mayor gravedad
*El miércoles 26 de noviembre, Luis Enrique Daza Carrillo, de 42 años y su esposa Maribel Saavedra, de 34, resultaron heridos luego de enfrentarse a tiros con atracadores en las afueras de su residencia en la calle 16B con carrera 19D.
*El domingo 7 de diciembre, Avis Milex Villalobos Bermúdez, de 33 años, fue asesinada por un atracador en motocicleta, que le disparó cuando salía de una lavandería ubicada en la transversal 21 con calle 16D del barrio Dangond. Este último caso agotó la paciencia de un grupo de ciudadanos que el próximo 17 de diciembre realizarán plantones en la plazoleta de la Gobernación del Cesar y en la Alcaldía de Valledupar. Ubicarán 16 cruces correspondientes a igual número de personas que este año han sido asesinadas durante atracos en la capital cesarense.
Cuadrante
La seguridad del barrio Dangond está incluida en el cuadrante nueve de la Policía junto a los barrio Los Caciques y San Marino, a cargo del Centro de Atención Inmediata, CAI, Sabanas del Valle. El cuadrante nueve abarca la zona antes mencionada con los siguientes límites: Al norte calle 16 o avenida La Popa, al sur diagonal 21 o avenida Fundación, al este con la diagonal 19 y al oeste con carrera 22. La ciudadanía puede contactar a cualquier hora a la patrulla de la Policía encargada del sector a través del celular 3015187428.
“A partir del 16 de diciembre que lleguen los cien hombres vamos a focalizar esfuerzos hacia este y otros cuadrantes que necesitamos reforzar”, explicó el comandante (e) de la Estación de Policía Valledupar, mayor Juan Torres.
Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN