Un lugar donde solo permanecían mujeres realizando labores y al que misteriosamente los hombres no llegaban es mencionado en el texto.
Un compendio de 12 cuentos cortos, denominado ‘Crónicas del monte de las mujeres, un pequeño mundo entre lo real y lo imaginario’ presenta Ángel Antonio Arce Camacho, un ingeniero de minas apasionado por la lectura y escritura.
El libro hace referencia a un sitio del municipio de Curumaní que existió hace muchos años atrás, donde las mujeres iban a realizar faenas como lavandería cuando no existía acueducto o a recolectar palma estera para hacer canastos, en el cual misteriosamente los hombres no se quedaban; sólo llevaban a las féminas y se regresaban enseguida.
“En esta región del Cesar existen muchos paisajes, pero quise resaltar el ‘Monte de las Mujeres’; yo no lo conocí, pero sé de este por referencia de mis abuelos, tíos, y la gente anciana de Curumaní. Me entusiasmaron los hechos misteriosos que supuestamente sucedieron en el monte, que permitieron realizar un texto de mitos y leyendas”, explicó el autor.
Historias mágicas como un pájaro grande que no todo el mundo veía y que solo se les aparecía a pocas personas, mujeres que iban al lugar y eran capaz de hacer premoniciones, un hombre que se perdió y lo encontraron encima de un árbol inmenso de ceiba y nadie supo cómo llegó allí.
Actualmente el lugar no existe por la tala indiscriminada para hacer fincas y para cortar madera, sumado a la sequía de la corriente del río que pasaba por allí. “El lugar que evoco está en Curumaní, pero sé que en el resto del Cesar pasaron hechos similares en la Sierra Nevada, entre otros lugares que existieron y las nuevas generaciones no la conocieron, o pasaron hechos que algunos no saben. Es un libro que los va a envolver desde la primera página. Quise rescatar las tradiciones orales, puesto que hay que valorar lo que tienen para enseñarnos los abuelos o personas mayores”, subrayó Arce Camacho.
Cabe destacar que las ilustraciones internas y la portada las hizo una sobrina política del autor, María Páez Hincapié, que tiene 15 años; ella es fotógrafa y es aficionada a la pintura.
El libro lo distribuye personalmente Arce Camacho. “Es un texto de buen material, con hojas y pasta dura, con ilustraciones a color, bajo la editorial Alejandría, de Tunja, Boyacá. Son cuentos cortos con el ánimo de que niños, jóvenes y adultos lo lean con facilidad”, precisó el escritor que trabajó por 22 años en Carbones de Los Andes, que realizó el libro y emprende otras obras en un año sabático, y que actualmente hace asesorías a empresas mineras.
El acto de lanzamiento de este libro fue ayer en la carrera 11 No 14-77 de Valledupar, en una sede de Comfacesar, donde asistieron estudiantes y profesionales interesados en conocer la primera obra de Arce Camacho.
Un lugar donde solo permanecían mujeres realizando labores y al que misteriosamente los hombres no llegaban es mencionado en el texto.
Un compendio de 12 cuentos cortos, denominado ‘Crónicas del monte de las mujeres, un pequeño mundo entre lo real y lo imaginario’ presenta Ángel Antonio Arce Camacho, un ingeniero de minas apasionado por la lectura y escritura.
El libro hace referencia a un sitio del municipio de Curumaní que existió hace muchos años atrás, donde las mujeres iban a realizar faenas como lavandería cuando no existía acueducto o a recolectar palma estera para hacer canastos, en el cual misteriosamente los hombres no se quedaban; sólo llevaban a las féminas y se regresaban enseguida.
“En esta región del Cesar existen muchos paisajes, pero quise resaltar el ‘Monte de las Mujeres’; yo no lo conocí, pero sé de este por referencia de mis abuelos, tíos, y la gente anciana de Curumaní. Me entusiasmaron los hechos misteriosos que supuestamente sucedieron en el monte, que permitieron realizar un texto de mitos y leyendas”, explicó el autor.
Historias mágicas como un pájaro grande que no todo el mundo veía y que solo se les aparecía a pocas personas, mujeres que iban al lugar y eran capaz de hacer premoniciones, un hombre que se perdió y lo encontraron encima de un árbol inmenso de ceiba y nadie supo cómo llegó allí.
Actualmente el lugar no existe por la tala indiscriminada para hacer fincas y para cortar madera, sumado a la sequía de la corriente del río que pasaba por allí. “El lugar que evoco está en Curumaní, pero sé que en el resto del Cesar pasaron hechos similares en la Sierra Nevada, entre otros lugares que existieron y las nuevas generaciones no la conocieron, o pasaron hechos que algunos no saben. Es un libro que los va a envolver desde la primera página. Quise rescatar las tradiciones orales, puesto que hay que valorar lo que tienen para enseñarnos los abuelos o personas mayores”, subrayó Arce Camacho.
Cabe destacar que las ilustraciones internas y la portada las hizo una sobrina política del autor, María Páez Hincapié, que tiene 15 años; ella es fotógrafa y es aficionada a la pintura.
El libro lo distribuye personalmente Arce Camacho. “Es un texto de buen material, con hojas y pasta dura, con ilustraciones a color, bajo la editorial Alejandría, de Tunja, Boyacá. Son cuentos cortos con el ánimo de que niños, jóvenes y adultos lo lean con facilidad”, precisó el escritor que trabajó por 22 años en Carbones de Los Andes, que realizó el libro y emprende otras obras en un año sabático, y que actualmente hace asesorías a empresas mineras.
El acto de lanzamiento de este libro fue ayer en la carrera 11 No 14-77 de Valledupar, en una sede de Comfacesar, donde asistieron estudiantes y profesionales interesados en conocer la primera obra de Arce Camacho.