Durante la tarde del pasado viernes 19 de septiembre, Valledupar tuvo una imperdible cita con la historia: la atleta vallenata Natalia Linares volvió a su hogar pero ya no como promesa del atletismo nacional, sino como estrella del salto largo a nivel mundial.
La atleta brilló en el Mundial de Atletismo de Tokio 2025, donde logró la primera medalla en la historia de la modalidad de salto largo femenino y de la reciente edición del certamen mundialista para nuestro país, al lograr una marca de 7.92 metros que la hizo merecedora de la medalla de bronce.
Natalia volvió a suelo patrio el jueves 18 de septiembre, siendo recibida en la capital del país por una multitud capitalina que celebró eufóricamente el logro de la atleta que representa a la Liga de Atletismo de Bogotá.
Llegada a Valledupar
Sin embargo, no hay lugar como el hogar y con una promesa en la mente, Natalia Linares aterrizó en su tierra, la Capital Mundial del Vallenato, el viernes 19 de septiembre, justo el día del cumpleaños de su madre Yanelis González, a quien le había prometido la medalla mundialista.
La atleta se bajó del avión y fue corriendo a encontrarse con una multitud que la esperaba, entre los que se encontraban amigos y familiares, medios de comunicación y una numerosa tambobanda que sazonó la calurosa bienvenida.
A su llegada fue recibida por su madre Yanelis González, que la esperó con un ramo de flores, y el alcalde de la ciudad, Ernesto Orozco. La atleta disfrutó cada instante en compañía de los suyos, bailando ‘El Pilón’ de Juan Piña en compañía de su señora madre; además, se mostró agradecida tras el logro.
“Demasiado feliz. Agradecida con todos los que madrugaron para ver la competencia, con mi entrenador, con mi familia, con Valledupar y con toda Colombia. Ha sido un sueño cumplido”, respondió.
“Mi madre fue la primera visionaria”: Natalia Linares
La vallenata no ocultó el rol de su madre en sus triunfos recientes: “Ella fue la primera visionaria. En mi cuarto me hacía practicar entrevistas frente al espejo, equivocarme y volver a empezar. Siempre creyó que podíamos llegar a ser medallistas mundiales y olímpicos”.
También habló sobre los cambios durante su preparación previa al Mundial: “Cambiamos la técnica de salto. Empezamos a implementar caminatas al estilo de los hombres desde el Campeonato Sudamericano de Mayores, y nos ha funcionado muy bien. Además, incluimos un trabajo psicológico para manejar la presión y el ambiente competitivo. Todo eso nos dio un resultado muy positivo”.
Finalmente, la atleta vallenata aseguró que su menú de victoria había cambiado y agradeció a su familia: “Ya no podré celebrar con salchipapa, porque toca cuidar la línea (risas). Ahora será con chivo y jugo de corozo, que es una de mis comidas favoritas. Pero lo más importante es celebrarlo con mi familia, que siempre me apoyó, incluso cuando aún no era nadie”, aseguró.
Por: Alfredo José García Betancourt, Betan
