El Centro Cultural de la Música Vallenata, próximo a inaugurarse, ha tenido un impacto nacional e internacional por su moderna infraestructura y costo. La obra, polémica por su ubicación y demoras, más no por su impacto, ha tenido eco entre expertos en museos y cultura.
Es el caso de la directora del Museo de Arte Moderno de Bogotá MAMBO, Martha Ortiz, quien escribió una columna de opinión en el periódico El Tiempo titulada ‘La oportunidad del elefante vallenato’, en la que hace una crítica pero también visiona el futuro de esta megaobra ubicada en zona céntrica de Valledupar.
Inicia reflexionando: “El elefante, víctima de esta desgraciada alegoría, es uno de los animales con mayor simbolismo en la historia humana. Su presencia lenta, monumental, silenciosa lo hace un arquetipo universal de sabiduría, memoria, fuerza, poder, protección, fortuna, pureza y conexión espiritual. Un significado absolutamente contrario que representa una oportunidad transformadora frente a la visión y las oportunidades de los megaproyectos de infraestructura”.
Y continúa: “Este conversatio lo propongo en medio de la terminación del Centro Cultural y de Convenciones de la Música Vallenata (CCMV), en Valledupar, la bella tierra de los juglares y cantantes que tanto enamoran. Se trata de un espacio logrado por la Gobernación del Cesar que quizás no está en el mejor lugar de la ciudad para su rol y que pasó de costar $139.000 millones a $220.000 millones tras adiciones, y de ser entregado finalizado en 22 meses (26 de marzo de 2024) a 51 meses (diciembre de 2025)”.
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Luego, reflexionó sobre la situación de los diferentes museos del mundo. “Celebro toda inversión en educación y cultura que tanto les cuesta entender a las mentes simples. Me ilusiona el potencial para la comunidad de esta conquista difícil para la región. ¿Su riesgo? La gestión y sostenibilidad. Los proyectos culturales requieren realismo crudo para ser exitosos. No les hace bien la ingenuidad que ignora el entorno económico. No les hacen bien los sueños sin sensatez. No les hace bien el ego. No les hacen bien las acciones sin estrategia y faro. No les hace bien andar sin escuchar y conectar con la comunidad”, agregó.
Finalizó señalando que “la ‘Casa del vallenato’ se merece el futuro. Ese valle que vibra genuino y certero con su identidad tiene una oportunidad del tamaño de un elefante noble. Observar aciertos y errores de centros culturales es inteligente y necesario para que la gestión sea visionaria y sostenible. Está prohibido traicionar el simbolismo del gigante”.
Por Redacción EL PILÓN
