Los homicidios de Yojarvis Rincón y José Orozco, ultimados con arma blanca luego de aparentemente discutir con sus agresores, indican que faltó más reacción de la comunidad, asegura la Policía.
Aunque el paramédico Yojarvis Antonio Rincón Semprun, de 26 años, y José Alfredo Orozco Barros, de 32, no se conocían, el destino quiso que ambos murieran de la misma manera: con múltiples puñaladas en el cuerpo y en un inmueble alquilado en Valledupar, sin que nadie hiciera nada por ellos.
La misma suerte de los dos estuvo presuntamente precedida por una discusión o riña que los más cercanos escucharon pero que no imaginaron que cobraría vidas, esa que precisamente perdió, primero, Orozco Barros, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 4 de febrero en medio de un charco de sangre en la pieza número 105 que había alquilado en el Hotel Casa Linda, el cual está ubicado en la calle 19 con carrera 9 del centro de la ciudad.
Eran cerca de las 8:30 a.m., cuando una persona llegó para realizar el aseo del cuarto y se topó con la dantesca escena, por lo que dio aviso a los demás para que el crimen fuera conocido por la Policía Nacional.
Según el reporte policial, José Alfredo Orozco Barros solicitó el servicio de pieza a las 12:00 a.m., e ingresó con otro sujeto, el cual minutos después se marchó, y habría quedado registrado en cámaras de seguridad.
Las autoridades indicaron que los hombres supuestamente protagonizaron una riña que fue escuchada por algunos ocupantes del hotel antes de irse a dormir.
Al parecer, Orozco Barros forcejeó con su agresor antes de ser ultimado en la pieza estando desnudo, según fuentes ligadas a la investigación.
Ahora dos días después el turno fue para el paramédico Yojarvis Antonio Rincón. El hombre fue asesinado al interior del apartamento donde vivía alquilado en el barrio Villa Concha, más exactamente en la calle 7C con carrera 27.
Su cuerpo sin vida fue encontrado la noche del jueves, seis de febrero. Los ocupantes de la vivienda de varias plantas decidieron asomarse a la ventana porque no lo habían visto durante el día y notaron que había sangre, dando así aviso a las autoridades.
“Lo que me han dicho es que él estaba como que dialogando (la noche anterior), se escuchaban voces. Otros decían que eran gritos, la cuestión es que nadie reaccionó a este tipo de hecho. Lo que tengo informado es que fueron muchas apuñaladas las que le dieron”, manifestó Yohannis Rincón, hermana del fallecido.
Para la Policía Nacional en los crímenes presuntamente hubo omisión por parte de los ciudadanos porque no llamaron a tiempo al escuchar las posibles riñas.
“Son dos sucesos que llevamos que tienen cierta similitud, uno se da al interior de un sitio de estos de alquiler, el otro en un hotel. Aquí lo importante, porque hay algo muy similar con el anterior caso, es que si se escucha que hay una riña o un evento de estos, ¿por qué hay demora en informarnos a nosotros? Es lamentable que en ambos sucesos hayan pasado lo mismo, que se escuchó una riña, que hay una persona gritando y no se nos informa hasta el día siguiente cuando ya se encuentra la escena lamentable como en este caso”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes Valencia, comandante de la Policía Cesar.
Al respecto, la hermana del paramédico fallecido consideró que no hubo reacción oportuna de parte de los vecinos.
“Para llegar a 10 puñaladas tuvieron que ser gritos de tortura y en la zona donde fueron las puñaladas tiene que ser así, que de alguna manera se estaba defendiendo y nadie reaccionaba a eso”, acotó Yohannis Rincón.
La femenina consideró que faltó algo de solidaridad porque solo hasta 24 horas después de escuchar las voces se acercaron a mirar si él estaba bien.
“Digo que es falta de solidaridad porque no fue inmediatamente que acudieron a ver qué pasaba sino hasta el otro día. Hay que resolver el caso, no puede quedar así, siendo una persona generosa que ayudaba sin importar que recibiera algo a cambio”, puntualizó Rincón.
Por la muerte de Yojarvis Antonio Rincón Semprun las autoridades indicaron que indagan si en efecto hubo omisión para dar a conocer el hecho y sancionar al inmueble donde hay varios apartamentos con la suspensión de la actividad económica.
Mientras que el Hotel Casa Linda sí fue sancionado por omisión. EL PILÓN conoció que los uniformados notaron que en el momento el establecimiento carecía de minuta para el ingreso de los usuarios o acompañantes.
Esto teniendo en cuenta a lo establecido en el Código de Policía en el capítulo relacionado con la actividad económica.
Yohannis Rincón informó que a su hermano no le encontraron el teléfono celular y su cuarto donde cometieron el crimen estaba desordenado.
“La información que tengo de parte del dueño del edificio es que encontraron todo el lugar sangriento, todo revuelto, muchas cosas personales ni siquiera su maleta con la que vino de Venezuela estaba, de modo que le robaron muchas cosas, entre eso su teléfono”, contó la mujer.
El profesional de la salud vivía en Colombia desde hace diez meses que llegó de Ciudad Ojeda del estado Zulia, de Venezuela, sitio donde nació.
Su cadáver era reclamado en la mañana de ayer por su hermana que llegó desde Medellín.
MARLLELYS SALINAS M. / EL PILÓN
[email protected]
Los homicidios de Yojarvis Rincón y José Orozco, ultimados con arma blanca luego de aparentemente discutir con sus agresores, indican que faltó más reacción de la comunidad, asegura la Policía.
Aunque el paramédico Yojarvis Antonio Rincón Semprun, de 26 años, y José Alfredo Orozco Barros, de 32, no se conocían, el destino quiso que ambos murieran de la misma manera: con múltiples puñaladas en el cuerpo y en un inmueble alquilado en Valledupar, sin que nadie hiciera nada por ellos.
La misma suerte de los dos estuvo presuntamente precedida por una discusión o riña que los más cercanos escucharon pero que no imaginaron que cobraría vidas, esa que precisamente perdió, primero, Orozco Barros, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 4 de febrero en medio de un charco de sangre en la pieza número 105 que había alquilado en el Hotel Casa Linda, el cual está ubicado en la calle 19 con carrera 9 del centro de la ciudad.
Eran cerca de las 8:30 a.m., cuando una persona llegó para realizar el aseo del cuarto y se topó con la dantesca escena, por lo que dio aviso a los demás para que el crimen fuera conocido por la Policía Nacional.
Según el reporte policial, José Alfredo Orozco Barros solicitó el servicio de pieza a las 12:00 a.m., e ingresó con otro sujeto, el cual minutos después se marchó, y habría quedado registrado en cámaras de seguridad.
Las autoridades indicaron que los hombres supuestamente protagonizaron una riña que fue escuchada por algunos ocupantes del hotel antes de irse a dormir.
Al parecer, Orozco Barros forcejeó con su agresor antes de ser ultimado en la pieza estando desnudo, según fuentes ligadas a la investigación.
Ahora dos días después el turno fue para el paramédico Yojarvis Antonio Rincón. El hombre fue asesinado al interior del apartamento donde vivía alquilado en el barrio Villa Concha, más exactamente en la calle 7C con carrera 27.
Su cuerpo sin vida fue encontrado la noche del jueves, seis de febrero. Los ocupantes de la vivienda de varias plantas decidieron asomarse a la ventana porque no lo habían visto durante el día y notaron que había sangre, dando así aviso a las autoridades.
“Lo que me han dicho es que él estaba como que dialogando (la noche anterior), se escuchaban voces. Otros decían que eran gritos, la cuestión es que nadie reaccionó a este tipo de hecho. Lo que tengo informado es que fueron muchas apuñaladas las que le dieron”, manifestó Yohannis Rincón, hermana del fallecido.
Para la Policía Nacional en los crímenes presuntamente hubo omisión por parte de los ciudadanos porque no llamaron a tiempo al escuchar las posibles riñas.
“Son dos sucesos que llevamos que tienen cierta similitud, uno se da al interior de un sitio de estos de alquiler, el otro en un hotel. Aquí lo importante, porque hay algo muy similar con el anterior caso, es que si se escucha que hay una riña o un evento de estos, ¿por qué hay demora en informarnos a nosotros? Es lamentable que en ambos sucesos hayan pasado lo mismo, que se escuchó una riña, que hay una persona gritando y no se nos informa hasta el día siguiente cuando ya se encuentra la escena lamentable como en este caso”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes Valencia, comandante de la Policía Cesar.
Al respecto, la hermana del paramédico fallecido consideró que no hubo reacción oportuna de parte de los vecinos.
“Para llegar a 10 puñaladas tuvieron que ser gritos de tortura y en la zona donde fueron las puñaladas tiene que ser así, que de alguna manera se estaba defendiendo y nadie reaccionaba a eso”, acotó Yohannis Rincón.
La femenina consideró que faltó algo de solidaridad porque solo hasta 24 horas después de escuchar las voces se acercaron a mirar si él estaba bien.
“Digo que es falta de solidaridad porque no fue inmediatamente que acudieron a ver qué pasaba sino hasta el otro día. Hay que resolver el caso, no puede quedar así, siendo una persona generosa que ayudaba sin importar que recibiera algo a cambio”, puntualizó Rincón.
Por la muerte de Yojarvis Antonio Rincón Semprun las autoridades indicaron que indagan si en efecto hubo omisión para dar a conocer el hecho y sancionar al inmueble donde hay varios apartamentos con la suspensión de la actividad económica.
Mientras que el Hotel Casa Linda sí fue sancionado por omisión. EL PILÓN conoció que los uniformados notaron que en el momento el establecimiento carecía de minuta para el ingreso de los usuarios o acompañantes.
Esto teniendo en cuenta a lo establecido en el Código de Policía en el capítulo relacionado con la actividad económica.
Yohannis Rincón informó que a su hermano no le encontraron el teléfono celular y su cuarto donde cometieron el crimen estaba desordenado.
“La información que tengo de parte del dueño del edificio es que encontraron todo el lugar sangriento, todo revuelto, muchas cosas personales ni siquiera su maleta con la que vino de Venezuela estaba, de modo que le robaron muchas cosas, entre eso su teléfono”, contó la mujer.
El profesional de la salud vivía en Colombia desde hace diez meses que llegó de Ciudad Ojeda del estado Zulia, de Venezuela, sitio donde nació.
Su cadáver era reclamado en la mañana de ayer por su hermana que llegó desde Medellín.
MARLLELYS SALINAS M. / EL PILÓN
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