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General - 11 agosto, 2022

Veinticuatro años del asesinato de la periodista vallenata Amparo Jiménez  

Este fue el primer campanazo que tuvo el periodismo regional sobre lo que estaba ocurriendo en la época, en palabras de la coordinadora de la Comisión de la Verdad en la región Caribe. 

Amparo Jiménez trabajó para Radio Guatapurí, Diario Vallenato, El Heraldo, entre otros medios de comunicación.  FOTO: ARCHIVO.
Amparo Jiménez trabajó para Radio Guatapurí, Diario Vallenato, El Heraldo, entre otros medios de comunicación. FOTO: ARCHIVO.
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Amparo Jiménez Pallares fue asesinada el martes 11 de agosto de 1998 a sus 37 años, en Valledupar, siendo delegada del ‘Programa presidencial para la reinserción’ y coordinadora de la Red Nacional de Iniciativas por la Paz, Redepaz en la región. 

El sicario se transportaba en una motocicleta, fue identificado como Leonardo Prado Bayona y se conoció que pese a haber estado recluido  en la cárcel judicial de Santa Marta, tener pendientes con la justicia, cometió el crimen. 

Por estos hechos ocurridos hace veinticuatros años en el barrio El Cerrito, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario,  Inpec, pidió perdón a la familia de la comunicadora social y periodista en el año 2012. 

Amparo Jiménez se graduó como comunicadora social y periodista de la Universidad Autónoma del Caribe en Barranquilla.                                               FOTO: ARCHIVO.  

ANTECEDENTES 

En agosto de 1996 el diario EL PILÓN informó que Jiménez Pallares, corresponsal del noticiero Q.A.P, había sido intimidada por paramilitares cuando regresaba de cubrir el desalojo de más de cien familias en la hacienda Bellacruz, ubicada en un extenso terreno al sur del Cesar. 

Le dijeron que en esa zona el periodismo estaba “prohibido”. El camarógrafo que la acompañaba fue despojado de la cámara, las luces, los casetes con la grabación de los hechos citados, entre otros elementos del ejercicio periodístico. 

“Resulta evidente que no les convenía que saliera publicado el material que llevábamos porque eran graves denuncias”, le dijo Jiménez a EL PILÓN en esa época. 

Lea también: Caso Amparo Jiménez: ¿error o crimen de Estado?

LA PERIODISTA 

Pero la comunicadora social y periodista no detuvo su ejercicio profesional y tampoco cesó en la búsqueda de la paz en el Cesar y La Guajira. “A pesar de todo no voy a dejar el periodismo porque para esto nací y amo esta profesión”, agregó Amparo a este diario. 

“Periodista de carácter, independiente, de fuerza, que elevaba su voz cuando había que elevarla y la ponía al servicio de la gente”, es la descripción que hace la también comunicadora Ana María Ferrer de quien era su colega. 

Ferrer es, además, la coordinadora de la Comisión de la Verdad en la región Caribe, órgano que analizó patrones de violencia  en el marco del conflicto armado. En ese estudio del patrón de afectación  a la democracia, donde el periodismo juega un papel fundamental, se referenciaron los asesinatos de Amparo Jiménez y Guzmán Quintero. 

“Asesinada una voz de paz” fue el titular del diario EL PILÓN al día siguiente del crimen.
FOTO: CORTESÍA. 

SOBRE SU HIJO

El día de la tragedia, Amparo regresaba a su casa después de haber dejado a su hijo Gustavo José Cuello, de 12 años, en el colegio Santa Fe de Valledupar. Gustavo José va a cumplir 37 años, es ingeniero industrial y reside en Barranquilla con la familia que conformó. Su padre, de quien heredó el mismo nombre, recuerda a la activista vallenata como “una mujer rígida en su ejercicio profesional, que no tragaba entero y frentera”. 

Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN. 

@andreaguerraperiodista

General
11 agosto, 2022

Veinticuatro años del asesinato de la periodista vallenata Amparo Jiménez  

Este fue el primer campanazo que tuvo el periodismo regional sobre lo que estaba ocurriendo en la época, en palabras de la coordinadora de la Comisión de la Verdad en la región Caribe. 


Amparo Jiménez trabajó para Radio Guatapurí, Diario Vallenato, El Heraldo, entre otros medios de comunicación.  FOTO: ARCHIVO.
Amparo Jiménez trabajó para Radio Guatapurí, Diario Vallenato, El Heraldo, entre otros medios de comunicación. FOTO: ARCHIVO.
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Amparo Jiménez Pallares fue asesinada el martes 11 de agosto de 1998 a sus 37 años, en Valledupar, siendo delegada del ‘Programa presidencial para la reinserción’ y coordinadora de la Red Nacional de Iniciativas por la Paz, Redepaz en la región. 

El sicario se transportaba en una motocicleta, fue identificado como Leonardo Prado Bayona y se conoció que pese a haber estado recluido  en la cárcel judicial de Santa Marta, tener pendientes con la justicia, cometió el crimen. 

Por estos hechos ocurridos hace veinticuatros años en el barrio El Cerrito, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario,  Inpec, pidió perdón a la familia de la comunicadora social y periodista en el año 2012. 

Amparo Jiménez se graduó como comunicadora social y periodista de la Universidad Autónoma del Caribe en Barranquilla.                                               FOTO: ARCHIVO.  

ANTECEDENTES 

En agosto de 1996 el diario EL PILÓN informó que Jiménez Pallares, corresponsal del noticiero Q.A.P, había sido intimidada por paramilitares cuando regresaba de cubrir el desalojo de más de cien familias en la hacienda Bellacruz, ubicada en un extenso terreno al sur del Cesar. 

Le dijeron que en esa zona el periodismo estaba “prohibido”. El camarógrafo que la acompañaba fue despojado de la cámara, las luces, los casetes con la grabación de los hechos citados, entre otros elementos del ejercicio periodístico. 

“Resulta evidente que no les convenía que saliera publicado el material que llevábamos porque eran graves denuncias”, le dijo Jiménez a EL PILÓN en esa época. 

Lea también: Caso Amparo Jiménez: ¿error o crimen de Estado?

LA PERIODISTA 

Pero la comunicadora social y periodista no detuvo su ejercicio profesional y tampoco cesó en la búsqueda de la paz en el Cesar y La Guajira. “A pesar de todo no voy a dejar el periodismo porque para esto nací y amo esta profesión”, agregó Amparo a este diario. 

“Periodista de carácter, independiente, de fuerza, que elevaba su voz cuando había que elevarla y la ponía al servicio de la gente”, es la descripción que hace la también comunicadora Ana María Ferrer de quien era su colega. 

Ferrer es, además, la coordinadora de la Comisión de la Verdad en la región Caribe, órgano que analizó patrones de violencia  en el marco del conflicto armado. En ese estudio del patrón de afectación  a la democracia, donde el periodismo juega un papel fundamental, se referenciaron los asesinatos de Amparo Jiménez y Guzmán Quintero. 

“Asesinada una voz de paz” fue el titular del diario EL PILÓN al día siguiente del crimen.
FOTO: CORTESÍA. 

SOBRE SU HIJO

El día de la tragedia, Amparo regresaba a su casa después de haber dejado a su hijo Gustavo José Cuello, de 12 años, en el colegio Santa Fe de Valledupar. Gustavo José va a cumplir 37 años, es ingeniero industrial y reside en Barranquilla con la familia que conformó. Su padre, de quien heredó el mismo nombre, recuerda a la activista vallenata como “una mujer rígida en su ejercicio profesional, que no tragaba entero y frentera”. 

Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN. 

@andreaguerraperiodista