En la Sierra Nevada de Santa Marta, donde la política solía quedar lejos de los caminos de los mamos, un nombre ha roto esa tradición: Zarwawiko Torres Torres, cabildo gobernador arhuaco. Su figura divide a las comunidades indígenas, enfrenta al Gobierno nacional y se ha convertido en un actor que combina la autoridad ancestral con el poder político regional.
Desde que fue elegido cabildo gobernador en 2020, en una asamblea realizada durante la pandemia, Torres ha mantenido una lucha constante por el reconocimiento de su autoridad.
Aquella elección, cuestionada por varios asentamientos que no participaron, llevó a una tutela y a un fallo de la Corte Constitucional que ordenó repetir el proceso conforme a los usos y costumbres del pueblo arhuaco. Sin embargo, lejos de resolver la disputa, la decisión abrió una fractura que se mantiene hasta hoy.
Pese a que en 2021 el Ministerio del Interior suspendió su registro como cabildo gobernador y, en 2023, lo anuló por falta de representatividad, Torres logró ratificarse nuevamente en enero de 2025, respaldado por un grupo de mamos y comunidades que lo posesionaron en la Alcaldía de Valledupar.
Pero como no ha logrado ser reconocido, en varias ocasiones ha liderado bloqueos de vías nacionales, primero en Valledupar y luego en Bosconia. Estos hechos han paralizado la movilidad y obligado a la intervención del Gobierno. Para sus seguidores, se trata de una forma legítima de exigir autonomía; para sus críticos, una jugada sucia.
El conflicto interno que rodea su liderazgo no se limita a lo espiritual. Torres Torres ha jugado como actor político en las elecciones regionales y legislativas, apoyando de forma masiva a candidatos a los que ahora ha solicitado apoyo para lograr el registro oficial como cabildo gobernador.
En el fondo también está en disputa el control de Dusakawi EPSI, la entidad indígena de salud que atiende a los pueblos de la Sierra Nevada y que el próximo año estará a cargo de los arhuacos. Con ingresos operacionales que superaron los $337 mil millones en 2023, Dusakawi figura entre las mil empresas más grandes del país, y es considerada el principal músculo económico indígena del Caribe.











