Publicidad
Categorías
Categorías
Comunidad - 2 abril, 2013

A una familia del barrio Villa Miriam de Valledupar, un incendio los dejó en la calle

Durante dos días, la familia Carrera Quintero debió dormir en la terraza de su vivienda, luego que esta se incendiara casi en su totalidad, al parecer por un corto circuito que se habría originado al producirse fluctuaciones en el sistema de energía

Durante dos días, la familia Carrera Quintero debió dormir en la terraza de su vivienda, luego que esta se incendiara casi en su totalidad, al parecer por un corto circuito que se habría originado al producirse fluctuaciones en el sistema de energía, según expresaron los vecinos del barrio Villa Miriam de Valledupar.

En esa casa localizada en la manzana 30 casa número 26, las llamas consumieron todos los enseres y las pérdidas materiales superan los 15 millones de pesos.

Yanet Quintero Maz y su esposo Luis Alberto Carrera Aguancha, quien trabaja como operador de maquinaria pesada en Drummond, perdieron todo lo que tenían y tres días después, ninguna autoridad local, de gestión social, ni de la empresas de energía, se han acercado a su casa para ofrecerles ayuda y verificar las verdaderas causas del incendio, que por poco causa una tragedia familiar, debido a que las seis personas que habitan el inmueble, tuvieron que saltar una pared para no ser presa de las llamas, por cuanto la sala y la puerta de la calle la impedían salir.

Los afectados viven una de los peores momentos de su vida al perder todas sus pertenencias incluyendo las camas y los colchones, razón por la que deben tender sabanas en la terraza, para tratar de conciliar el sueño, por cuanto deben estar pendientes a que los ladrones no ingresen y se lleven los pocos elementos que no fueron consumidos por las llamas.

No se puede ingresar a la vivienda por el fuerte olor a quemado y las malas condiciones en que quedaron el techo y las paredes.

“A mi esposo le tocó salir a prestar plata para comprar algo y medio arreglar la casita que obtuvimos con tanto sacrificio, con el fin de poder dormir un poco e irnos acomodando poco a poco y enfrentar la vida. Cuando vi mi casa en llamas, yo me aferré a Dios, la candela inició en la habitación de la esposa de mi hijo, donde no quedó nada de ella, ni del niño de ocho días de nacido. Por fortuna, esa noche de la conflagración, ella se había ido para la casa de su mamá”, dijo la mujer.

La oportuna intervención del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad, evitó que las llamas se extendieran hasta las viviendas vecinas. A estos bomberos les tocó romper el techo, para poder sofocar las llamas que tomaron una altura considerable.

“Lo único que no se quemó, fue una biblia de mi hijo, la compró recientemente. Yo quedé con la ropa que tenía puesta ese día. Los vecinos nos ayudaron mucho, nos ofrecieron ropa, sabanas y otros elementos indispensables, para mitigar un poco lo sucedido”, explicó Yanet Quintero Maz, aún asombrada por lo sucedido, con los vestigios de la conflagración , porque sus manos, su rostro y su ropa, estaban teñidas de hollín.

Electricaribe anunció en un comunicado de prensa que iniciará un plan de mejoramiento en varios transformadores, para evitar las fluctuaciones de energía.

Puntos de vista

Himera Gutiérrez, vecina. “Yo estaba sentada en la puerta de mi casa y sentí como una explosión; de inmediato salía humo y se veía la candela por el techo. Pienso que el incendio se debió por las fallas en la luz, porque se subía y se bajaba mucho, y pudo producirse una sobrecarga”.

Luis Alberto Carrera Aguancha, propietario de la vivienda. “Estoy sorprendido, porque hasta mi casa no ha llegado ninguna persona a verificar lo sucedido, ni para ofrecerme apoyo económico. Hay evidencia que fue por la fluctuación de la luz y hay evidencia para instaurar una demanda contra Electricaribe”.

Gustavo Campo, vecino. “El apoyo de quienes residimos en este sector, fue incondicional. Hicimos hasta lo imposible para sofocar el incendio, pero fue difícil, porque fue una cosa muy rápida y las llamas se apoderaron de toda la casa”.

 

Comunidad
2 abril, 2013

A una familia del barrio Villa Miriam de Valledupar, un incendio los dejó en la calle

Durante dos días, la familia Carrera Quintero debió dormir en la terraza de su vivienda, luego que esta se incendiara casi en su totalidad, al parecer por un corto circuito que se habría originado al producirse fluctuaciones en el sistema de energía


Durante dos días, la familia Carrera Quintero debió dormir en la terraza de su vivienda, luego que esta se incendiara casi en su totalidad, al parecer por un corto circuito que se habría originado al producirse fluctuaciones en el sistema de energía, según expresaron los vecinos del barrio Villa Miriam de Valledupar.

En esa casa localizada en la manzana 30 casa número 26, las llamas consumieron todos los enseres y las pérdidas materiales superan los 15 millones de pesos.

Yanet Quintero Maz y su esposo Luis Alberto Carrera Aguancha, quien trabaja como operador de maquinaria pesada en Drummond, perdieron todo lo que tenían y tres días después, ninguna autoridad local, de gestión social, ni de la empresas de energía, se han acercado a su casa para ofrecerles ayuda y verificar las verdaderas causas del incendio, que por poco causa una tragedia familiar, debido a que las seis personas que habitan el inmueble, tuvieron que saltar una pared para no ser presa de las llamas, por cuanto la sala y la puerta de la calle la impedían salir.

Los afectados viven una de los peores momentos de su vida al perder todas sus pertenencias incluyendo las camas y los colchones, razón por la que deben tender sabanas en la terraza, para tratar de conciliar el sueño, por cuanto deben estar pendientes a que los ladrones no ingresen y se lleven los pocos elementos que no fueron consumidos por las llamas.

No se puede ingresar a la vivienda por el fuerte olor a quemado y las malas condiciones en que quedaron el techo y las paredes.

“A mi esposo le tocó salir a prestar plata para comprar algo y medio arreglar la casita que obtuvimos con tanto sacrificio, con el fin de poder dormir un poco e irnos acomodando poco a poco y enfrentar la vida. Cuando vi mi casa en llamas, yo me aferré a Dios, la candela inició en la habitación de la esposa de mi hijo, donde no quedó nada de ella, ni del niño de ocho días de nacido. Por fortuna, esa noche de la conflagración, ella se había ido para la casa de su mamá”, dijo la mujer.

La oportuna intervención del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad, evitó que las llamas se extendieran hasta las viviendas vecinas. A estos bomberos les tocó romper el techo, para poder sofocar las llamas que tomaron una altura considerable.

“Lo único que no se quemó, fue una biblia de mi hijo, la compró recientemente. Yo quedé con la ropa que tenía puesta ese día. Los vecinos nos ayudaron mucho, nos ofrecieron ropa, sabanas y otros elementos indispensables, para mitigar un poco lo sucedido”, explicó Yanet Quintero Maz, aún asombrada por lo sucedido, con los vestigios de la conflagración , porque sus manos, su rostro y su ropa, estaban teñidas de hollín.

Electricaribe anunció en un comunicado de prensa que iniciará un plan de mejoramiento en varios transformadores, para evitar las fluctuaciones de energía.

Puntos de vista

Himera Gutiérrez, vecina. “Yo estaba sentada en la puerta de mi casa y sentí como una explosión; de inmediato salía humo y se veía la candela por el techo. Pienso que el incendio se debió por las fallas en la luz, porque se subía y se bajaba mucho, y pudo producirse una sobrecarga”.

Luis Alberto Carrera Aguancha, propietario de la vivienda. “Estoy sorprendido, porque hasta mi casa no ha llegado ninguna persona a verificar lo sucedido, ni para ofrecerme apoyo económico. Hay evidencia que fue por la fluctuación de la luz y hay evidencia para instaurar una demanda contra Electricaribe”.

Gustavo Campo, vecino. “El apoyo de quienes residimos en este sector, fue incondicional. Hicimos hasta lo imposible para sofocar el incendio, pero fue difícil, porque fue una cosa muy rápida y las llamas se apoderaron de toda la casa”.