Publicidad
Categorías
Categorías
Cesar - 18 mayo, 2025

Caribe Afirmativo alerta sobre homicidios y amenazas a personas LGBTIQ+ en Cesar durante 2024

Según Caribe Afirmativo, en 2024, el Cesar registró cuatro homicidios y 18 amenazas contra personas LGBTIQ+.

Durante el lanzamiento del proyecto Enterezas en Valledupar, líderes sociales y representantes de entes locales y departamentales se comprometieron a articular esfuerzos para fortalecer la protección y los derechos de las personas LGBTIQ+ en el Cesar. Foto: EL PILÓN.
Durante el lanzamiento del proyecto Enterezas en Valledupar, líderes sociales y representantes de entes locales y departamentales se comprometieron a articular esfuerzos para fortalecer la protección y los derechos de las personas LGBTIQ+ en el Cesar. Foto: EL PILÓN.
Boton Wpp

Más allá de las cifras y los titulares, la vida cotidiana de las personas LGBTIQ+ en el departamento del Cesar está marcada por el miedo, la discriminación y la falta de confianza en las instituciones. Así lo evidencia el informe anual de Caribe Afirmativo, “Con permiso para despreciar”, que no solo documenta hechos de violencia, sino que da voz a quienes resisten y construyen desde la diversidad.

Durante 2024, el Cesar registró cuatro homicidios de personas LGBTIQ+, 18 amenazas (la mayoría contra defensores de derechos humanos), y múltiples casos de violencia policial, sexual y digital. Sin embargo, Caribe Afirmativo advierte que estas cifras reflejan apenas “la punta del iceberg” debido al subregistro, impulsado por el temor a represalias y la revictimización institucional. “El miedo a denunciar y la percepción de la Policía como amenaza refuerzan el silencio de las víctimas”, señala la organización.

Cifras con rostro

Pero detrás de estos datos hay historias de vida y resistencia. Eliana Palma, coordinadora de la mesa de víctimas de La Paz, Cesar, y activista bisexual, compartió su experiencia de vida durante el lanzamiento de la estrategia nacional Enterezas en Valledupar: “He sido castigada por la sociedad por mi pensamiento sexual, pero fortalecida y le doy gracias a Caribe porque me escuchó. A mis 50 años, por fin encontré personas que me acompañan y se preocupan por mí”.

Leer: Valledupar recibe estrategia nacional contra la violencia hacia mujeres lesbianas, bisexuales y trans

Eliana, madre de cinco hijos y abuela, ha sufrido discriminación tanto en su entorno familiar como laboral. “Las mujeres bisexuales hemos llevado un dolor callado. La sociedad no nos ve como mujeres capaces, nos ven como degeneradas o como una amenaza para otras mujeres. Me cohíbo de decirle a una funcionaria que sus aretes están bonitos, por temor a que malinterpreten y digan que la estoy acosando. Así nos han tratado, pero aquí estamos, echando para adelante”, relata.

La discriminación no solo es social, sino institucional. Eliana recuerda casos en los que, por su orientación, se le ha cuestionado su capacidad para ser madre o profesional. “He tenido que enfrentarme a burlas y comentarios como ‘no has conseguido un hombre que te quite lo lesbiana o lo bisexual’. Incluso en espacios oficiales, nuestra vida es objeto de burla. Mi primera pareja fue asesinada y quedó en una fosa común, solo por ser diferente. Lo único que pedimos es que no nos dejen solos, que nos ayuden a ganar estos espacios que nos han costado vidas”, enfatiza.

Más que casos individuales

Yuliana Sanabria, otra líder LBT del Cesar, activista por los derechos laborales, denuncia la violencia sistemática en los espacios públicos y laborales para las mujeres trans en Actividades Sexualmente Pagas (ASP): “El mercado ha sido refugio y riesgo. Allí hemos sido violentadas por la Policía y desplazadas, sin importar que era nuestra única fuente de ingreso. No lo decimos para que nos miren con lástima, sino para que se entienda la realidad: nos toca buscar zonas alejadas y oscuras para ejercer el trabajo sexual, lo que nos pone en peligro constante”.

Sanabria destaca la importancia de la acción institucional, no solo la visibilización. “Ya estamos sobrediagnosticadas. Ahora necesitamos compromisos reales, acciones concretas para erradicar la violencia. No basta con reaccionar cuando ocurre una tragedia, hay que prevenir con garantías”, reclama.

Fallas en derechos fundamentales

El informe de Caribe Afirmativo recoge también casos de discriminación en el acceso a la salud y la educación. “A una compañera lesbiana, en una consulta médica, le dijeron: ‘qué lástima que seas lesbiana, tan bonita’. Eso es violencia. O cuando una madre lesbiana o bisexual acude a un control materno y el médico cuestiona por qué está embarazada. Son situaciones cotidianas que vulneran nuestra dignidad”, agrega Yuliana.

Caribe Afirmativo exige a las autoridades locales y departamentales la construcción de una política pública LGBTIQ+ en Valledupar, rutas seguras y confidenciales para la denuncia, capacitación obligatoria al personal institucional y la creación de un sistema de registro confiable y diferencial. “No basta con indignarse ante las cifras. Es necesario transformar la cultura institucional y social que permite que el desprecio y la violencia sigan siendo moneda corriente”, concluye la organización.

Mientras tanto, Eliana, Yuliana y muchas otras personas LGBTIQ+ en el Cesar siguen luchando por sobrevivir y ser reconocidas como sujetas de derechos, en un entorno donde el silencio ha sido, muchas veces, la única estrategia de protección. Su testimonio, junto al informe de Caribe Afirmativo, es un llamado urgente para que la sociedad y el Estado dejen de mirar hacia otro lado y asuman su responsabilidad en la garantía de una vida libre de violencias para todas las personas.

Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN

Cesar
18 mayo, 2025

Caribe Afirmativo alerta sobre homicidios y amenazas a personas LGBTIQ+ en Cesar durante 2024

Según Caribe Afirmativo, en 2024, el Cesar registró cuatro homicidios y 18 amenazas contra personas LGBTIQ+.


Durante el lanzamiento del proyecto Enterezas en Valledupar, líderes sociales y representantes de entes locales y departamentales se comprometieron a articular esfuerzos para fortalecer la protección y los derechos de las personas LGBTIQ+ en el Cesar. Foto: EL PILÓN.
Durante el lanzamiento del proyecto Enterezas en Valledupar, líderes sociales y representantes de entes locales y departamentales se comprometieron a articular esfuerzos para fortalecer la protección y los derechos de las personas LGBTIQ+ en el Cesar. Foto: EL PILÓN.
Boton Wpp

Más allá de las cifras y los titulares, la vida cotidiana de las personas LGBTIQ+ en el departamento del Cesar está marcada por el miedo, la discriminación y la falta de confianza en las instituciones. Así lo evidencia el informe anual de Caribe Afirmativo, “Con permiso para despreciar”, que no solo documenta hechos de violencia, sino que da voz a quienes resisten y construyen desde la diversidad.

Durante 2024, el Cesar registró cuatro homicidios de personas LGBTIQ+, 18 amenazas (la mayoría contra defensores de derechos humanos), y múltiples casos de violencia policial, sexual y digital. Sin embargo, Caribe Afirmativo advierte que estas cifras reflejan apenas “la punta del iceberg” debido al subregistro, impulsado por el temor a represalias y la revictimización institucional. “El miedo a denunciar y la percepción de la Policía como amenaza refuerzan el silencio de las víctimas”, señala la organización.

Cifras con rostro

Pero detrás de estos datos hay historias de vida y resistencia. Eliana Palma, coordinadora de la mesa de víctimas de La Paz, Cesar, y activista bisexual, compartió su experiencia de vida durante el lanzamiento de la estrategia nacional Enterezas en Valledupar: “He sido castigada por la sociedad por mi pensamiento sexual, pero fortalecida y le doy gracias a Caribe porque me escuchó. A mis 50 años, por fin encontré personas que me acompañan y se preocupan por mí”.

Leer: Valledupar recibe estrategia nacional contra la violencia hacia mujeres lesbianas, bisexuales y trans

Eliana, madre de cinco hijos y abuela, ha sufrido discriminación tanto en su entorno familiar como laboral. “Las mujeres bisexuales hemos llevado un dolor callado. La sociedad no nos ve como mujeres capaces, nos ven como degeneradas o como una amenaza para otras mujeres. Me cohíbo de decirle a una funcionaria que sus aretes están bonitos, por temor a que malinterpreten y digan que la estoy acosando. Así nos han tratado, pero aquí estamos, echando para adelante”, relata.

La discriminación no solo es social, sino institucional. Eliana recuerda casos en los que, por su orientación, se le ha cuestionado su capacidad para ser madre o profesional. “He tenido que enfrentarme a burlas y comentarios como ‘no has conseguido un hombre que te quite lo lesbiana o lo bisexual’. Incluso en espacios oficiales, nuestra vida es objeto de burla. Mi primera pareja fue asesinada y quedó en una fosa común, solo por ser diferente. Lo único que pedimos es que no nos dejen solos, que nos ayuden a ganar estos espacios que nos han costado vidas”, enfatiza.

Más que casos individuales

Yuliana Sanabria, otra líder LBT del Cesar, activista por los derechos laborales, denuncia la violencia sistemática en los espacios públicos y laborales para las mujeres trans en Actividades Sexualmente Pagas (ASP): “El mercado ha sido refugio y riesgo. Allí hemos sido violentadas por la Policía y desplazadas, sin importar que era nuestra única fuente de ingreso. No lo decimos para que nos miren con lástima, sino para que se entienda la realidad: nos toca buscar zonas alejadas y oscuras para ejercer el trabajo sexual, lo que nos pone en peligro constante”.

Sanabria destaca la importancia de la acción institucional, no solo la visibilización. “Ya estamos sobrediagnosticadas. Ahora necesitamos compromisos reales, acciones concretas para erradicar la violencia. No basta con reaccionar cuando ocurre una tragedia, hay que prevenir con garantías”, reclama.

Fallas en derechos fundamentales

El informe de Caribe Afirmativo recoge también casos de discriminación en el acceso a la salud y la educación. “A una compañera lesbiana, en una consulta médica, le dijeron: ‘qué lástima que seas lesbiana, tan bonita’. Eso es violencia. O cuando una madre lesbiana o bisexual acude a un control materno y el médico cuestiona por qué está embarazada. Son situaciones cotidianas que vulneran nuestra dignidad”, agrega Yuliana.

Caribe Afirmativo exige a las autoridades locales y departamentales la construcción de una política pública LGBTIQ+ en Valledupar, rutas seguras y confidenciales para la denuncia, capacitación obligatoria al personal institucional y la creación de un sistema de registro confiable y diferencial. “No basta con indignarse ante las cifras. Es necesario transformar la cultura institucional y social que permite que el desprecio y la violencia sigan siendo moneda corriente”, concluye la organización.

Mientras tanto, Eliana, Yuliana y muchas otras personas LGBTIQ+ en el Cesar siguen luchando por sobrevivir y ser reconocidas como sujetas de derechos, en un entorno donde el silencio ha sido, muchas veces, la única estrategia de protección. Su testimonio, junto al informe de Caribe Afirmativo, es un llamado urgente para que la sociedad y el Estado dejen de mirar hacia otro lado y asuman su responsabilidad en la garantía de una vida libre de violencias para todas las personas.

Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN