El Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario presentaron el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC) 2021. Este índice es una herramienta que ofrece información pertinente que configura un diagnóstico en materia de competitividad para las 32 ciudades capitales de Colombia.
En las primeras cinco posiciones del ICC 2021 se mantienen Bogotá, el Área Metropolitana de Medellín, Tunja, el Área Metropolitana de Cali y el Área Metropolitana de Bucaramanga. “La capital del país obtiene el primer lugar en el pilar como consecuencia de su destacado desempeño en los subpilares de desempeño administrativo, gestión fiscal y transparencia y contratación pública, en los que se ubica en primer lugar”, señala el índice.
Por su lado, Valledupar descendió un puesto respecto al año 2020 y se ubicó 22, entre 32 ciudades, con una calificación de 4,51 sobre 10. ¿Por qué este resultado? El ICC 2021 se conforma por 4 factores, 13 pilares, 27 subpilares y 104 indicadores.
En el primer pilar llamado Instituciones, la ciudad obtuvo una calificación de 4,96 sobre 10. En otras palabras, según el ICC, la ciudad se rajó en la gestión de recursos, actualización catastral, poca digitalización de la estructura de Gobierno, fallas en la sostenibilidad fiscal y poca capacidad local de recaudo.
En el segundo pilar, Infraestructura y equipamiento, la ciudad sacó 4,95 puntos. Otra vez menos de 6, que significa aceptable, superior a insuficiente. En resumen, en la capital del Cesar no están dadas todas las condiciones en materia de infraestructura para ser competitivos.
Este punto, específicamente, califica sectores como la cobertura de acueducto, costo de la energía eléctrica, museos, costo de transporte terrestre a mercado interno y el Índice de conectividad aérea, entre otros. Esta calificación se entiende más cuando vemos que no tenemos transporte público terrestre y las conexiones aéreas del aeropuerto son muy pocas.
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CONECTIVIDAD
El índice también califica la participación de las Tecnologías de las Comunicaciones, TIC, en el día a día. Lastimosamente, la ciudad ocupa en el puesto 18, con un resultado insuficiente (4,91). Esta medición refleja que en Valledupar son pocos los hogares con internet banda ancha fija, con computador y celular, y pocos los matriculados y graduados en programas TIC.
El siguiente punto está relacionado con el medio ambiente. Es el pilar de sostenibilidad ambiental, en el cual Valledupar se ubica en los últimos puestos (29 de 32) con una calificación vergonzosa de 2,77 sobre 10. ¡No estamos cuidando nuestro territorio! La medición nos castigó como ciudad por tener pocas Áreas protegidas, empresas certificadas ISO14001, poca inversión en servicios ambientales,
En el quinto pilar, llamado Salud, la ciudad ocupa el puesto 21 con una calificación de 5,39, una de las más altas. Este punto mide la cobertura de vacunación triple viral, mortalidad infantil y materna, camas de servicios especializados, entre otros.
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EDUCACIÓN Y TRABAJO
Valledupar ocupa los primeros puestos en las ciudades con mayor porcentaje de desempleados. Por eso resulta fundamental resolver los vacíos formativos en la educación básica, media y secundaria.
En el pilar educación media, que determina la cobertura neta en preescolar, primaria, secundaria, puntaje pruebas Saber 11 y los profesores de colegios con posgrados, Valledupar obtuvo una calificación de 4,33. No hay duda que este es un espacio hacia donde la ciudad debe destinar y focalizar mayor cantidad de recursos.
Luego está el pilar Educación superior y formación para el trabajo. En este punto nos va igual de mal (4,33 sobre 10). Este resultado solo confirma que estamos fallando en la cobertura bruta en formación universitaria, técnica y tecnológica, que los resultados de las pruebas Saber Pro son bajos, que debemos reforzar la calidad de docentes de educación superior y masificar el aprendizaje de un segundo idioma.
“La capacidad de resistir y afrontar los retos que representó la crisis está relacionada con los determinantes de la competitividad. En este sentido, el ICC 2021 se convierte en un insumo clave para que los gobiernos locales puedan tomar decisiones de política pública basadas en evidencia, contribuir al cierre de brechas regionales y emprender las acciones necesarias para la reactivación económica”, concluye el estudio.
Por: Redacción EL PILÓN