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Farándula - 18 junio, 2017

Andrés Beleño, tiene el picante de la música costumbrista

Este es el primer rey del concurso de Piqueria realizado durante el Festival de la Leyenda Vallenata en 1979. Desde entonces continuó participando en otros festivales del país siendo exaltado por su habilidad en las riñas de versos.

Andrés Beleño es natural del municipio de Chiriguaná, Cesar; ha escrito varias canciones vallenatas las cuales han sido interpretadas por los artistas más representativos de la música de acordeón como Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta quien le grabó ‘La campana’.
Andrés Beleño es natural del municipio de Chiriguaná, Cesar; ha escrito varias canciones vallenatas las cuales han sido interpretadas por los artistas más representativos de la música de acordeón como Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta quien le grabó ‘La campana’.

No recuerda el número exacto de las canciones que ha compuesto, cree que pueden ser 200 pero no lo tiene claro, asegura que los años están causando estragos en su mente, pero no en su creatividad, puesto que el posicionamiento musical de las canciones de su autoría que han sido grabadas por importantes artistas de la música vallenata le dan la razón al autor de ‘La campana’, ‘El gorrero’, ‘Meneando la batea’, entre otras.

Andrés Emilio Beleño Pava, nació en 1948 en la calle San Miguel del municipio de Chiriguaná, pero se creció en el corregimiento de El Playón. Cursó hasta cuarto de primaria, “cuando llegué al colegio tenía un gran problema y era que yo sabía leer, pero no sabía escribir ni acomodar los números, eso fue mi tropiezo y no seguí estudiando”, manifestó.

Su amor por la música inició a los 12 años cuando creó su primer verso, asegura que le hacía verso a todo, “si un zorro se llevaba una gallina; si una culebra picaba a alguien en la región”, cualquier cosa era fuente de inspiración.

A los 16 años llegó a Valledupar, con la valentía y espontaneidad que lo caracterizan se presentó por primera vez en un festival, pese a ser su primera vez en una tarima, el Festival de la Leyenda Vallenata fue su pista de vuelo en 1972 se presentó la categoría Canción Inédita con la canción ‘Orgullo triste’. “Me acompañó Andrés Landero Meza, uno de los músicos más reconocidos en ese tiempo y yo conté con ese privilegio. Así logré darme a conocer porque nadie sabía de donde venía yo”, precisó.

Siete años después surgió el concurso de Piqueria en el Festival Vallenato y según cuenta el repentista, se inscribió obligado por un amigo que reconocía su talento, así se coronó como el primer rey en 1979.

Artistas conocidos y no muy conocidos le han grabado sus canciones, asegura que pueden ser un número superior a las 100 canciones. Asegura que la canción que más triunfos le ha entregado es ‘La mamá de uno’: “una canción que grabó un conjunto poco conocido pero que ha sido muy importante, se ha ido sola a otros países como Panamá, México, Brasil y Venezuela”, resaltó.

“Cuando el hijo está llorando le duele, es a la mamá,
Cuando el hijo tiene hambre le duele, es a la mamá
Ella no lo puede dejar, si es el hijo de sus amores,
Puede tener un mundo de errores, pero no para la mamá.
No hay como la mamá de uno, no hay como la mamá de uno”.

Andrés Beleño fue dotado de un talento sin igual, canta, versea y toca guacharaca, “tocar guacharaca parece fácil, pero es berraco, la guacharaca es el instrumento que debe mantener el ritmo en la agrupación”, aseguró.

Es considerado como uno de los mejores verseadores de la región, ha participado en innumerable concursos, asegura que con ese talento se nace, “yo nací con ese talento porque cuando me trajeron al mundo no enseñaban eso, mi abuelo decía que nosotros andamos a la ley del burro, no hay nadie que responda por nosotros”, expresó.

Según Beleño, la piqueria requiere de un toque especial, de una ‘pimientica’ y de mucha agilidad mental, eso ya casi no se ve, y asegura que a eso se debe la poca participación en la categoría de los concursos en los festivales.

“Mire que cuando empiezan las riñas de versos todo el mundo se acerca a la tarima a escuchar y a aplaudir, los asistentes se gozan la riña de versos, pero ya quedamos pocos repentistas, nadie está enseñando a versear; aunque con esto se nace”, resaltó.

Tiene seis hijos quienes han heredado su pasión por la música, junto a su esposa piensa pasar sus últimos días, acompañándola a la iglesia los domingos. Sus padres aún viven y con una gran carcajada, asegura que su papá aun mueve la batea.

Los últimos cinco años, sus composiciones se han catapultado como éxitos musicales a nivel nacional, asegura que el vallenato tiene una cosa y es que siempre tiende a ser original.

“Aunque la música debe evolucionar, siempre debe ser original. Lo que llega al público debe tener lógica, sentido, pimientica, historia, sin historia no permanece porque no tiene que la sostenga en el ambiente”.

Cataloga su música y su estilo como costumbrista, Beleño le compone a lo que observa en la cotidianidad pero no le canta al romanticismo, manifiesta que por eso no ha tenido más éxito, pero prefiere quedarse así cantándole al manduco, a sus amigos, a sus hijos y no a la modernidad, “a música de ahora no tiene historias, ni cuentos, los dichos hacen que las canciones permanezcan” dijo.

Andrés Beleños es consciente de lo que le ha dado al folclor vallenato, pero asegura que la gente es inconsciente de ello, “Yo quisiera ser de Palenque o San Andrés, allá son más defensores de sus derechos de lo que les corresponde, de su natalidad”, anotó.

Su agilidad en la riña de versos, en la composición y su trayectoria en el folclor le han permitido ser exaltado en muchos festivales, este fin de semana le rendirán un homenaje en el corregimiento de Guaimaral, ubicado al sur de Valledupar, localidad que se viste de fiesta con el Festival del Carnero y las fiestas Patronales de San Juan Bautista.

“El festival del Carnero tiene muchos argumentos para hacerme este homenaje sin yo ser de Guaimaral, pero ellos son agradecidos. Junto a mi suegro ‘Carmencito’ Mendoza impulsamos ese festival que se realiza hace 22 años ininterrumpidos, que siempre queda bien y no le debe ningún peso a nadie”, aseguró Beleño.

En el Festival del Carnero se realizan las categorías de acordeón aficionado, piqueria y canción inédita, son las modalidades donde los expertos se enfrentarán por los premios y trofeos. Desde su inicio este festival ha tenido gran simpatía y acogida entre los asistentes que llegan anualmente a estas festividades que se celebran simultáneamente con las del santo patrono San Juan Bautista.

De esta manera la junta organizadora del evento tiene como principal objetivo rescatar, resaltar y fomentar las tradiciones culturales y folclórica del corregimiento de Guaimaral y de la región a través de la realización del Festival del Carnero, además de brindar una oportunidad a intérpretes de la música vallenata en todas sus modalidades y exaltar la vocación agrícola de la población.

Por Ariadne Osorio Ponce/ EL PILÓN.

Farándula
18 junio, 2017

Andrés Beleño, tiene el picante de la música costumbrista

Este es el primer rey del concurso de Piqueria realizado durante el Festival de la Leyenda Vallenata en 1979. Desde entonces continuó participando en otros festivales del país siendo exaltado por su habilidad en las riñas de versos.


Andrés Beleño es natural del municipio de Chiriguaná, Cesar; ha escrito varias canciones vallenatas las cuales han sido interpretadas por los artistas más representativos de la música de acordeón como Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta quien le grabó ‘La campana’.
Andrés Beleño es natural del municipio de Chiriguaná, Cesar; ha escrito varias canciones vallenatas las cuales han sido interpretadas por los artistas más representativos de la música de acordeón como Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta quien le grabó ‘La campana’.

No recuerda el número exacto de las canciones que ha compuesto, cree que pueden ser 200 pero no lo tiene claro, asegura que los años están causando estragos en su mente, pero no en su creatividad, puesto que el posicionamiento musical de las canciones de su autoría que han sido grabadas por importantes artistas de la música vallenata le dan la razón al autor de ‘La campana’, ‘El gorrero’, ‘Meneando la batea’, entre otras.

Andrés Emilio Beleño Pava, nació en 1948 en la calle San Miguel del municipio de Chiriguaná, pero se creció en el corregimiento de El Playón. Cursó hasta cuarto de primaria, “cuando llegué al colegio tenía un gran problema y era que yo sabía leer, pero no sabía escribir ni acomodar los números, eso fue mi tropiezo y no seguí estudiando”, manifestó.

Su amor por la música inició a los 12 años cuando creó su primer verso, asegura que le hacía verso a todo, “si un zorro se llevaba una gallina; si una culebra picaba a alguien en la región”, cualquier cosa era fuente de inspiración.

A los 16 años llegó a Valledupar, con la valentía y espontaneidad que lo caracterizan se presentó por primera vez en un festival, pese a ser su primera vez en una tarima, el Festival de la Leyenda Vallenata fue su pista de vuelo en 1972 se presentó la categoría Canción Inédita con la canción ‘Orgullo triste’. “Me acompañó Andrés Landero Meza, uno de los músicos más reconocidos en ese tiempo y yo conté con ese privilegio. Así logré darme a conocer porque nadie sabía de donde venía yo”, precisó.

Siete años después surgió el concurso de Piqueria en el Festival Vallenato y según cuenta el repentista, se inscribió obligado por un amigo que reconocía su talento, así se coronó como el primer rey en 1979.

Artistas conocidos y no muy conocidos le han grabado sus canciones, asegura que pueden ser un número superior a las 100 canciones. Asegura que la canción que más triunfos le ha entregado es ‘La mamá de uno’: “una canción que grabó un conjunto poco conocido pero que ha sido muy importante, se ha ido sola a otros países como Panamá, México, Brasil y Venezuela”, resaltó.

“Cuando el hijo está llorando le duele, es a la mamá,
Cuando el hijo tiene hambre le duele, es a la mamá
Ella no lo puede dejar, si es el hijo de sus amores,
Puede tener un mundo de errores, pero no para la mamá.
No hay como la mamá de uno, no hay como la mamá de uno”.

Andrés Beleño fue dotado de un talento sin igual, canta, versea y toca guacharaca, “tocar guacharaca parece fácil, pero es berraco, la guacharaca es el instrumento que debe mantener el ritmo en la agrupación”, aseguró.

Es considerado como uno de los mejores verseadores de la región, ha participado en innumerable concursos, asegura que con ese talento se nace, “yo nací con ese talento porque cuando me trajeron al mundo no enseñaban eso, mi abuelo decía que nosotros andamos a la ley del burro, no hay nadie que responda por nosotros”, expresó.

Según Beleño, la piqueria requiere de un toque especial, de una ‘pimientica’ y de mucha agilidad mental, eso ya casi no se ve, y asegura que a eso se debe la poca participación en la categoría de los concursos en los festivales.

“Mire que cuando empiezan las riñas de versos todo el mundo se acerca a la tarima a escuchar y a aplaudir, los asistentes se gozan la riña de versos, pero ya quedamos pocos repentistas, nadie está enseñando a versear; aunque con esto se nace”, resaltó.

Tiene seis hijos quienes han heredado su pasión por la música, junto a su esposa piensa pasar sus últimos días, acompañándola a la iglesia los domingos. Sus padres aún viven y con una gran carcajada, asegura que su papá aun mueve la batea.

Los últimos cinco años, sus composiciones se han catapultado como éxitos musicales a nivel nacional, asegura que el vallenato tiene una cosa y es que siempre tiende a ser original.

“Aunque la música debe evolucionar, siempre debe ser original. Lo que llega al público debe tener lógica, sentido, pimientica, historia, sin historia no permanece porque no tiene que la sostenga en el ambiente”.

Cataloga su música y su estilo como costumbrista, Beleño le compone a lo que observa en la cotidianidad pero no le canta al romanticismo, manifiesta que por eso no ha tenido más éxito, pero prefiere quedarse así cantándole al manduco, a sus amigos, a sus hijos y no a la modernidad, “a música de ahora no tiene historias, ni cuentos, los dichos hacen que las canciones permanezcan” dijo.

Andrés Beleños es consciente de lo que le ha dado al folclor vallenato, pero asegura que la gente es inconsciente de ello, “Yo quisiera ser de Palenque o San Andrés, allá son más defensores de sus derechos de lo que les corresponde, de su natalidad”, anotó.

Su agilidad en la riña de versos, en la composición y su trayectoria en el folclor le han permitido ser exaltado en muchos festivales, este fin de semana le rendirán un homenaje en el corregimiento de Guaimaral, ubicado al sur de Valledupar, localidad que se viste de fiesta con el Festival del Carnero y las fiestas Patronales de San Juan Bautista.

“El festival del Carnero tiene muchos argumentos para hacerme este homenaje sin yo ser de Guaimaral, pero ellos son agradecidos. Junto a mi suegro ‘Carmencito’ Mendoza impulsamos ese festival que se realiza hace 22 años ininterrumpidos, que siempre queda bien y no le debe ningún peso a nadie”, aseguró Beleño.

En el Festival del Carnero se realizan las categorías de acordeón aficionado, piqueria y canción inédita, son las modalidades donde los expertos se enfrentarán por los premios y trofeos. Desde su inicio este festival ha tenido gran simpatía y acogida entre los asistentes que llegan anualmente a estas festividades que se celebran simultáneamente con las del santo patrono San Juan Bautista.

De esta manera la junta organizadora del evento tiene como principal objetivo rescatar, resaltar y fomentar las tradiciones culturales y folclórica del corregimiento de Guaimaral y de la región a través de la realización del Festival del Carnero, además de brindar una oportunidad a intérpretes de la música vallenata en todas sus modalidades y exaltar la vocación agrícola de la población.

Por Ariadne Osorio Ponce/ EL PILÓN.