El Ministerio de Educación emitió una serie de nuevos lineamientos para el regreso a clases presenciales en todas las instituciones públicas y privadas a lo largo del país. En dicho documento se establece la obligación de todos los colegios y jardines infantiles del país de reabrir tras finalizar las vacaciones escolares de mitad de año.

En el mismo documento se señala que los docentes no pueden negarse a volver a los salones de clases y establecen los protocolos de bioseguridad que se deben aplicar.

María Victoria Angulo, ministra de Educación, explicó que “el regreso a la prestación del servicio educativo de manera presencial está encaminado a garantizar el derecho fundamental a la educación en armonía con el derecho a la salud de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y responde de manera inmediata a sus necesidades y a la equidad en las oportunidades para contribuir con el proyecto de vida de la presente generación. Este proceso, además, cumple con las medidas de bioseguridad que brindan tranquilidad a todos los miembros de la comunidad educativa”.

Además se estableció que las secretarías deben definir las fechas de inicio de presencialidad en todos los colegios e instituciones oficiales y privadas “con el cumplimiento de las condiciones de bioseguridad”. La fecha de retorno a la presencialidad plena debe ser anterior o, al menos, coincidir con la fecha de retorno a actividades académicas luego del periodo de vacaciones escolares de mitad de año.

Las medidas de bioseguridad son: el lavado de manos, el distanciamiento físico mínimo de un metro en las aulas, el uso correcto del tapabocas, la adecuada ventilación, fomento del autocuidado y corresponsabilidad en el ámbito escolar, social y familiar.

De igual forma, se precisa que no es necesario que los colegios formulen o construyan un nuevo protocolo interno y que este sea aprobado previamente como sí ocurrió en el transcurso de este año con el retorno a las aulas con alternancia.

En cuanto al trabajo en las aulas se deberá realizar en grupos fijos de trabajo que permanezcan juntos durante todo el día, para facilitar la identificación de cualquier caso de contagio y en caso de tener casos positivos aislar al grupo sin cerrar por completo la institución educativa.

Además, deben evitar aglomeraciones a la entrada y la salida de los colegios o en la compra o distribución de alimentos, adoptando medidas como horarios escalonados en los tiempos de comida y descanso.

En cuanto al transporte escolar será obligatorio el uso del tapabocas y todo el tiempo debe ir las ventanas abiertas. Se debe procurar que en los transportes los niños permanezcan en silencio y no consuman alimentos o bebidas.

En este nuevo lineamiento se establece que todo el cuerpo de la institución, directivos docentes, profesores, personal logístico y administrativo serán convocados para retornar a la presencialidad. Esto rige para todos los colegios y jardines infantiles oficiales y privados.

Es decir, ningún profesor se podrá negar a volver a las aulas, ni siquiera aquellos con comorbilidades o de edad avanzada. De no ser así, se les podría abrir procesos administrativos por no cumplir con sus funciones. También correrán el riesgo de no recibir el pago de su salario correspondiente a los días no laborados de manera presencial.

En cuanto a los docentes de instituciones públicas que trabajen en instituciones educativas en zonas de difícil acceso, el documento establece que de igual manera están obligados a asistir presencialmente “para continuar recibiendo la bonificación respectiva”.

La orden del Ministerio de Educación es retornar a la presencialidad plena, pero habrá ocasiones especiales en las que se podrá usar el modelo de alternancia, que combina presencialidad y trabajo en casa.

Esto se aplica cuando el aforo y la capacidad de la institución no permita garantizar la distancia física de mínimo un metro en las aulas. También se aplica cuando por razones de salud de algún estudiante por temas relacionados a la pandemia, la familia manifieste la imposibilidad para el retorno a las clases presenciales por el tiempo.

Otra excepción en la que será necesario hacer uso de la alternancia es cuando las condiciones epidemiológicas dentro de la institución lo ameriten; esto aplica para un caso de propagación del virus que afecte a varios grupos de trabajo y esté fuera de control. En dicho caso se podrá proceder con una suspensión temporal de las actividades presenciales. Sin embargo, este debe ser el último recurso.

A pesar de esto, ninguna institución podrá operar exclusivamente de manera remota.

Con información de El Tiempo.