A pesar que Medicina Legal será la entidad que determine las causas de la muerte del cuerpo hallado en cercanía del río Guatapurí de Valledupar la tarde del reciente jueves, se conoció que presenta señales de tortura. 

“El occiso se encontró sobre el suelo en arena, en zona boscosa; además, se nota que estaba atado de piernas y brazos con una cuerda, poseía bermuda, camiseta y medias tobilleras. Se evidencia el tronco con sus extremidades superiores e inferiores y la cabeza en avanzado deterioro”, indicó una fuente ligada al caso. 

Las autoridades observaron que, al parecer, la zona conocida como el parque ‘Amor Amor’, ubicada a unos cuantos pasos del río Guatapurí, donde estaba el cadáver, fue incinerada.  

De igual manera, encontraron una tarjeta de crédito del almacén Éxito a nombre de Manuel Antonio Botello Riatiaga, desaparecido hace 18 días. También dos familiares de Botello se acercaron, encontrando similitud del cuerpo a él por los zapatos. No obstante, la identidad la confirmará Medicina Legal mediante una prueba de ADN o dactiloscopia.  

La última vez que los familiares vieron a Botello Riatiaga fue el pasado 26 de julio. Ese día salió en carro de su vivienda ubicada en el barrio Los Fundadores para realizar unas diligencias. 

“Él salió solo, pero tuvo que haberse encontrado con alguien, algún particular en un punto de la ciudad porque él a la fuerza no iba a salir. Algunos de los familiares tenemos la idea de que pudo ser engañado. El vehículo no aparece, tuvieron que llevarlo a los lados de La Guajira o Venezuela”, manifestó un primo de la víctima. 

Aunque inicialmente  se descartaba el robo del vehículo como hipótesis de la desaparición de Botello, esa ahora tomó fuerza y se sumó a las indagaciones que tratan de establecer si detrás de todo están unas personas extranjeras a las que Botello les arrendó unas piezas en su vivienda. 

De confirmarse que se trató de un homicidio, ascenderían a 64 los crímenes cometidos en Valledupar en lo corrido del año.