El lunes 28 de abril inició el concurso de Acordeonera Menor en la edición 58° del Festival de la Leyenda Vallenata, que este año rinde homenaje al cantautor Omar Geles. Entre las 16 participantes de esta categoría está Galicia Carolina Camacho, una acordeonera de 12 años proveniente del Cerro de San Antonio, municipio de Magdalena, quien ha emprendido una travesía significativa para llegar a la capital mundial del vallenato.
Así relata Camacho el largo recorrido que realizó por segunda vez hasta Valledupar: “Del Cerro de San Antonio a Suan, Atlántico, tenemos que cruzar el río Magdalena en un Johnson, que es una canoa, y demora aproximadamente 15 a 20 minutos”. Ya en territorio atlanticense, debe tomar un bus que la lleve junto a su familia hasta Barranquilla, son alrededor dos horas y media de camino y luego otras 5 horas en carretera, si no hay trancones, hasta la capital cesarense.
Es decir, unas 8 horas de trayecto, desafiando el río y carreteras del Caribe a través de dos medios de transporte y pasando por 3 departamentos. Galicia asegura que si bien es un viaje largo y complejo, ya es parte de su cotidianidad cuando debe salir de su territorio. “Para mí, como ya estoy más o menos acostumbrada, lo siento normal”, dice.
El apoyo familiar
Su madre, Leonilde Gómez, asegura que esta travesía es posible debido al esfuerzo y la unión familiar para apoyar a la menor en su sueño de ser reina vallenata: “Los esfuerzos son bastantes, hacemos actividades durante todo el año para recoger fondos“, relata Gómez Villar, quien realiza trabajo doméstico en su casa y dicta clases particulares a niños con problemas de aprendizaje en su comunidad, actividad conocida como “refuerzos”.
En el Cerro de San Antonio hay talento, cuentan madre e hija, pero Galicia es una de las niñas que más ha sobresalido en esa región, por eso su familia se esfuerza por mostrar su talento y apoyarla en su camino. Fue en ese municipio donde inició su carrera en la música: “Un día en el Cerro no había luz, entonces para despejar la mente fui a la Casa de la Cultura. Mi mamá me iba a inscribir en un curso de danza, pero vi unos niños tocando el acordeón y le dije que me metiera en el de acordeón y de ahí empezó ese gusto”.
El camino de aprendizajes
Comenzó a tocar a los 10 años con el instrumento de la institución, pero el acordeón que utiliza ahora es un regalo de un doctor que la vio tocar en una presentación en su comunidad y le prometió uno. Esta es su segunda participación en el concurso de Acordeonera Menor, en el 2024 pasado quedó en décimo lugar, pero volvió para interpretar el paseo ‘La flor de mayo’, de la autoría de Otilio Galinde, y el merengue ‘El bozal’, de Leandro Díaz. Uno de sus temas favoritos en aire de son es ‘Altos de Rosario’, de Alejandro Durán.
Su preparación ha sido en gran parte virtual, bajo la tutoría del maestro Keiner Torres, debido a la dificultad de trasladarse desde el Cerro hasta Valledupar, de donde es el maestro. Antes, durante un año y medio, aprendió muchas canciones a través de tutoriales en la red social YouTube aunque reconoce que “no es lo mismo que estar con un profesor que enseña personalmente”.
Puya magdalenense
Camacho Gómez no se ha coronado aún en ningún festival, pero recientemente obtuvo un cuarto lugar en el de Cuna de Acordeones, en Villanueva, La Guajira, tras su primera participación allí. Entre tanto, se sigue preparando para crecer musicalmente, de hecho, en la puya titulada ‘Puya moderna’, creada con la ayuda de un joven de Zapayán, Magdalena, expresa toda la confianza que tiene en ella misma.
“Yo vengo con la esperanza de ganarme el Festival,
con esta puya moderna que aquí les voy a cantar
Traigo nota, traigo pito, traigo bajo por demás
Nadie se meta conmigo porque yo voy a ganar (bis)
Es la puya moderna, como toca Galicia
Es puya del Magdalena para mi gente querida (bis)”.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN
