Este lunes 25 de agosto, los funcionarios del Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (IDREEC) inician una jornada de ‘mercatón’ en sus instalaciones ubicadas en la transversal 18 número 19-65, para recolectar elementos no perecederos que ayuden a alimentar a sus familias frente a la grave crisis económica que atraviesan, debido a la deuda de 25 meses de salarios y prestaciones sociales acumuladas.
Este acto de protesta busca visibilizar la difícil situación que enfrentan ante la falta de respuesta de la Gobernación del Cesar, presidida por la gobernadora, quien también preside la junta directiva del IDREEC.
Comunicado a la sociedad cesarense
En un comunicado dirigido a la opinión pública, los funcionarios del IDREEC explican la difícil situación: “Nos adeudan 25 meses de salarios, 2 cesantías, vacaciones, dotaciones, 3 primas, 3 retroactivos, la cual es de conocimiento de todas las instituciones gubernamentales y de la comunidad”.
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Para mitigar el hambre y la crisis, anunciaron la realización de una mercatón de elementos no perecederos desde el lunes 25 de agosto en sus instalaciones, invitando a la comunidad y a las iglesias de la ciudad de Valledupar a apoyar con aportes para alimentar a las familias de los empleados.
Empleados con más de 30 años en el IDREEC
Liliana Chinchilla, funcionaria del IDREEC con 31 años de servicio, describió el impacto humano de esta crisis: “Cómo se vive así… la misericordia de Dios. Él es el único que nos ha sostenido, pero unos están pasando más trabajo que otros, y otros están pasando hambre. El uno ayuda al otro. No hay plata para pagar servicios. Gente que ha perdido sus casas, divorcios y la Gobernación no toma cartas en el asunto… tienen que tomar una decisión con el IDREEC”.
Chinchilla se refiere a la necesidad urgente de una restructuración, liquidación u otra solución firme, ante una situación inhumana donde 16 empleados no han recibido ningún pago, ni siquiera el gerente del instituto.
A pesar de la crisis, Chinchilla señala que los trabajadores continúan en sus puestos debido a su condición de carrera administrativa y años de experiencia: “Todos tenemos más de 30 años ahí… tampoco vas a perder tu carrera administrativa y ya a esta edad, ¿te puedes imaginar?”. Sin embargo, la desesperanza se refleja en sus palabras sobre la falta de respuestas concretas por parte de la Gobernación del Cesar.
Una crisis de vieja data
Esta crisis no es nueva; desde 2016 el IDREEC ha estado en riesgo alto financiero y con varias alertas por la falta de saneamiento fiscal. Las protestas recientes se suman a años de incumplimientos, dejando a las familias de los empleados en situación vulnerable.
Un trabajador llegó a encadenarse frente a la Gobernación para exigir sus derechos salariales, que acumulan más de dos años sin pago.
Reunión con el Ministerio de Trabajo
Con o sin acuerdos con la Gobernación del Cesar, el viernes 29 de agosto está programada una reunión clave entre los funcionarios del IDREEC y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, en la que se espera abordar la crisis salarial que afecta al instituto.
Chinchilla expresó la importancia de este encuentro: “El ministro de Trabajo, que es nuestro amigo personal de hace muchos años, vendrá esta semana para escuchar nuestra situación. Si con la jornada del lunes no recibimos ninguna atención de la Gobernación, esperamos que esta reunión sea un paso decisivo para solucionar la deuda que tenemos”.
La funcionaria señaló que, si no hay avances tras esta cita, los trabajadores están listos para presentar demandas legales para exigir el reconocimiento y pago de lo adeudado.
Mercatón para saciar el hambre
Mientras tanto, señala Chinchilla, la mercatón y la solidaridad comunitaria representan un paliativo para mitigar el hambre y la incertidumbre. Chinchilla concluye con un llamado a la sociedad vallenata: “Es increíble que este tipo de cosas estén pasando, única institución en Colombia que le deben tanto”.
La tragedia humana detrás de la crisis del IDREEC representa no solo un problema laboral, sino un impacto directo en la atención especializada para miles de personas con discapacidad en Cesar que dependen de este centro para su rehabilitación y educación.
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Recientemente, la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, lideró la aprobación de la primera Política Pública de Discapacidad e Inclusión Social 2025-2035 en la Asamblea Departamental, una ordenanza histórica que busca garantizar los derechos y la dignidad de más de 40.800 personas en condición de discapacidad en el departamento.
Esta política pública, respaldada con un presupuesto superior a los 10 mil millones de pesos, establece un marco integral de acciones afirmativas y líneas programáticas que incluyen la atención en salud, educación, protección social y participación política, con un enfoque en la transformación institucional que requiere inversión en institutos como el IDREEC para cumplir con esta normativa y hacer del Cesar un territorio verdaderamente inclusivo y accesible.
