Aunque no tiene vena artística se declara descendiente de la historia musical de Lorenzo Morales, ‘Moralito’, que con su canto y composición lo arropó cuando era un niño de apenas 10 años, influencia musical que lo hizo preferir un acordeón en vez de los juegos tradicionales de los infantes en las polvorientas calles de Guacoche, corregimiento ubicado en el norte de Valledupar.
“Mi papá era cajero y nosotros éramos vecinos de ‘Moralito’, cuando él cogía el acordeón me iba para su casa a escucharlo; un día ‘Moralito’ le dijo a mi papá que me comprara un acordeón y así fue, me lo regalaron”, recuerda Vicente Atanasio Atencio Pérez, hoy con 74 años.
Es un hombre de origen campesino que desbordó su creatividad en la música vallenata gracias a la improvisación que adquirió de su maestro inmortalizado en una de las canciones más representativas de la música vallenata, ‘La Gota Fría’.
Sus recuerdos están intactos, en un viejo baúl echó el terrible paso de la violencia por su pueblo, que cobró vidas como la de Argemiro Quiroz Márquez, que junto a él será homenajeado este año en el Festival Folclórico y Cultura de la Tinaja en Guacoche, se realizará del 12 al 14 de diciembre.
Guacoche es una comunidad afrodescendiente a la que el paramilitarismo le arrebató su líder más querido (Argemiro Quiroz) y durante 10 años la sometió, pero la violencia fue desterrada y ahora este es un pueblo destacado por su tradición artística con sus músicos y artesanos.
El sello de terror que golpeó a los guacocheros también marco a otros corregimientos cercanos como Guacochito, Badillo, Las Raíces, La Vega y Patillal. En Guacoche todo cambió, en sus calles no se ve la Policía, pero muchos aseguran que no hace falta, porque a diferencia de su capital, Valledupar, en este pueblo no hay atracos y las riñas entre vecinos, por lo general, no pasan a mayores.
Como la mayoría de sus paisanos, Vicente no puede olvidar el pasado violento, sin embargo encontró en la unión de letras y melodías el remedio para endulzar los amargos recuerdos.
“Ser muy bueno es causar problemas, desde pequeño tengo ese dicho, tengo el ejemplo de Jesucristo que no ha debido pagar condena, hoy a mí me castiga una morena que por ser bueno ella no me quiso”, dice el estribillo de un merengue de su autoría, canción que compartió en escenarios con artistas como Elberto ‘El Debe’ López, Lorenzo Morales, Rafael Salas y ‘El Negrito’ Villa.
Atencio Pérez se retiró por un largo tiempo de la música porque no le era un oficio rentable, con cuatro hijos que mantener prefirió dedicarse al campo y dejar a un lado su amado acordeón.
“Me retiré porque cuando tocaba tenía obligaciones y eso no daba plata, lo llevaban a uno a parrandear sin plata; eso me fue desmotivando y me llevó a alejarme. Ahora regresé porque mi hijo Pedro me compró un acordeón y hace 11 años no he parado de tocar”, contó el juglar.
Ahora Vicente Atanasio disfruta su reencuentro melodioso con la música. “Esto me ha servido porque la música es salud, me conserva en mejor estado y todo porque no vivo preocupado y me dedico a sentirla”, dijo el juglar durante el lanzamiento de la versión 13 Festival de la Tinaja que este año le rinde homenaje a él y otros tres personajes destacados del pueblo, Vismel Castilla Vanegas, Argemiro Quiroz Márquez y Adulfo Cujia Rondón.
En el certamen habrá concursos de canción inédita, piqueria, mejor voz y acordeón infantil. Con la música Guacoche ha dejado la época de la violencia en el baúl de los recuerdos, y muestra de ello es que en la actualidad este corregimiento tiene el Consejo Comunitario de Comunidades Afrocolombianas más organizado y activo de los seis que existen en Valledupar. Desde el 2010 los guacocheros trabajan en el fortalecimiento de conciencia ciudadana, liderazgo, participación comunitaria, crecimiento personal, arraigo y cimentación de la cultura, con el apoyo de un programa de Naciones Unidas.
“Me retiré porque cuando tocaba tenía obligaciones y eso no daba plata, lo llevaban a uno a parrandear sin plata; eso me fue desmotivando y me llevó a alejarme. Ahora regresé”: Vicente Atencio Pérez.
Vicente Atanasio Atencio no puede olvidar el pasado, aunque encontró en la unión de letras y melodías el remedio casi perfecto para hacerlo.
Por Carlos Mario Jiménez
carlos.jimenez@elpilon.com.co










