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Comunidad - 6 octubre, 2018

¿Quiénes son los culpables de las aguas negras en Valledupar?

Con la llegada de las lluvias, el alcantarillado de Valledupar es sobrepasado y empiezan los problemas de taponamientos y aguas negras. Además de los daños por la antigüedad de algunas redes, las basuras y conexiones no permitidas reducen la calidad del servicio.

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Cada día en Valledupar, en algún sector del municipio, el fétido olor de las aguas atormenta a los ciudadanos hasta que el los vehículos de Emdupar hacen la tarea y se supera la crisis, pero al día siguiente el mal olor se traslada, por cualquier razón, a otros lugares. El problema parece no tener fin. ¿Quién tiene la culpa? ¿Cómo se soluciona el problema? Muchos son los factores que influyen en la continuidad del desagradable problema.

La disyuntiva legal de los barrios subnormales frena las inversiones en acueducto y alcantarillado. Por eso, todavía existen casas que descargan sus aguas residuales en pozas sépticas con todos los problemas de salubridad que representa. Incluso, en una reciente revisión, funcionarios encontraron pozos informales conectados a las redes de aguas residuales. A esos pozos caían escombros, basura y desechos que la lluvia arrastraba y que terminaban taponando las tuberías.

La capital del Cesar tiene más de 30 barrios en condición subnormal sin reconocimiento en materia de títulos. El aumento de los asentamientos se convierte en un problema de varias fases para el alcantarillado municipal. “Primero, crecen desordenadamente. Segundo, en el afán de solucionar la falta de vivienda no prevén la construcción de alcantarillado. Ese desorden termina en el caos de las tuberías porque en un vaso de agua de tres litros están echando cinco”, describió Ricardo Llanos, jefe de Operación Técnica de Emdupar.

En el mismo sentido, el presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos seccional Cesar, Héctor Caliz, aseguró que “el incremento de las aguas residuales sobrepasó el diámetro de unas redes creadas hace décadas”. Para el diputado José Santos en Valledupar hay un rezago que genera las aguas negras por “la corta visión y crecer sin pensar en la infraestructura”.

“Quienes conectan los desagües a las redes ayudan al caos”

Parte del problema de las aguas negras y desbordamientos de las alcantarillas nace en las conexiones no permitidas. Aunque existen redes pluviales encargadas de evacuar el agua lluvia, en muchas viviendas se conectan pequeños tubos a la tubería de aguas residuales para hacer el desagüe de las lluvias, incrementando las probabilidades de colapso de las redes sanitarias. “Las aguas lluvias no deben ir a nuestras redes porque eso causa que los manjoles colapsen y se levanten cuando llueve”, comentó el jefe de Operación Técnica de Emdupar.

Más de mil reportes de problemas

Para autorizar la pavimentación de una calle se debe cambiar la tradicional tubería de gres a PVC. La razón, según expertos, además del cumplimiento de las normas, es porque “en caso de fallas, con la tubería de PVC son menores los daños a la red vial durante la reparación”. A 2017, en Valledupar cerca del 49,5 % del alcantarillado estaba en PVC, lo que significa 323 kilómetros, superando el 43 % (281 km) de las tradicionales tuberías de gres. La tubería de gres tiene un tiempo de vida útil de cerca de 20 años. En la mayoría de barrios de Valledupar ya cumplieron su ciclo. “Que tengan 20 o 25 años no significa que deban ser cambiadas porque si no tienen problemas pueden seguir funcionando”, agregó Carlos Aarun.

Para el 2017 se hicieron cerca de 1.575 reportes por problemas en el alcantarillado de Valledupar, principalmente por manjoles tapados, derrame y fuga de aguas negras. El barrio La Popa lidera la lista de zonas con más reportes hechos el año pasado (101), junto a Los Fundadores (66) y Primero de Mayo (40).

Parte de la responsabilidad, según funcionarios, recae en la imprudencia de algunos ciudadanos. “Hace un tiempo descubrimos que en un asentamiento, por la urgencia de evacuar el agua lluvia, abrieron pozos y sobrecargaron las redes sanitarias”, contó Llanos. La misma lluvia arrastraba escombros, basuras, maderas y al poco tiempo colapsaron los pozos. “Nos llaman a nosotros porque tienen problemas de salubridad creados porque no hay cultura ciudadana”, concluyó.

A ese problema, hay que sumarle el robo de las tapas metálicas de los manjoles que permite la entrada de basuras al sistema cuando llueve. Según el arquitecto Héctor Cáliz, en Valledupar no se vive entre aguas negras “por la tendiente inclinación del territorio que permite que aún en caos corran de norte a sur”.

Una corriente de aguas negras recorría calles de Villa Maruamake y el Limonar la mañana de ayer. Lo mismo en la calle principal del barro El Dangond. Durante el Festival de la Quinta, pese a su éxito, un fétido olor emanaba de la alcantarilla de la calle 14 con carrera 5; se repitió la escena de 2017, afectando al evento. El problema persiste.

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6 octubre, 2018

¿Quiénes son los culpables de las aguas negras en Valledupar?

Con la llegada de las lluvias, el alcantarillado de Valledupar es sobrepasado y empiezan los problemas de taponamientos y aguas negras. Además de los daños por la antigüedad de algunas redes, las basuras y conexiones no permitidas reducen la calidad del servicio.


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Cada día en Valledupar, en algún sector del municipio, el fétido olor de las aguas atormenta a los ciudadanos hasta que el los vehículos de Emdupar hacen la tarea y se supera la crisis, pero al día siguiente el mal olor se traslada, por cualquier razón, a otros lugares. El problema parece no tener fin. ¿Quién tiene la culpa? ¿Cómo se soluciona el problema? Muchos son los factores que influyen en la continuidad del desagradable problema.

La disyuntiva legal de los barrios subnormales frena las inversiones en acueducto y alcantarillado. Por eso, todavía existen casas que descargan sus aguas residuales en pozas sépticas con todos los problemas de salubridad que representa. Incluso, en una reciente revisión, funcionarios encontraron pozos informales conectados a las redes de aguas residuales. A esos pozos caían escombros, basura y desechos que la lluvia arrastraba y que terminaban taponando las tuberías.

La capital del Cesar tiene más de 30 barrios en condición subnormal sin reconocimiento en materia de títulos. El aumento de los asentamientos se convierte en un problema de varias fases para el alcantarillado municipal. “Primero, crecen desordenadamente. Segundo, en el afán de solucionar la falta de vivienda no prevén la construcción de alcantarillado. Ese desorden termina en el caos de las tuberías porque en un vaso de agua de tres litros están echando cinco”, describió Ricardo Llanos, jefe de Operación Técnica de Emdupar.

En el mismo sentido, el presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos seccional Cesar, Héctor Caliz, aseguró que “el incremento de las aguas residuales sobrepasó el diámetro de unas redes creadas hace décadas”. Para el diputado José Santos en Valledupar hay un rezago que genera las aguas negras por “la corta visión y crecer sin pensar en la infraestructura”.

“Quienes conectan los desagües a las redes ayudan al caos”

Parte del problema de las aguas negras y desbordamientos de las alcantarillas nace en las conexiones no permitidas. Aunque existen redes pluviales encargadas de evacuar el agua lluvia, en muchas viviendas se conectan pequeños tubos a la tubería de aguas residuales para hacer el desagüe de las lluvias, incrementando las probabilidades de colapso de las redes sanitarias. “Las aguas lluvias no deben ir a nuestras redes porque eso causa que los manjoles colapsen y se levanten cuando llueve”, comentó el jefe de Operación Técnica de Emdupar.

Más de mil reportes de problemas

Para autorizar la pavimentación de una calle se debe cambiar la tradicional tubería de gres a PVC. La razón, según expertos, además del cumplimiento de las normas, es porque “en caso de fallas, con la tubería de PVC son menores los daños a la red vial durante la reparación”. A 2017, en Valledupar cerca del 49,5 % del alcantarillado estaba en PVC, lo que significa 323 kilómetros, superando el 43 % (281 km) de las tradicionales tuberías de gres. La tubería de gres tiene un tiempo de vida útil de cerca de 20 años. En la mayoría de barrios de Valledupar ya cumplieron su ciclo. “Que tengan 20 o 25 años no significa que deban ser cambiadas porque si no tienen problemas pueden seguir funcionando”, agregó Carlos Aarun.

Para el 2017 se hicieron cerca de 1.575 reportes por problemas en el alcantarillado de Valledupar, principalmente por manjoles tapados, derrame y fuga de aguas negras. El barrio La Popa lidera la lista de zonas con más reportes hechos el año pasado (101), junto a Los Fundadores (66) y Primero de Mayo (40).

Parte de la responsabilidad, según funcionarios, recae en la imprudencia de algunos ciudadanos. “Hace un tiempo descubrimos que en un asentamiento, por la urgencia de evacuar el agua lluvia, abrieron pozos y sobrecargaron las redes sanitarias”, contó Llanos. La misma lluvia arrastraba escombros, basuras, maderas y al poco tiempo colapsaron los pozos. “Nos llaman a nosotros porque tienen problemas de salubridad creados porque no hay cultura ciudadana”, concluyó.

A ese problema, hay que sumarle el robo de las tapas metálicas de los manjoles que permite la entrada de basuras al sistema cuando llueve. Según el arquitecto Héctor Cáliz, en Valledupar no se vive entre aguas negras “por la tendiente inclinación del territorio que permite que aún en caos corran de norte a sur”.

Una corriente de aguas negras recorría calles de Villa Maruamake y el Limonar la mañana de ayer. Lo mismo en la calle principal del barro El Dangond. Durante el Festival de la Quinta, pese a su éxito, un fétido olor emanaba de la alcantarilla de la calle 14 con carrera 5; se repitió la escena de 2017, afectando al evento. El problema persiste.