En esta Navidad, Valledupar ha tenido una disminución en el número de riñas que se presentan generalmente entre el 24 y 25 de diciembre. Fueron reportados 85 casos de trifulcas a diferencia de las 95 del año 2018; 10 riñas menos, según datos oficiales.

De igual manera, tres heridos son el resultado de estas peleas que según el coronel Freddy Delgado, Comandante Operativo del Departamento de Policía Cesar, son en su mayoría en las invasiones ubicadas en la periferia de la ciudad y en los barrios La Nevada, Mareigua, El Pescaíto, 450 Años y Nueve de Marzo.

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Esta cifra permite proyectar un cierre de año sin un incidente más de orden público, según las autoridades. La Policía ha desarrollado para esta época decembrina una serie estrategias de vigilancia a través de rotaciones por ciclos en las zonas donde se presenta mayor conflicto por la ingesta de alcohol, aglomeración de personas en puntos pequeños y mayores índices de delincuencias desde las cinco de la mañana hasta las siete de la noche.

De esta forma se rotan para cubrir mayor área y brindar mayor seguridad a la ciudadanía.

Homicidios

Los homicidios disminuyeron, en la navidad de 2019, en la ciudad de Valledupar. A pesar de las 85 riñas que se registraron en el municipio no hubo víctimas fatales en la celebración navideña que dejara a familiares y amigos con un ‘trago amargo’ y una dolorosa pena este diciembre. La noticia de cero homicidios en Valledupar durante la noche de Navidad los insta a continuar con los operativos de control y vigilancia estos últimos seis días del año.

Accidentes de tránsito

A pesar de los esfuerzos de las autoridades para disminuir los accidentes de tránsito en la víspera de navidad, se siguen presentando heridos en la vía. Tal es el caso de Nicolás Camilo Granada, de 25 años, quien tuvo un accidente al ir manejando una moto y sufrió heridas prominentes en ambos ojos, nariz y rostro.

El paciente fue trasladado en una ambulancia en las horas de la madrugada (ayer) al Hospital Rosario Pumarejo de López.

Según su familiar fue encontrado inconsciente por las autoridades en la calle 44, de la ciudad de Valledupar. Entre quejidos Nicolás Granada, le dijo a su hermano que iba acompañado de un amigo como parrillero pero las autoridades solo lo encontraron a él en el lugar del accidente.

Debido a las lesiones en su cabeza la victima afirma que no recuerda nada de lo que sucedió. Solo tiene en su memoria que iba conduciendo la moto en compañía de su amigo. Las autoridades esperan, al igual que los familiares de Granada, que se esclarezca las circunstancias del presunto accidente.

RIÑAS

La alteración del orden público por riñas han proliferado en la ciudad de Valledupar y en los municipios del Cesar. De los 85 casos registrados según las autoridades locales uno es el de Edwin García Peña, de 24 años, quien la noche del pasado 24 de diciembre, recibió cuatro puñaladas en medio de una riña en un estanco del municipio de Pailitas. García se vio involucrado en la trifulca cuando en medio de la celebración de la ‘noche buena’ con su familia, en dicho establecimiento, varios hombres discutieron y se fueron a los golpes.

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En la riña estaban presuntamente involucrados miembros de la familia de la víctima, Edwin García Peña intervino y recibió cuatro puñaladas por un sujeto a la salida del establecimiento; dos en el brazo derecho, una en el tórax y la otra en el brazo izquierdo, según el joven que se dedica a la carpintería. García fue remitido al Hospital Rosario Pumarejo de López, de la ciudad de Valledupar.

La Nochebuena en Valledupar fue aprovechada por los delincuentes para robar a los valduparenses en las horas de la madrugada cuando el flujo de autos y la aglomeración de las personas en las calles bajaron.

Jorge Monteverde, de 31 años, a las dos de la madrugada fue apuñalado en la espalda por un ladrón en el barrio Villa Jaidith, cuando él y tres personas más estaban esperando un taxi. Fueron interceptados por varios sujetos que se movilizaban en bicicleta y portaban machetes y cuchillos, según la víctima.

Monteverde festejó la víspera de la navidad en una vivienda del barrio Villa Jaidith, con sus acompañantes hasta las horas de la madrugada. Cuando se dirigían a sus casas fueron abordados por unos delincuentes que portaban armas blancas.

“Venía por la vía de Villa Jaidith a coger un taxi cuando salieron varios hombres en bicicleta, me interceptaron para robarme las cosas. Forcejé con ellos y no me dejé robar nada”, afirmó Jorge Monteverde.

Monteverde relata que corrió para escapar de los asaltantes pero se resbaló, y en ese momento, uno de los ladrones lo apuñaló con un cuchillo en la espalda. La Policía llegó al poco tiempo y en una moto fue trasladado al hospitalito del CDV, para luego remitirlo al Hospital Rosario Pumarejo de López, donde pasó la madrugada del 25 de diciembre.

Muerto en un procedimiento policíaco

En el municipio de Aguachica, sur del Cesar, Jorge Henao, de 24 años, falleció en medio de un procedimiento policial, según relata el Coronel Freddy Delgado, comandante operativo de la Policía Cesar.

El presunto delincuente de acuerdo con el oficial fue interceptado en Aguachica por la Policía y este procedió a atacar a los uniformados con un arma de fuego pero los uniformados reaccionaron antes que Henao y lo hirieron. El sujeto fue trasladado al Hospital José David Padilla Villafañe, del mismo municipio, donde falleció.

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Según ciudadanos del municipio, dan cuenta de otra versión de los hechos: el procedimiento fue realizado por la inmovilización de una motocicleta. Presuntamente el joven no tenía los documentos correspondientes para la circulación de la moto y las autoridades y Jorge Henao, discutieron porque la Policía quería inmovilizársela.

Al parecer, “cuando la moto era movilizada por la Cama Baja, el joven corrió detrás de ella para mostrarles los papeles de la motocicleta y así impedir su inmovilización. En ese momento las autoridades lo hirieron con un arma de fuego y murió”, según versiones de la comunidad.

Abuso de la Fuerza Pública

El día de ayer a las afueras del Hospital Rosario Pumarejo de López, dos jóvenes: un menor de edad de 16 años, que conducía una motocicleta, chocó con un taxi porque huía a una alta velocidad de unos patrulleros que los perseguían por llevar un hombre como parrillero.

Un taxi que se disponía a parquearse cerca de la entrada del recinto médico para esperar una carrera, no le pudieron sacar el cuerpo, y según los vendedores ambulantes del lugar, los dos jóvenes debido al impacto “volaron por el choque y cayeron frente a las rejas de la Unidad de Urgencia del Hospital Rosario Pumarejo de López”.

El menor de edad que iba conduciendo, según relata Arlington García: “Se levantó mareado y uno de los patrulleros se le acercó y le dio una cachetada que lo tiro al suelo, para después patearlo en la pierna donde tenía el celular provocando el daño del teléfono. La comunidad fue al auxilio del joven y el informado utilizo la intimidación con la ciudadanía para que no intervinieran en la situación”.

Procedió a esposar al menor y al otro joven que se desplazaba como parrillero en la motocicleta. Acción que enfureció a los ciudadanos presentes en el lugar debido a que los jóvenes no tenían armas ni habían atacado u ofendido a la autoridades. Según Oscar Estrada, el accidente fue tan fuerte que los trabajadores del lugar pensaron al escuchar el impacto que habían muerto.

“El no debió hacer eso. Ese muchacho se levantó del suelo mareado y el oficial le pego esa cachetada que le dejo el cachete hinchado y luego lo patio en el suelo, eso es abuso de la Fuerza Policial. Ellos no tienen derecho a hacer algo así. Los muchachos no estaban armados, qué tal que con ese golpe por el accidente que acababa de sufrir se moría ese niño” (Sic), comenta Arlington García, ciudadano.

El padre del menor de edad se trasladó a las afueras de la urgencia del Hospital Rosario Pumarejo de López, luego de haber sido presuntamente alertado por la situación de su hijo.

“Ellos venían en la moto y el taxi se les atravesó, chocaron y mi hijo se levanta, él es menor de edad. El Policía lo reduce, y él no estaba alterado, es un niño muy calmado. Mi hijo no estaba en estado de embriagues, él ni siquiera toma”, afirmó Gustavo Araujo, padre del menor.

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Araujo ofuscado por la situación habla con los más de cinco oficiales que llegaron al lugar de los hechos para que le expliquen porque un uniformado amedrentó según la comunidad a su hijo. Por varios minutos los policías, el menor de edad, su padre y el otro joven conversaron con respecto al accidente y la supuesta violencia de la que fue víctima el menor de edad.

El padre del joven no dio más declaraciones con respecto al caso al igual que los policías que se encontraban a cargo de la situación.

Se espera conocer a que conciliación llegaron las partes o si el padre del menor decide presentar una demanda por daños y prejuicios debido a la acción “poco profesional y salvaje” que según Luz Estela Ladino, el uniformado tuvo “al atacar de manera violenta y con sevicia al joven de tan solo 16 años”.

EL PILÓN quiso conocer la versión del Departamento de Policía Cesar, pero al cierre de edición no tenían conocimiento del caso.

Por: NAMIEH BAUTE BARRIOS
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