El parque de Los Cortijos presenta un grave problema de iluminación, no solo en sus instalaciones como tal, sino también en sus alrededores.
Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN
Venta y consumo de drogas, inseguridad y hasta actos sexuales, se presentan en las instalaciones del parque del barrio Los Cortijos.
Durante la mañana, el sitio es frecuentado por pequeños, jóvenes y adultos para aprovechar los lugares de esparcimiento y recreación que tiene el parque.
El lugar se presta para que, además de jugar en las tantas canchas que hay como baloncesto, microfútbol y tenis, los habitantes del sector puedan trotar y correr dentro del parque.
En el lugar donde antiguamente funcionaba una cafetería, en el centro del parque, hoy hay una estructura abandonada y que, a primera vista, da la impresión de caerse con un pequeño toque que se le dé.
Una vez el sol cae sobre la ciudad, atravesar el parque o caminar por los alrededores de este sector, se convierte en un desafío. Al ser las ocho de la noche, los deportistas empiezan a desalojar el sitio, y escasamente se quedan algunos que practican tenis.
El parque empieza a ser visitado por expendedores y consumidores de droga. Al rato de estar recorriendo el lugar, entre ocho y media y nueve de la noche, el olor a marihuana se hace más fuerte a medida que uno se va acercando al parque por el lado de la carrera 19 A1.
Ángela Campo, una de las residentes del barrio, asegura que “no solo es la gente que consume droga el problema de este parque, sino las parejas que tienen relaciones sexuales en el sitio.
En la ‘casita’ que está ahí, he visto a varias parejas teniendo sexo sin ningún pudor o vergüenza”; además, ésta estructura es utilizada también como baño por parte de transeúntes, pues los olores a materia fecal y orines, se detectan al momento de caminar cerca de ella.
Por otra parte, es necesario recalcar que la inseguridad en esta parte de la ciudad se ha vuelto el pan de cada día, pues, por ser un sitio solitario y oscuro, se presta para que los ladrones hagan de las suyas.
Milena Calderón, asevera que “ya me han robado, llegando a mi casa y tengo vecinas que también han sido atracadas aquí, no tiene uno tranquilidad sino hasta el momento de entrar a la casa, y a veces ni eso, porque hasta en la terraza lo despojan a uno de sus pertenencias”. Las personas que han sido víctimas del hampa, consideran que el levantamiento de un CAI en el parque, daría un poco más de tranquilidad al barrio.
Para las personas que deseen hacer sus denuncias, pueden comunicarse con el Cuadrante 12 de la Policía Nacional al número 3016379891.
El parque de Los Cortijos presenta un grave problema de iluminación, no solo en sus instalaciones como tal, sino también en sus alrededores.
Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN
Venta y consumo de drogas, inseguridad y hasta actos sexuales, se presentan en las instalaciones del parque del barrio Los Cortijos.
Durante la mañana, el sitio es frecuentado por pequeños, jóvenes y adultos para aprovechar los lugares de esparcimiento y recreación que tiene el parque.
El lugar se presta para que, además de jugar en las tantas canchas que hay como baloncesto, microfútbol y tenis, los habitantes del sector puedan trotar y correr dentro del parque.
En el lugar donde antiguamente funcionaba una cafetería, en el centro del parque, hoy hay una estructura abandonada y que, a primera vista, da la impresión de caerse con un pequeño toque que se le dé.
Una vez el sol cae sobre la ciudad, atravesar el parque o caminar por los alrededores de este sector, se convierte en un desafío. Al ser las ocho de la noche, los deportistas empiezan a desalojar el sitio, y escasamente se quedan algunos que practican tenis.
El parque empieza a ser visitado por expendedores y consumidores de droga. Al rato de estar recorriendo el lugar, entre ocho y media y nueve de la noche, el olor a marihuana se hace más fuerte a medida que uno se va acercando al parque por el lado de la carrera 19 A1.
Ángela Campo, una de las residentes del barrio, asegura que “no solo es la gente que consume droga el problema de este parque, sino las parejas que tienen relaciones sexuales en el sitio.
En la ‘casita’ que está ahí, he visto a varias parejas teniendo sexo sin ningún pudor o vergüenza”; además, ésta estructura es utilizada también como baño por parte de transeúntes, pues los olores a materia fecal y orines, se detectan al momento de caminar cerca de ella.
Por otra parte, es necesario recalcar que la inseguridad en esta parte de la ciudad se ha vuelto el pan de cada día, pues, por ser un sitio solitario y oscuro, se presta para que los ladrones hagan de las suyas.
Milena Calderón, asevera que “ya me han robado, llegando a mi casa y tengo vecinas que también han sido atracadas aquí, no tiene uno tranquilidad sino hasta el momento de entrar a la casa, y a veces ni eso, porque hasta en la terraza lo despojan a uno de sus pertenencias”. Las personas que han sido víctimas del hampa, consideran que el levantamiento de un CAI en el parque, daría un poco más de tranquilidad al barrio.
Para las personas que deseen hacer sus denuncias, pueden comunicarse con el Cuadrante 12 de la Policía Nacional al número 3016379891.