María Sofía Martínez empezó a tejer con fique desde sus 14 años en el resguardo indígena kankuamo. Pronto empezó a notar, en las mujeres de su comunidad, la necesidad de ampliar los horizontes de las artesanías que fabricaban con productos 100 % naturales, para obtener ingresos suficientes para alimentar a sus familias.
Su vida es un testimonio de compromiso inquebrantable con su comunidad, especialmente con las mujeres artesanas, y de un esfuerzo incansable por preservar las tradiciones ancestrales de su pueblo. Y en honor a esa lucha en pro de las tejedoras kankuamas, fue nominada como Mujer Cafam 2025 con el título: “Tejiendo por los derechos”.
“Mi oficio es artesanal. Este es un compromiso que viene de generación en generación”, afirma Maye, en una publicación de Artesanías Colombia, plataforma que apoya la venta y exportación de las mochilas kankuamas. Su trabajo no solo se centra en la creación de artesanías, sino también en el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres para que puedan prosperar a través de su arte.
“Para que esas mujeres puedan mejorar su producto de la calidad y podamos salir a nivel nacional e internacional, a mostrarlo para que esas mujeres puedan tener el sustento de su familia, porque muchas veces no había quien aportara en la cocina”, explica Martínez.
En La Mina se teje tradición
Maye reside en el refugio indígena kankuamo, en La Mina, donde ha dedicado gran parte de su vida a trabajar con mujeres, fortaleciendo sus habilidades artesanales y rescatando las técnicas ancestrales de sus abuelos, que incluyen trabajar el fique y darle color con pigmentos naturales como la cúrcuma.
Durante 15 años, colaboró en la Organización Indígena Kankuama, enfocándose en preservar la historia y el conocimiento de sus ancestros para que las nuevas generaciones no los olviden. A través del tejido, Maye y las mujeres kankuamas plasman sus pensamientos y mantienen viva su identidad.
Maye también recuerda los tiempos difíciles que su comunidad ha enfrentado, marcados por el conflicto y la violencia. “Nosotras fuimos mujeres que pasamos el conflicto. El conflicto a donde llegaban y nos mataron muchos padres, muchos hermanos, muchos abuelos, muchas mujeres, pero en eso nosotros vivíamos”. A pesar de estas adversidades, las mujeres kankuamas encontraron en el tejido una forma de mantener viva su cultura y su espíritu comunitario.
Premio Mujer Cafam
El Premio Mujer Cafam es un homenaje que se concede cada año a mujeres que cumplen los propósitos del mismo, seleccionando una representante por departamento que se convierte en finalista y candidata de alto mérito.
En su nominación se destaca que Maye, “fundó la Asociación de Mujeres Artesanas de la Sierra Nevada y lideró Admucic, promoviendo el empoderamiento de mujeres rurales y víctimas del conflicto armado a través de proyectos productivos. Reconocida por su contribución a la paz y la preservación de saberes ancestrales, su trabajo beneficia cada año a más de 1.200 mujeres caracterizadas como víctimas de la violencia, transformando así sus vidas y fortaleciendo las comunidades afectadas por el conflicto armado”, dice la página PremioMujerCafam.
El evento de premiación se llevará a cabo el 6 de marzo en Bogotá. En diálogo con Radio Guatapurí, “La Maye” explicó cómo logró esta nominación: “Estoy nominada para ser mujer Cafam de este año soy representante del departamento del Cesar, fui escogida, elegida porque he sido una mujer defensora de los derechos de la mujer víctima del conflicto y también trabajando con mujeres tejedoras de pensamiento en nuestro territorio indígena Kankuamo”.
En total, por departamento, hay 32 representantes donde se escogieron a 10 finalistas. La elección final se realiza por votación a través de un enlace que estará disponible desde el 17 hasta el 21 de febrero en la página Premio Mujer Cafam.
La Maye expresa en la publicación de Artesanías Colombia un deseo mayor que el de ganar Mujer Cafam 2025. “Pues quiero que me recuerden como la mejor líder que tuvo el Cesar”, expresa Maye, reflejando así su profundo compromiso con su pueblo y su deseo de dejar un legado duradero.











