El puente fue entregado el pasado 30 de marzo a la ciudadanía. No obstante, la administración municipal se comprometió a hacer unos ‘ajustes’ a la obra.
Pese a haberse hecho las adecuaciones que prometió la Alcaldía de Valledupar, bajo la dirección de la Secretaría de Obras Públicas local, la ciudadanía reafirma que el puente construido en el barrio Villa Taxi representa un peligro para los conductores, transeúntes y comerciantes, toda vez que la altura, falta de barandas y ‘escaleras de calidad’ son la deficiencia más visible de la obra.
EL PILÓN dialogó con el secretario de Obras, Efraín Quintero, quien manifestó que la administración cumplió con el compromiso de entregar las adecuaciones en un término de 45 días. “Las barandas de protección, escaleras y reductores de velocidad fueron entregados. Dejamos las escaleras tal cual ellos las querían”.
Sin embargo, esta casa editorial realizó un recorrido por el lugar y conversó con algunos habitantes de la zona, quienes insistieron en que el puente no cumple las condiciones ni expectativas planteadas por el proyecto inicial.
“Estamos insatisfechos, a esta obra le hizo falta de todo. Según ellos se gastaron un poco de plata en este puente y tiene varias imperfecciones. Los carros y motos prácticamente pasan por encima de las casas. Sin duda alguna este puente representa un peligro para todos”, acotó uno de los habitantes que vive en inmediaciones de la rampa vehicular.
Debido a la altura, las viviendas quedaron ‘sepultadas’, según dicen los habitantes. “No nos quejamos porque seamos revolucionarios sino porque tenemos derechos. Al edificar el puente, a parte de que lo hicieron muy alto, sepultaron las casas. Este puente da hasta vergüenza verlo”, expresó Edilberto Piña.
Por otra parte, los comerciantes aseguran haberse visto altamente afectados. Nilson Cortés, dueño del negocio Merkatodo, ubicado justo ‘debajo’ del puente señaló: “Hay un vacío entre la zona peatonal y el comienzo de las escaleras, las personas se pueden caer desde esa altura. El puente tapó el negocio, y como consecuencia de esto se han bajado mucho las ventas”.
Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
El puente fue entregado el pasado 30 de marzo a la ciudadanía. No obstante, la administración municipal se comprometió a hacer unos ‘ajustes’ a la obra.
Pese a haberse hecho las adecuaciones que prometió la Alcaldía de Valledupar, bajo la dirección de la Secretaría de Obras Públicas local, la ciudadanía reafirma que el puente construido en el barrio Villa Taxi representa un peligro para los conductores, transeúntes y comerciantes, toda vez que la altura, falta de barandas y ‘escaleras de calidad’ son la deficiencia más visible de la obra.
EL PILÓN dialogó con el secretario de Obras, Efraín Quintero, quien manifestó que la administración cumplió con el compromiso de entregar las adecuaciones en un término de 45 días. “Las barandas de protección, escaleras y reductores de velocidad fueron entregados. Dejamos las escaleras tal cual ellos las querían”.
Sin embargo, esta casa editorial realizó un recorrido por el lugar y conversó con algunos habitantes de la zona, quienes insistieron en que el puente no cumple las condiciones ni expectativas planteadas por el proyecto inicial.
“Estamos insatisfechos, a esta obra le hizo falta de todo. Según ellos se gastaron un poco de plata en este puente y tiene varias imperfecciones. Los carros y motos prácticamente pasan por encima de las casas. Sin duda alguna este puente representa un peligro para todos”, acotó uno de los habitantes que vive en inmediaciones de la rampa vehicular.
Debido a la altura, las viviendas quedaron ‘sepultadas’, según dicen los habitantes. “No nos quejamos porque seamos revolucionarios sino porque tenemos derechos. Al edificar el puente, a parte de que lo hicieron muy alto, sepultaron las casas. Este puente da hasta vergüenza verlo”, expresó Edilberto Piña.
Por otra parte, los comerciantes aseguran haberse visto altamente afectados. Nilson Cortés, dueño del negocio Merkatodo, ubicado justo ‘debajo’ del puente señaló: “Hay un vacío entre la zona peatonal y el comienzo de las escaleras, las personas se pueden caer desde esa altura. El puente tapó el negocio, y como consecuencia de esto se han bajado mucho las ventas”.
Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN