El vallenato ha cambiado. Las nuevas generaciones han llevado la música de caja, guacharaca y acordeón hacia fusiones y sonidos modernos que se alejan, poco a poco, del estilo que dominó durante décadas.
Aún así, emergen jóvenes que le apuestan a preservar la raíz del género sin dejar de crecer en la escena actual. Uno de ellos es José Caraballo, Rey Vallenato Juvenil 2024.
Caraballo alcanzó la corona tras siete años consecutivos compitiendo entre las categorías infantil y juvenil. Formado bajo la mentoría del maestro Juan José Granados, asegura que el triunfo llegó como resultado de la disciplina y la insistencia: “Estuve durante siete años intentándolo… hasta que el año pasado, gracias a la perseverancia, se me dio”, recuerda.
Tras coronarse, su agenda se transformó. El joven acordeonero tuvo presentaciones en ciudades como Nueva York, Miami y California, además de giras y eventos oficiales junto a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata. “Gracias a Dios he tenido muchas presentaciones… también pude ir acompañando a la fundación en el Teatro Julio Mario Santo Domingo con todos los reyes vallenatos”, cuenta.
Hoy combina su vida musical con sus estudios universitarios en la Corporación Universitaria Rafael Núñez. Por esa razón, anunció que hará una pausa festivalera mientras completa su formación profesional: “Me voy a tomar un descanso un par de años y luego sí retomo la parte festivalera”.
Aunque Caraballo disfruta del vallenato moderno, su conexión con el estilo clásico es evidente. Es admirador declarado de Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz y del sonido tradicional que marcaron esas épocas. “Soy un fanático perdido del vallenato clásico, pero también me gusta la parte moderna porque enriquece el folclor”, asegura.
Entre sus proyectos más recientes están varios covers grabados junto a Juan Diego Simanca y la producción de un EP con temas del repertorio clásico. La motivación vino desde casa: “Fue gracias al apoyo de mis padres… ellos fueron quienes me impulsaron estas canciones”, dice.
Pero José Caraballo también tiene un sueño claro, conocer y grabar algún día con Silvestre Dangond, uno de sus mayores referentes desde niño. “Mi sueño realmente es tocar y conocer al maestro Silvestre… Gracias a él comencé a inclinarme por la música vallenata”, confiesa.
A sus años, el joven rey juvenil ya suma experiencia en tarima, giras internacionales y un futuro prometedor dentro del folclor. Con una visión que respeta la tradición y abre espacio a lo nuevo, Caraballo hace parte de esa generación que impulsa el vallenato sin perder de vista su origen.












