La Alcaldía Municipal realizó un consejo de seguridad extraordinario para analizar jurídicamente cuáles son los pasos a seguir debido a la afectación de los bienes materiales de algunos habitantes.
Cinco casas y un bar quemados y en ruinas es el panorama predominante que rodea por estos días a los barrios Sourdis y Los Campanos del municipio de Becerril, Cesar, luego de la embestida de un grupo de indígenas de la etnia yukpa que quisieron tomar justicia por cuenta propia por el asesinato de uno de sus miembros en un bar, la noche del pasado domingo.
Lea también: Asesinato de Yukpa ocasionó desmanes en Becerril
El crimen sucedió en el establecimiento la Nueva Ola, localizado en el sector de Sourdis, sitio en que presuntamente el propietario del lugar le propinó tres disparos con arma de fuego a Heder Enrique Caballero De León y dejó herido a Hernán José Padilla Suárez en medio de una riña.
La versión entregada por la compañera sentimental del posible homicida a la autoridades indica que la discusión involucró al administrador del lugar Edgar Enrique Rodríguez y eso propició que minutos después llegara Urdenor Francisco Daza Beleño atacando a los afectados a bala.
Sin embargo, la Policía Nacional de manera preliminar considera que la riña pudo haberse originado por una escena de celos.
“En el sitio se genera un tema de intolerancia por la ingesta de bebidas embriagantes y preliminarmente se habla por un tema de celos, por una femenina que estaba acompañada por otra persona”, manifestó el teniente coronel Freddy Delgado, comandante operativo de Policía Cesar.
Explicó además el oficial que Caballero De León era esposo de una integrante del resguardo yukpa con la que vivía en el mismo cabildo.
“Esa comunidad intenta incinerar y agreden a otras personas, queman el establecimiento público y posterior la vivienda del administrador. Estos hechos se presentaron y en coordinación de la Alcaldía Municipal se pudo intervenir a la colectividad para que no pasara a mayores el caso, pese a las quemas y a lo que sucedió”, puntualizó Delgado.
Al lugar llegaron miembros del Cuerpo de Bombero de La Jagua de Ibirico y la Policía Nacional para atender la emergencia, además de salvaguardar la integridad de los familiares del posible victimario.
La población de Becerril vivió momentos de angustia al tener que encerrarse en sus residencias o buscar refugio para no salir lastimados.
“Lo que más sentí fueron los tiros porque yo estaba encerrada en mi casa y sola porque no estaban los hijos. Entonces no hallaba ni cómo hacer para llamarlos porque no tengo teléfono, me asomaba por la ventana y lo que veía era correr la gente, llegaron los indios sacaron todo y lo destruyeron, estrellaban botella no dejaban pasar a nadie. Llegó el alcalde realizaron el levantamiento del cuerpo y cuando se fue le echaron candela a todo. Pero yo ya no estaba aquí porque cuando explotaron un tubo de gas la Policía nos hizo salir”, dijo María Torres, vecina del sector.
Diana Marcela Gogollo es una de las habitantes que salió corriendo con su hijo de 10 meses de nacido y denunció haber tenido pérdidas en su hogar a causa de los desmanes.
“La gente de la calle y los indios me destruyeron todo, robaron todo, me dejaron sin nada… Ellos se fueron para allá, salí con mi hijo entonces y al regresar no saqué nada porque estaba todo quemado o robado”, expresó Diana Marcela Gogollo.
El levantamiento del cadáver de Heder Enrique Caballero De León lo realizaron los policías judiciales a la 1:10 de la madrugada del lunes. Asimismo dejaron trasladar el cuerpo a Medicina Legal de Codazzi después de una intermediación con los yukpas.
CONSEJO DE SEGURIDAD
Ante los disturbios que demoraron cerca de dos horas la Alcaldía Municipal de Becerril junto con los representantes de la Fuerza Pública sostuvieron un consejo de seguridad tendiente a prevenir que hechos similares vuelvan a pasar.
“Con un delegado de la comunidad yukpa estuvimos conversando porque desafortunadamente después de encontrar la persona muerta en ese establecimiento tomaron las vías de hecho e incineraron el lugar que es de propiedad de quien aparentemente fue la persona que asesinó a este muchacho de la etnia… también la vivienda de una hermana y otro familiar del dueño del bar”, manifestó Juan Francisco Rojas, alcalde de Becerril.
El mandatario explicó que están analizando jurídicamente cuáles son los pasos a seguir debido a la afectación de los bienes materiales de algunos habitantes.
Por su parte, Davinson Restrepo, líder de la comunidad yukpa, envió un mensaje de paz e instó a la comunidad en general a que acontecimientos como estos no vuelvan a ocurrir.
“Es un disturbio entre varias personas y la verdad es que el dolor que tuvimos fue grande. Muchos de nuestras comunidades fuimos a donde estaba el cadáver y esa fue la reacción”, acotó Restrepo, quien agregó: “Son momentos de rabia de un problema grande pero queremos llevar el tema de la paz para no seguir en esto, le pedimos disculpas al municipio de Becerril porque la verdad se nos salió de las manos habían unos 40 yukpas participando”.
Asimismo los representantes de los indígenas se pusieron en contacto con los jefes de la guardia de su colectividad para minimizar la problemática y llegar a una conciliación con las autoridades.
Por: Marllelys Salinas y Martín Serpa / EL PILÓN
La Alcaldía Municipal realizó un consejo de seguridad extraordinario para analizar jurídicamente cuáles son los pasos a seguir debido a la afectación de los bienes materiales de algunos habitantes.
Cinco casas y un bar quemados y en ruinas es el panorama predominante que rodea por estos días a los barrios Sourdis y Los Campanos del municipio de Becerril, Cesar, luego de la embestida de un grupo de indígenas de la etnia yukpa que quisieron tomar justicia por cuenta propia por el asesinato de uno de sus miembros en un bar, la noche del pasado domingo.
Lea también: Asesinato de Yukpa ocasionó desmanes en Becerril
El crimen sucedió en el establecimiento la Nueva Ola, localizado en el sector de Sourdis, sitio en que presuntamente el propietario del lugar le propinó tres disparos con arma de fuego a Heder Enrique Caballero De León y dejó herido a Hernán José Padilla Suárez en medio de una riña.
La versión entregada por la compañera sentimental del posible homicida a la autoridades indica que la discusión involucró al administrador del lugar Edgar Enrique Rodríguez y eso propició que minutos después llegara Urdenor Francisco Daza Beleño atacando a los afectados a bala.
Sin embargo, la Policía Nacional de manera preliminar considera que la riña pudo haberse originado por una escena de celos.
“En el sitio se genera un tema de intolerancia por la ingesta de bebidas embriagantes y preliminarmente se habla por un tema de celos, por una femenina que estaba acompañada por otra persona”, manifestó el teniente coronel Freddy Delgado, comandante operativo de Policía Cesar.
Explicó además el oficial que Caballero De León era esposo de una integrante del resguardo yukpa con la que vivía en el mismo cabildo.
“Esa comunidad intenta incinerar y agreden a otras personas, queman el establecimiento público y posterior la vivienda del administrador. Estos hechos se presentaron y en coordinación de la Alcaldía Municipal se pudo intervenir a la colectividad para que no pasara a mayores el caso, pese a las quemas y a lo que sucedió”, puntualizó Delgado.
Al lugar llegaron miembros del Cuerpo de Bombero de La Jagua de Ibirico y la Policía Nacional para atender la emergencia, además de salvaguardar la integridad de los familiares del posible victimario.
La población de Becerril vivió momentos de angustia al tener que encerrarse en sus residencias o buscar refugio para no salir lastimados.
“Lo que más sentí fueron los tiros porque yo estaba encerrada en mi casa y sola porque no estaban los hijos. Entonces no hallaba ni cómo hacer para llamarlos porque no tengo teléfono, me asomaba por la ventana y lo que veía era correr la gente, llegaron los indios sacaron todo y lo destruyeron, estrellaban botella no dejaban pasar a nadie. Llegó el alcalde realizaron el levantamiento del cuerpo y cuando se fue le echaron candela a todo. Pero yo ya no estaba aquí porque cuando explotaron un tubo de gas la Policía nos hizo salir”, dijo María Torres, vecina del sector.
Diana Marcela Gogollo es una de las habitantes que salió corriendo con su hijo de 10 meses de nacido y denunció haber tenido pérdidas en su hogar a causa de los desmanes.
“La gente de la calle y los indios me destruyeron todo, robaron todo, me dejaron sin nada… Ellos se fueron para allá, salí con mi hijo entonces y al regresar no saqué nada porque estaba todo quemado o robado”, expresó Diana Marcela Gogollo.
El levantamiento del cadáver de Heder Enrique Caballero De León lo realizaron los policías judiciales a la 1:10 de la madrugada del lunes. Asimismo dejaron trasladar el cuerpo a Medicina Legal de Codazzi después de una intermediación con los yukpas.
CONSEJO DE SEGURIDAD
Ante los disturbios que demoraron cerca de dos horas la Alcaldía Municipal de Becerril junto con los representantes de la Fuerza Pública sostuvieron un consejo de seguridad tendiente a prevenir que hechos similares vuelvan a pasar.
“Con un delegado de la comunidad yukpa estuvimos conversando porque desafortunadamente después de encontrar la persona muerta en ese establecimiento tomaron las vías de hecho e incineraron el lugar que es de propiedad de quien aparentemente fue la persona que asesinó a este muchacho de la etnia… también la vivienda de una hermana y otro familiar del dueño del bar”, manifestó Juan Francisco Rojas, alcalde de Becerril.
El mandatario explicó que están analizando jurídicamente cuáles son los pasos a seguir debido a la afectación de los bienes materiales de algunos habitantes.
Por su parte, Davinson Restrepo, líder de la comunidad yukpa, envió un mensaje de paz e instó a la comunidad en general a que acontecimientos como estos no vuelvan a ocurrir.
“Es un disturbio entre varias personas y la verdad es que el dolor que tuvimos fue grande. Muchos de nuestras comunidades fuimos a donde estaba el cadáver y esa fue la reacción”, acotó Restrepo, quien agregó: “Son momentos de rabia de un problema grande pero queremos llevar el tema de la paz para no seguir en esto, le pedimos disculpas al municipio de Becerril porque la verdad se nos salió de las manos habían unos 40 yukpas participando”.
Asimismo los representantes de los indígenas se pusieron en contacto con los jefes de la guardia de su colectividad para minimizar la problemática y llegar a una conciliación con las autoridades.
Por: Marllelys Salinas y Martín Serpa / EL PILÓN