De las más de 20 mil personas que se inscribieron en el Octavo Concurso Nacional de Cuentos, de RCN y el Ministerio de Educación, ella sobresalió entre las 10 mejores. Su nombre, ese que parece sacado de un cuento ‘fantástico’, lideró desde el primero momento la lista de los favoritos.
Shakén Mazaya Moreno Fajardo se llama esta creativa niña que con solo 14 años logró un reto importante para ella, su institución y la ciudad donde habita, Valledupar.
Aquel cuento que inicia la narración con un hombre de gabardina negra fue el que la llevó a hacer invitada de honor en la fiesta de las ideas y la palabra, que se celebra desde hace 10 años en Cartagena de Indias, denominada Hay Festival.
Durante tres días su mente necesariamente ‘voló’, se transportó a un lugar de ensueños, donde la filosofía de las letras fue contada desde varias perspectivas, especialmente por los expertos, que a través de una serie de actividades lograron orientar a los menores que comienzan a ahondar en el mundo de los significados, las paradojas, símiles y demás conceptos esenciales en la escritura.
Aunque ese concurso le permitió ganarse un computador y un viaje con todos los gastos pagos, la satisfacción fue su mejor regalo; ser una de las mejores, ligado al orgullo sentido por sus padres.
¿Quién es Shakén?
Shakén Mazaya es una niña estudiosa, enamorada de la lectura y la escritura, visionaria, que piensa siempre en lo que pasaría si sí o si no, que le gusta saber más allá de lo que enseñan en las aulas.
Es la niña que siempre está callada, juiciosa, pero que a veces, en su opinión, se ‘desconchinfla’ un poquito, pero siempre es participativa, atenta en clases y respetuosa.
El cuento
‘El abrazo del destino’, tal como ella lo tituló con ayuda de su padre, surgió de una actividad del colegio Gimnasio del Norte, a través de la asignación Creación Literaria, donde su docente le pidió a los estudiantes escribir una historia. Aunque inicialmente fue difícil enfocarse sobre qué redactar, lo hizo. Ella pensó: ¿Qué pasaría si una madre o una persona recibiera su vida escrita en un documento y ahí estuviera todo, sus movimientos, sus cosas, hasta su muerte?
Por medio de unas pautas establecidas por el docente se enfrentó al reto y una vez escribió la primera letra, la narración fue fluida, plasmó la idea y comenzó a darles vida a los personajes.
Lo único que Shakén encontró difícil fue el título. “Soy muy mala para poner títulos, lo que hice fue escribir el cuento, me enamoré mucho de él, me encantó y se lo mostré a mi papá y le dije ayúdame con un título y entonces me dio varios y entre esos estaba ‘El abrazo del destino’, me gustó mucho y se lo puse”, dijo ella.
Fue así como aquel cuento de una noche se plasmó en un papel y que en abril, por ser uno de los ganadores, será publicado a nivel nacional junto con los menores manuscritos de Colombia por hacer parte de los mejores del Octavo Concurso Nacional de Cuentos.
“Es muy emocionante ver como tantos esfuerzos son recompensados y ver que después de que tantas personas, como los jurados, leyeron más de 28 mil cuentos y quedaron 35 y luego 10 de mi categoría, es algo emocionante y alentador, es como quizás algo que uno le dice sigue escribiendo, de pronto estás hecho para esto y es un campo más en la vida en la que te puedes desarrollar” dijo la carismática Shakén Mazaya.
Aseguró que siempre le ha encantado hablar en público, presentar y le gustaría estudiar Periodismo y Comunicación Social. Por otra parte dice que tiene fortalezas en matemática, por lo que también le llama la atención la Ingeniería de Petróleos o algo por el estilo. Además, le encanta la oratoria, tanto que ya ha participado en varios concursos, logrando sobresalir.
El cuento tiene 4 personajes: 2 principales, que son la madre y la hija, Samantha y Allison, respectivamente. El hombre de la gabardina negra es un personaje que no aparece en el cuento, simplemente se nombra al inicio. Y el padre de la niña, que solo es un personaje secundario.
Oscar Asdrúbal Moreno Castro y Ana Jackeline Fajardo Rengifo están contentos con el logro que alcanzó su hija.
“Uno no es que desconfíe de sus capacidades pero que entre tantas personas que te escojan a ti es un orgullo y también el señor Pedro, el rector, me ha dicho que felicitaciones, que el siempre soñaba con verme en un hay festival y mis profesores también”.
El próximo reto de Shakén es seguir enfrentándome a las oportunidades que se vengan, seguir participando en concursos de oratorias, seguir escribiendo, leyendo mucho y aprendiendo de todo, siempre esforzándome.
Orgullo Gimnorte
Pedro Ángel Daza Mendoza, rector del colegio Gimnasio de Norte, dijo que saber que Shakén había ganado el concurso de cuento fue la primera gran noticia del 2015. Dijo que luego de 10 años de estar participando por fin lo lograron.
“Shakén es una niña brillante, siempre se destaca. El año pasado ocupó el segundo puesto en el Concurso Nacional de Oratoria en la Costa Atlántica, realizado es Barranquilla, y ahora nos da esa gran noticia. Nos sentimos felices y orgullosos de tener una estudiante tan brillante como ella”, especificó.
El rector dijo que el próximo año la espera ver entre las mejores bachilleres de la región.
Con respecto al concurso, Daza Mendoza indicó que este año la campaña de escritura para participar en el concurso será masiva.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.co
EL ABRAZO DEL DESTINO
COMILLADO:
“Cualquier pensamiento, cualquier frase se puede volver una gran historia, novela y así es como, yo opino, que han surgido los grandes libros y grandes escritores”.
Por: Shakén Mazaya Moreno Fajardo
El hombre de la gabardina negra metió en el buzón un sobre de manila marcado con los datos de Samantha Grace a quien iba dirigido éste.
Samantha, una hermosa joven de cabello castaño y mirada profundamente verde, estaba llena de pretendientes que siempre le mandaban cartas, flores e innumerables regalos, sin embargo ella aún no había encontrado ninguno que le interesara, y además, no tenía tiempo para tener un novio, ya que era una niña muy inteligente que prefería ganarse la vida y sobresalir por su inteligencia más que por su belleza.
Un día encontró entre su correspondencia un sobre de manila sin datos del remitente, este sobre ocultaba un largo manuscrito el cual narraba la vida de una tal Allison, desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte. Samantha leyó aquel infrecuente manuscrito, el cual encontró un poco extraño, inusual e interesante, sin embargo después de pensar un poco y analizarlo, recordó que debía hacer sus quehaceres por lo que lo guardó y nunca más lo volvió a abrir.
Pasaron los años y Samantha aún seguía estudiando y llena de pretendientes, un día al fin encontró el hombre de su vida, Thomas Thompson, aquel hermoso hombre rubio con ojos azules y piel blanca como la nieve era el único hombre en toda la vida de Samantha que le había logrado mover el piso.
Thomas y Samantha duraron mucho tiempo junto. Hasta que un día, Thomas decidió escoger a Samanta como la mujer que amaría el resto de su vida, ella sin pensarlo dos veces dijo que sí. Hay que admitir que ambos se amaban infinitamente, cada te quiero que se decían era sincero, era de verdad.
Tiempo después, Samantha y Thomas concibieron a una hermosa niña que al igual que su mamá tenía un brillante cabello castaño, y al igual que su papá unos hermosos y únicos ojos azules. Allison Thompson Grace fue creciendo al lado de sus padres, llevaba una tranquila vida.
A los 15 años de edad, Allison era una bella jovencita, llena de pretendientes al igual que su madre cuando tenía su edad, su vida era típica de una adolescente: muchas fiestas, reuniones con amigos, chats infinitos, buenas notas, etc.
Sin embargo, lastimosamente Allison desarrolló una extraña enfermedad poco común en todo el mundo, ella padecía del Síndrome Riley-Day el cual consiste en que el individuo no siente el dolor, lo sufre una de cada 3700 personas. El mal hace que sus víctimas sean excepcionalmente propensas a los accidentes, porque simplemente no advierten los avisos comunes de dolor como heridas, compresiones y quemaduras que mantienen alerta a una persona normal.
Era una enfermedad muy inusual, así que Samantha trataba de cuidar mucho de Allison por eso decidió buscar entre sus cosas del colegio y universidad a ver si encontraba algo relacionado con esta enfermedad, buscaba en cajas y cajas, pero no encontraba nada, lo único que hallaba adema de libros y cuadernos de matemáticas y álgebra, eran aquellas viejas cartas y regalos que sus pretendientes de la juventud le obsequiaban, entre eso se topó con aquel sobre de manila que un día había recibido, si, aquel sobre de manila que contaba la vida de una tal Allison, recordó que era un manuscrito interesante que había recibido hace 25 años. Decidió terminar de leerlo, pero eso no fue posible ya que comenzó a darse cuenta que la similitud entre la protagonista del manuscrito y su hija no era solo el nombre, sino también esa extraña enfermedad, el nombre del padre, la personalidad y la forma de expresarse. Samantha al darse cuenta que eso no era un simple manuscrito sino que era un documento escrito hace muchos años que narraba detalle a detalle la vida de su hija, y que incluso el final del manuscrito narraba también la muerte de Allison.
Samantha desesperada no sabía qué hacer, no podía decirle nada a nadie sobre el manuscrito porque la tildarían de loca, no podía terminar de leer el manuscrito porque sabría cómo moriría su hija, no podía hacer nada, sino solamente guardarse todo para sí misma. Sin embargo, entre pensamiento y pensamiento se le ocurrió que podría cambiar algunas partes del documento tratando así de cambiarlo en la vida real también, pero fue imposible, las hojas eran indestructibles, no se podían quemar o romper, no se podía escribir encima nada, no se podía borrar nada, era inmodificable. Al ver esto, Samantha decidió salir en busca de aquel hombre que la había mandado aquel manuscrito, lo único que sabía de él era que siempre llevaba una gabardina negra, ya que en una esquina de una de las páginas del documento había una firma en la que alcanzaba a descifrar: escrito por el hombre de la gabardina negra. Sin más pistas, Samantha se decepcionó de su búsqueda sin resultados.
Un día Allison oyó a su mama preguntar sobre aquel hombre de la gabardina negra, Allison en seguida se acordó de aquel hombre que siempre se encontraba en todos lados, y que casualmente siempre llevaba una gabardina negra, así que decidió informarle a su mamá sobre él, la llevo a los lugares donde siempre se lo encontraba, pero ese día no estaba, así que volvieron los meses siguientes, todos los días, en busca de aquel hombre de la gabardina pero nunca lo volvieron a encontrar.
Allison nunca supo para que buscaban a aquel hombre ni sobre aquel manuscrito. Ante esto, Samantha no tuvo más remedio que guardase todo para sí misma como lo había hecho siempre, leer el final de aquel documento y disfrutar cada momento que vivía junto a Thomas y Allison. A pesar de que ya supiera que iba, prefería hacerse la desentendida.











