Corpocesar reconoció las evidencias de contaminación.
Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]
La comunidad indígena de Pueblo Bello está inconforme por los problemas ambientales que se generan en esta región y que están relacionados con el vertimiento de aguas negras en el pozo ‘Crispín', sitio sagrado de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, además el derramamiento de las aguas residuales del matadero público que son echadas al río Ariguanicito.
Esto fue denunciado por el Mamo Mejabi, Luis Guillermo Izquierdo, debido a que esos inconvenientes han generado graves problemas de salud a la población indígena.
El Mamo reveló que esos sitios son reservas biósferas y además lugares donde “nosotros realizamos ofrendas y rituales para pedir por el equilibrio y la armonía entre los colombianos. Al río caen los residuos, la sangre y demás partículas de los animales vacunos que son sacrificados a diario en el matadero municipal produciendo su contaminación y por consiguiente produciendo enfermedades en la piel, la muerte de los peces y de las reservas naturales”.
La difícil situación que la población indígena pasa en esta región, ha sido puesta en conocimiento de Corpocesar y las autoridades ambientales del municipio de Pueblo Bello.
Sin embargo, la oficina de prensa de la entidad ambiental admitió la afectación e impacto negativo de ambos afluentes y afirmó que se cursan los trámites respectivos en la Oficina Jurídica, para dar solución a las mismas.
Corpocesar reconoció las evidencias de contaminación.
Por Abdel Martínez Pérez
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La comunidad indígena de Pueblo Bello está inconforme por los problemas ambientales que se generan en esta región y que están relacionados con el vertimiento de aguas negras en el pozo ‘Crispín', sitio sagrado de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, además el derramamiento de las aguas residuales del matadero público que son echadas al río Ariguanicito.
Esto fue denunciado por el Mamo Mejabi, Luis Guillermo Izquierdo, debido a que esos inconvenientes han generado graves problemas de salud a la población indígena.
El Mamo reveló que esos sitios son reservas biósferas y además lugares donde “nosotros realizamos ofrendas y rituales para pedir por el equilibrio y la armonía entre los colombianos. Al río caen los residuos, la sangre y demás partículas de los animales vacunos que son sacrificados a diario en el matadero municipal produciendo su contaminación y por consiguiente produciendo enfermedades en la piel, la muerte de los peces y de las reservas naturales”.
La difícil situación que la población indígena pasa en esta región, ha sido puesta en conocimiento de Corpocesar y las autoridades ambientales del municipio de Pueblo Bello.
Sin embargo, la oficina de prensa de la entidad ambiental admitió la afectación e impacto negativo de ambos afluentes y afirmó que se cursan los trámites respectivos en la Oficina Jurídica, para dar solución a las mismas.