En sus personajes siempre narra tradiciones culturales de la región, en donde las mujeres son las protagonistas.
‘La rezandera’, ‘La llamada telefónica’ y ‘El velorio’, son algunos de los monólogos inspirados en la representación de la mujer que ha realizado el actor de teatro William Morón durante los 50 años de trayectoria artística, con los que se ha ganado el reconocimiento entre los artistas locales y nacionales.
En diálogo con EL PILÓN, el artista mencionó que estos fueron creados teniendo en cuenta la riqueza cultural de las mujeres de la región Caribe y del Pacífico colombiano, argumentando que son féminas con expresiones corporales llamativas que utiliza para la construcción física, emocional, creativa y social de sus personajes.
En su vestuario incluye siempre vestidos, faldas, blusas, tacones, maquillaje, donde el labial rojo es el protagonista; accesorios como bolsos, zapatos, collares y camándulas.
“Mis papeles son siempre femeninos, porque me puse a ver que las mujeres de la costa Caribe y las del Pacífico tienen mucha expresión corporal, movimientos en el cuerpo para hablar, para peinarse, para hablar con la vecina y las ves haciendo gestos, entonces dije que esos gestos podría también hacerlos un hombre”, explicó William Morón.
Además, señaló que a través de estos hace visible a la mujer en las artes y especialmente en el teatro, haciendo referencia a que en la edad media estas no tenían participación en la cultura. “En la edad media la mujer era vetada en los teatros de Roma, entonces en los carnavales los hombres hacían el papel de mujer, de que estaban alumbrando y dije que eso lo podía meter, por eso en mis monólogos la mujer es un factor importante”, señaló.
Explicó también que varios de sus papeles están inspirados en mujeres de su familia. Por ejemplo: ‘La rezandera’ es en honor a su madre, ‘La llamada telefónica’, inspirado en María Uhía Meza, ‘El velorio’, en los velatorios de la primera clase de los pueblos, que se realizaban en las casas, cuya tradición permanece arraigada en varias partes del país y, ‘Ay cuando yo iba al cine’, en el que narra anécdotas de varias mujeres que trabajaban a las afueras del Teatro Cesar en Valledupar y comentaban todos los sucesos que ocurrían en el cine de esa época en la ciudad.
Confesó que cuando escribió los monólogos los hizo para que los representara una mujer, pero ninguna de las actrices que actuaban con él pudo con el personaje, por lo que resolvió representarlos él, siendo un éxito total, innovando para no ser repetitivos, ya que sus primeros personajes fueron creados en la década de los 80.
En su vasta experiencia, William Morón ha participado en series, telenovelas y obras de teatro, realizando adaptaciones como ‘La custodia de Badillo’ y ‘La patillalera’ del compositor Rafael Escalona; ‘El coronel no tiene quien le escriba’, de Gabriel García Márquez; ‘Fue gol de Yepes’, entre otras.
Actualmente trabaja en las obras de teatro ‘A mis pueblos no volverán los maromeros’, ‘El cuento del patacón’ y ‘Por buena reconciliación’.
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.
En sus personajes siempre narra tradiciones culturales de la región, en donde las mujeres son las protagonistas.
‘La rezandera’, ‘La llamada telefónica’ y ‘El velorio’, son algunos de los monólogos inspirados en la representación de la mujer que ha realizado el actor de teatro William Morón durante los 50 años de trayectoria artística, con los que se ha ganado el reconocimiento entre los artistas locales y nacionales.
En diálogo con EL PILÓN, el artista mencionó que estos fueron creados teniendo en cuenta la riqueza cultural de las mujeres de la región Caribe y del Pacífico colombiano, argumentando que son féminas con expresiones corporales llamativas que utiliza para la construcción física, emocional, creativa y social de sus personajes.
En su vestuario incluye siempre vestidos, faldas, blusas, tacones, maquillaje, donde el labial rojo es el protagonista; accesorios como bolsos, zapatos, collares y camándulas.
“Mis papeles son siempre femeninos, porque me puse a ver que las mujeres de la costa Caribe y las del Pacífico tienen mucha expresión corporal, movimientos en el cuerpo para hablar, para peinarse, para hablar con la vecina y las ves haciendo gestos, entonces dije que esos gestos podría también hacerlos un hombre”, explicó William Morón.
Además, señaló que a través de estos hace visible a la mujer en las artes y especialmente en el teatro, haciendo referencia a que en la edad media estas no tenían participación en la cultura. “En la edad media la mujer era vetada en los teatros de Roma, entonces en los carnavales los hombres hacían el papel de mujer, de que estaban alumbrando y dije que eso lo podía meter, por eso en mis monólogos la mujer es un factor importante”, señaló.
Explicó también que varios de sus papeles están inspirados en mujeres de su familia. Por ejemplo: ‘La rezandera’ es en honor a su madre, ‘La llamada telefónica’, inspirado en María Uhía Meza, ‘El velorio’, en los velatorios de la primera clase de los pueblos, que se realizaban en las casas, cuya tradición permanece arraigada en varias partes del país y, ‘Ay cuando yo iba al cine’, en el que narra anécdotas de varias mujeres que trabajaban a las afueras del Teatro Cesar en Valledupar y comentaban todos los sucesos que ocurrían en el cine de esa época en la ciudad.
Confesó que cuando escribió los monólogos los hizo para que los representara una mujer, pero ninguna de las actrices que actuaban con él pudo con el personaje, por lo que resolvió representarlos él, siendo un éxito total, innovando para no ser repetitivos, ya que sus primeros personajes fueron creados en la década de los 80.
En su vasta experiencia, William Morón ha participado en series, telenovelas y obras de teatro, realizando adaptaciones como ‘La custodia de Badillo’ y ‘La patillalera’ del compositor Rafael Escalona; ‘El coronel no tiene quien le escriba’, de Gabriel García Márquez; ‘Fue gol de Yepes’, entre otras.
Actualmente trabaja en las obras de teatro ‘A mis pueblos no volverán los maromeros’, ‘El cuento del patacón’ y ‘Por buena reconciliación’.
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.