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Educacion - 1 octubre, 2024

Con 82 años de historia, Colegio Loperena sigue trabajando por la excelencia e innovación 

El Colegio Nacional Loperena, considerado ‘la alma máter del Cesar’, es la única institución educativa pública de Colombia que tiene convenio con la Universidad de Oxford para fortalecer el aprendizaje del idioma inglés.

Boton Wpp

El pasado viernes, 27 de septiembre, el reconocido Colegio Nacional Loperena de Valledupar cumplió 82 años de fundación. Esta institución declarada en 1993 “Monumento Nacional y parte del Patrimonio Cultural de la Nación”, está entre los colegios del Caribe que han obtenido resultados destacados en las pruebas Icfes. Así mismo, se encuentra en la lista de los 10 planteles educativos del Cesar con mayor puntaje en las pruebas Saber 11 Calendario A del año 2023. 

El considerado por muchos como ‘la alma mater del Cesar’, no ha parado de trabajar de manera incansable desde su fundación en los años 40 por la excelencia educativa, la formación de sus estudiantes y su desarrollo socioemocional. Siendo así un trabajo integral que contempla la educación en las aulas y un seguimiento al núcleo familiar de sus 3.200 alumnos. 

En ese sentido, Gonzalo Quiroz, rector de esta institución, publicó los resultados de una investigación que realizó el colegio sobre la “unión y disfuncionalidad familiar” sobre una muestra de 2.980 estudiantes. De acuerdo con Quiroz, este estudio lo realizaron con el propósito de poner en evidencia “¿cómo se comportan las familias de los colegios públicos?”. 

“El 52 % de los estudiantes viven únicamente con la madre y esto es aún más preocupante en las escuelas de primaria en donde las madres son más jóvenes y los niños viven con padrastros. Yo le llamo disfuncionalidad familiar cuando los niños no viven con sus dos progenitores porque cuando eso sucede la familia no funciona afectivamente lo mejor posible y eso afecta el rendimiento académico”, explicó Quiroz. 

Las estadísticas 

De acuerdo con el estudio, de los 2.980 estudiantes analizados, el 52 % viven únicamente con la madre, 12 % viven con el padre, 20 % viven con los dos padres biológicos, un 8 % vive con los dos, pero uno es el padrastro o madrastra. Seguidamente el 6 % vive con uno de los abuelos o abuela y el 2 % vive con un familiar diferente (tíos o tías). 

Según Quiroz, dichas estadísticas deben ser analizadas con detenimiento porque el núcleo familiar de los alumnos incide en el desarrollo socioemocional y el rendimiento escolar. De manera especial afecta a los niños de primaria que son más vulnerables y necesitan bases sólidas de afecto y acompañamiento en su crecimiento. 

“Me preocupa mucho que hay una población que vive con uno de los abuelos ya sea porque la mamá no está en la ciudad, trabaja en una finca o el papá se lo dio a la abuela porque se separó de la mamá y tiene que irse a trabajar. El nivel educativo de esos chicos es diferente al de sus abuelos porque no va acorde con lo que requiere el estudiante”, argumentó el docente. 

Agregó que cuando citan al acudiente a reuniones sobre el rendimiento de estos estudiantes, el responsable lo que les manifiesta es que “el alumno no hace caso o que quiere estar en la calle”. Sin embargo, puntualizó que a pesar de las mencionadas situaciones, los estudiantes rinden académicamente y los padres se comprometen con el estudio de los escolares. 

Mayor apoyo psicosocial 

Un caso que afecta considerablemente el rendimiento y la estabilidad emocional de un estudiante es la separación de sus padres. En ese sentido, Quiroz comentó que de manera especial los niños de los grados de sexto y séptimo de bachillerato experimentan afectaciones en la salud emocional que se ve reflejada en sus notas académicas. 

“Las escuelas públicas necesitan trabajo social y de psicoorientación del mismo bienestar familiar. El Icbf está a espaldas de las escuelas, sería bueno que visitaran los colegios para que conozcan la realidad de las instituciones educativas porque son las familias las que acuden al instituto en vez de ser la entidad”, dijo Quiroz. 

A pesar de ser una institución educativa de doble jornada, el Colegio Nacional Loperena solo cuenta con una psicoorientadora para atender a esta población de más de 2.000 alumnos que viven diferentes situaciones económicas, sociales, familiares y de aprendizaje. Esto demuestra la necesidad que existe en los planteles educativos oficiales con respecto a un mayor número de psicoorientadores. 

Ejemplo de perseverancia e innovación 

Este plantel educativo nombrado en homenaje a la querida María Concepción Loperena Ustáriz de Fernández de Castro, recibió sus primeros 60 estudiantes en 1942, los cuales estuvieron a cargo de seis profesores que instruyeron a estudiantes de cuarto a sexto grado en un lote adscrito a la Escuela de Artes y Oficios, hoy Escuela de Bellas Artes.

Posteriormente, se trasladó al nuevo edificio construido por Silvestre Dangond Daza y aprobado por el Ministerio de Educación Nacional, M.E.N, en 1951. Para el año 1957 se gradúa la primera promoción de bachilleres, y a partir de entonces ha recibido reconocimientos a nivel nacional.

Algunos de ellos por parte del Senado de la República que lo condecoró con la medalla María Concepción Loperena, al mérito de la Asamblea Departamental, mérito Cacique Upar, mérito Simón Bolívar, mérito al Orden de la Democracia, entre otros. 

Actualmente sigue siendo foco de innovación y trabajo en el área educativa. Desde el 2018 tiene un convenio con la Universidad de Oxford, el cual les ha permitido fortalecer el aprendizaje del idioma inglés en los estudiantes y capacitaciones para los docentes. De acuerdo con Quiroz, el Colegio Nacional Loperena es la única institución educativa pública del país que tiene un convenio con esta reconocida universidad. 

“A pesar de que no tenemos una intensidad horaria mayúscula, la formación de los profesores con la universidad ha sido extraordinaria y se está reflejando en los resultados individuales y colectivos de los estudiantes. Tenemos estudiantes que tienen B1 y B2 en inglés. En las pruebas del Icfes hemos subido alrededor de ocho puntos en la asignatura de inglés”, dijo Quiroz.

De igual manera, tienen un convenio con la casa editorial Norma para el desarrollo de un plan de lectura que ha fortalecido la comprensión lectora de los alumnos y sus habilidades en lectura crítica. Cada estudiante lee cuatro libros al año. 

Por Namieh Baute Barrios

Educacion
1 octubre, 2024

Con 82 años de historia, Colegio Loperena sigue trabajando por la excelencia e innovación 

El Colegio Nacional Loperena, considerado ‘la alma máter del Cesar’, es la única institución educativa pública de Colombia que tiene convenio con la Universidad de Oxford para fortalecer el aprendizaje del idioma inglés.


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El pasado viernes, 27 de septiembre, el reconocido Colegio Nacional Loperena de Valledupar cumplió 82 años de fundación. Esta institución declarada en 1993 “Monumento Nacional y parte del Patrimonio Cultural de la Nación”, está entre los colegios del Caribe que han obtenido resultados destacados en las pruebas Icfes. Así mismo, se encuentra en la lista de los 10 planteles educativos del Cesar con mayor puntaje en las pruebas Saber 11 Calendario A del año 2023. 

El considerado por muchos como ‘la alma mater del Cesar’, no ha parado de trabajar de manera incansable desde su fundación en los años 40 por la excelencia educativa, la formación de sus estudiantes y su desarrollo socioemocional. Siendo así un trabajo integral que contempla la educación en las aulas y un seguimiento al núcleo familiar de sus 3.200 alumnos. 

En ese sentido, Gonzalo Quiroz, rector de esta institución, publicó los resultados de una investigación que realizó el colegio sobre la “unión y disfuncionalidad familiar” sobre una muestra de 2.980 estudiantes. De acuerdo con Quiroz, este estudio lo realizaron con el propósito de poner en evidencia “¿cómo se comportan las familias de los colegios públicos?”. 

“El 52 % de los estudiantes viven únicamente con la madre y esto es aún más preocupante en las escuelas de primaria en donde las madres son más jóvenes y los niños viven con padrastros. Yo le llamo disfuncionalidad familiar cuando los niños no viven con sus dos progenitores porque cuando eso sucede la familia no funciona afectivamente lo mejor posible y eso afecta el rendimiento académico”, explicó Quiroz. 

Las estadísticas 

De acuerdo con el estudio, de los 2.980 estudiantes analizados, el 52 % viven únicamente con la madre, 12 % viven con el padre, 20 % viven con los dos padres biológicos, un 8 % vive con los dos, pero uno es el padrastro o madrastra. Seguidamente el 6 % vive con uno de los abuelos o abuela y el 2 % vive con un familiar diferente (tíos o tías). 

Según Quiroz, dichas estadísticas deben ser analizadas con detenimiento porque el núcleo familiar de los alumnos incide en el desarrollo socioemocional y el rendimiento escolar. De manera especial afecta a los niños de primaria que son más vulnerables y necesitan bases sólidas de afecto y acompañamiento en su crecimiento. 

“Me preocupa mucho que hay una población que vive con uno de los abuelos ya sea porque la mamá no está en la ciudad, trabaja en una finca o el papá se lo dio a la abuela porque se separó de la mamá y tiene que irse a trabajar. El nivel educativo de esos chicos es diferente al de sus abuelos porque no va acorde con lo que requiere el estudiante”, argumentó el docente. 

Agregó que cuando citan al acudiente a reuniones sobre el rendimiento de estos estudiantes, el responsable lo que les manifiesta es que “el alumno no hace caso o que quiere estar en la calle”. Sin embargo, puntualizó que a pesar de las mencionadas situaciones, los estudiantes rinden académicamente y los padres se comprometen con el estudio de los escolares. 

Mayor apoyo psicosocial 

Un caso que afecta considerablemente el rendimiento y la estabilidad emocional de un estudiante es la separación de sus padres. En ese sentido, Quiroz comentó que de manera especial los niños de los grados de sexto y séptimo de bachillerato experimentan afectaciones en la salud emocional que se ve reflejada en sus notas académicas. 

“Las escuelas públicas necesitan trabajo social y de psicoorientación del mismo bienestar familiar. El Icbf está a espaldas de las escuelas, sería bueno que visitaran los colegios para que conozcan la realidad de las instituciones educativas porque son las familias las que acuden al instituto en vez de ser la entidad”, dijo Quiroz. 

A pesar de ser una institución educativa de doble jornada, el Colegio Nacional Loperena solo cuenta con una psicoorientadora para atender a esta población de más de 2.000 alumnos que viven diferentes situaciones económicas, sociales, familiares y de aprendizaje. Esto demuestra la necesidad que existe en los planteles educativos oficiales con respecto a un mayor número de psicoorientadores. 

Ejemplo de perseverancia e innovación 

Este plantel educativo nombrado en homenaje a la querida María Concepción Loperena Ustáriz de Fernández de Castro, recibió sus primeros 60 estudiantes en 1942, los cuales estuvieron a cargo de seis profesores que instruyeron a estudiantes de cuarto a sexto grado en un lote adscrito a la Escuela de Artes y Oficios, hoy Escuela de Bellas Artes.

Posteriormente, se trasladó al nuevo edificio construido por Silvestre Dangond Daza y aprobado por el Ministerio de Educación Nacional, M.E.N, en 1951. Para el año 1957 se gradúa la primera promoción de bachilleres, y a partir de entonces ha recibido reconocimientos a nivel nacional.

Algunos de ellos por parte del Senado de la República que lo condecoró con la medalla María Concepción Loperena, al mérito de la Asamblea Departamental, mérito Cacique Upar, mérito Simón Bolívar, mérito al Orden de la Democracia, entre otros. 

Actualmente sigue siendo foco de innovación y trabajo en el área educativa. Desde el 2018 tiene un convenio con la Universidad de Oxford, el cual les ha permitido fortalecer el aprendizaje del idioma inglés en los estudiantes y capacitaciones para los docentes. De acuerdo con Quiroz, el Colegio Nacional Loperena es la única institución educativa pública del país que tiene un convenio con esta reconocida universidad. 

“A pesar de que no tenemos una intensidad horaria mayúscula, la formación de los profesores con la universidad ha sido extraordinaria y se está reflejando en los resultados individuales y colectivos de los estudiantes. Tenemos estudiantes que tienen B1 y B2 en inglés. En las pruebas del Icfes hemos subido alrededor de ocho puntos en la asignatura de inglés”, dijo Quiroz.

De igual manera, tienen un convenio con la casa editorial Norma para el desarrollo de un plan de lectura que ha fortalecido la comprensión lectora de los alumnos y sus habilidades en lectura crítica. Cada estudiante lee cuatro libros al año. 

Por Namieh Baute Barrios