EL PILÓN conoció que hay varios cuestionamientos y oficios radicados en contra de este proceso, específicamente hechas por el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’.
La semana pasada, el SIVA adjudicó el contrato para intervenir las intersecciones de las glorietas María Mulata y Los Gallos de Valledupar, dos zonas en las que todos los días hay trancones.
La licitación de $7.796 millones fue entregada al ‘Consorcio Los Gallos’, representado legalmente por José Martín Acosta Soto. Este consorcio está integrado por Inversiones Taico S.A.S, representada por el mismo José Martín Acosta, y JASHE S.A.S, representada por Javier Darío Monsalvo Bolívar. Ambos son contratistas recurrentes y cercanos a la Gobernación del Cesar, controlada por la familia Monsalvo Gnecco.
EL PILÓN conoció que hay varios cuestionamientos y oficios radicados en contra de este proceso, específicamente hechas por el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’, quienes en varias observaciones aseguraron que fueron excluidos de forma irregular del contrato.
En los oficios que están en el Secop II, los contratistas dejan el antecedente de lo que consideran fue un acto irregular. Y es que el comité evaluador del SIVA los excluyó aduciendo que no cumplían con la experiencia específica.
“Nótese como ante la exigencia de acreditar experiencia en construcción o mejoramiento o rehabilitación de vías urbanas que contengan pavimento asfáltico, estamos cumpliendo y sobre todo en cuanto a la segunda condición, relativa a que en dicho contrato se haya incluido la intervención de redes de servicios públicos, tenemos acreditada la ejecución de obras en redes hidráulicas y eléctricas, tal y como lo demuestra la constancia certificada por el secretario de infraestructura y valorización del departamento del Valle de Cauca”, señalaron los contratistas caleños a través de un oficio.
No obstante, el SIVA no aceptó la respuesta a las observaciones y fueron excluidos. Por eso, argumentaron que estaban violando su derecho a la libre participación.
“Nosotros estamos cumpliendo en debida forma con el requisito y estimar como lo pretende el informe de evaluación dado a conocer por la entidad, que no estamos cumpliendo con la condición, ocasiona una lesión a nuestro derecho de postulación, al debido proceso y al principio deber de selección objetiva”, agregaron.
Incluso, durante el proceso lanzaron una advertencia a la gerente del SIVA, Katrizza Morelli, para que se apartara de lo establecido por el comité evaluador. “En caso de no acceder a esta respetuosa solicitud, comedidamente solicitamos soportar la decisión del comité evaluador y trasladar esta comunicación a la doctora Katrizza Morelli Aroca, gerente general y representante legal de la entidad para que en los términos del ley se separe de la recomendación que le hace el comité y proceda en derecho a habilitar nuestra oferta, so pena de incurrir en falta gravísima, desconocimientos del pliego de condiciones y de los principios de transparencia”.
El punto llamativo es que el encargado de firmar el contrato por parte del SIVA no fue la gerente Katrizza Morelli, sino Luis Gabriel Rivera, quien hizo de gerente suplente. El oficio también fue radicado ante la Secretaría de Transparencia de Presidencia, Procuraduría General y el Ministerio de Transporte.
Pero, ¿quiénes integran el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’? El consorcio está representado legalmente por Christian Camilo Moreno, quien es un megacontratista en el departamento del Valle del Cauca.
El consorcio ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’ está integrado por Christian Camilo Moreno, quien aporta el 90 %, y Esdras MD Ingeniería, con el 10 %. Según una fuente consultada por EL PILÓN, desde la empresa consideran que fueron excluidos de forma irregular “porque no estaban invitados ni los esperaban en el baile”.
EL PILÓN conoció que hay varios cuestionamientos y oficios radicados en contra de este proceso, específicamente hechas por el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’.
La semana pasada, el SIVA adjudicó el contrato para intervenir las intersecciones de las glorietas María Mulata y Los Gallos de Valledupar, dos zonas en las que todos los días hay trancones.
La licitación de $7.796 millones fue entregada al ‘Consorcio Los Gallos’, representado legalmente por José Martín Acosta Soto. Este consorcio está integrado por Inversiones Taico S.A.S, representada por el mismo José Martín Acosta, y JASHE S.A.S, representada por Javier Darío Monsalvo Bolívar. Ambos son contratistas recurrentes y cercanos a la Gobernación del Cesar, controlada por la familia Monsalvo Gnecco.
EL PILÓN conoció que hay varios cuestionamientos y oficios radicados en contra de este proceso, específicamente hechas por el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’, quienes en varias observaciones aseguraron que fueron excluidos de forma irregular del contrato.
En los oficios que están en el Secop II, los contratistas dejan el antecedente de lo que consideran fue un acto irregular. Y es que el comité evaluador del SIVA los excluyó aduciendo que no cumplían con la experiencia específica.
“Nótese como ante la exigencia de acreditar experiencia en construcción o mejoramiento o rehabilitación de vías urbanas que contengan pavimento asfáltico, estamos cumpliendo y sobre todo en cuanto a la segunda condición, relativa a que en dicho contrato se haya incluido la intervención de redes de servicios públicos, tenemos acreditada la ejecución de obras en redes hidráulicas y eléctricas, tal y como lo demuestra la constancia certificada por el secretario de infraestructura y valorización del departamento del Valle de Cauca”, señalaron los contratistas caleños a través de un oficio.
No obstante, el SIVA no aceptó la respuesta a las observaciones y fueron excluidos. Por eso, argumentaron que estaban violando su derecho a la libre participación.
“Nosotros estamos cumpliendo en debida forma con el requisito y estimar como lo pretende el informe de evaluación dado a conocer por la entidad, que no estamos cumpliendo con la condición, ocasiona una lesión a nuestro derecho de postulación, al debido proceso y al principio deber de selección objetiva”, agregaron.
Incluso, durante el proceso lanzaron una advertencia a la gerente del SIVA, Katrizza Morelli, para que se apartara de lo establecido por el comité evaluador. “En caso de no acceder a esta respetuosa solicitud, comedidamente solicitamos soportar la decisión del comité evaluador y trasladar esta comunicación a la doctora Katrizza Morelli Aroca, gerente general y representante legal de la entidad para que en los términos del ley se separe de la recomendación que le hace el comité y proceda en derecho a habilitar nuestra oferta, so pena de incurrir en falta gravísima, desconocimientos del pliego de condiciones y de los principios de transparencia”.
El punto llamativo es que el encargado de firmar el contrato por parte del SIVA no fue la gerente Katrizza Morelli, sino Luis Gabriel Rivera, quien hizo de gerente suplente. El oficio también fue radicado ante la Secretaría de Transparencia de Presidencia, Procuraduría General y el Ministerio de Transporte.
Pero, ¿quiénes integran el ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’? El consorcio está representado legalmente por Christian Camilo Moreno, quien es un megacontratista en el departamento del Valle del Cauca.
El consorcio ‘Consorcio Desarrollo Urbano Valledupar’ está integrado por Christian Camilo Moreno, quien aporta el 90 %, y Esdras MD Ingeniería, con el 10 %. Según una fuente consultada por EL PILÓN, desde la empresa consideran que fueron excluidos de forma irregular “porque no estaban invitados ni los esperaban en el baile”.