La poda y tala de los árboles hacen parte de las alternativas para el control del arbolado urbano más usado en Valledupar. A pesar que este mecanismo es utilizado para evitar que estas plantas obstruyan las vías, las redes eléctricas, el sistema de acueducto, entre otras estructuras de la ciudad, también causa la muerte de un alto porcentaje del arbolado urbano debido a que personas inexpertas los podan de manera rudimentaria.
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De acuerdo con el ambientalista Jorge Lacouture, la poda de los árboles en Valledupar siempre ha sido un “punto de debate” debido a que es difícil controlar las podas clandestinas que amenazan a entre 75.000 y 80.000 ejemplares de las especies vegetales que hay en la ciudad. El especialista comentó que generalmente los actores de estas podas agresivas se escudan en que los árboles están mal ubicados en el espacio público y por ello hay que podarlos.
“Aproximadamente el 60 % de los arboles en Valledupar están plantados en lugares que colindan con empresas privadas, redes eléctricas y cerca de sistemas de desagüe. Por esto hay particulares que contratan a personas informales para que poden los árboles con machetes, hoz o cegadera, entre otros utensilios que dañan el árbol y causan su muerte”, explicó el experto.
De acuerdo con el ambientalista, estas podas inadecuadas se realizan sin tener en consideración la estructura del árbol, es decir hacia donde crecen sus ramas y hojas, la especie, la temporada ideal para realizar la poda, entre otros factores que influyen en la vida de las plantas. Aseveró que dichas malas prácticas no solo afectan al árbol, sino que también repercuten en la calidad de vida de los vallenatos debido a que Valledupar por ser una ciudad calurosa con altas temperaturas los árboles crean pequeños microclimas que ayudan al balance del ambiente.
Los árboles en Valledupar están distribuidos en el espacio público y en las residencias de los vallenatos. De acuerdo con el arborista Miguel Sierra, los sembrados dentro de las casas y en los jardines son entre 170.000 y 180.000 aproximadamente. Un alto porcentaje que pone en evidencia la razón por la cual la capital del Cesar es considerada como una de las ciudades más arborizadas del país.
LA PODA POR LAS EMPRESAS
La inadecuada distribución de los árboles en el espacio público ha provocado que la poda y tala de estos sea casi una necesidad del sector empresarial debido a que los árboles obstruyen el espacio de ciertas entidades y por su largas y profundas raíces rompen el pavimento.
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“Cuando una empresa considera que un árbol puede causar un perjuicio a la estructura física y a sus usuarios de inmediato la poda y tala de la planta es el primer correctivo que toman. Para realizar este procedimiento se debe solicitar un permiso a la dependencia ambiental de la zona, en este caso sería Corpocesar”, comentó Steven Cruz, especialista en gestión ambiental.
Señaló que cuando este servicio no es solicitado a la entidad ambientalista correspondiente el “árbol sufre” porque el proceso no lo realiza una persona capacitada que cuenta con las herramientas adecuadas para podar sin afectar de manera crítica su crecimiento o “pasmándolo hasta su muerte”.
De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, se puede solicitar el servicio de “poda o tala de árboles localizados en centros urbanos que por razones de su ubicación, estado sanitario o daños mecánicos estén causando perjuicio a la estabilidad de los suelos, a los canales de agua, andenes, calles, obras de infraestructura o edificaciones”.
La empresa o entidad deberá llenar un formulario para dicha solicitud donde especificará el motivo por el cual la planta representa algún tipo de riesgo. Posterior a esto un grupo técnico realizará una visita al lugar para evaluar la situación y determinar si es posible la poda o tala del árbol luego de haber realizado un informe sobre la situación.
Según Corpocesar, cuando se solicita talar, trasplantar o reubicar arboles del área urbana con el fin de ejecutar algún tipo de remodelación o ampliación de obras públicas y privadas, construcciones, instalaciones y similares, también se deberá diligenciar un formulario señalando las razones de este requerimiento para que posteriormente se realice una visita al lugar.
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LOS PODADORES AGRESIVOS
De acuerdo con Lacouture, los seres humanos son unos de los causantes de las podas y talas ilegales de árboles en la ciudad. El experto señaló que son pocas las personas que piden asesoría ante una entidad ambiental para la realización de estos procesos.
Comentó que los populares “macheteros”, conductores de vehículos de tracción animal y los recogedores de mango son los buscados generalmente por la población para podar y talar los árboles cercanos a sus viviendas o dentro de estas. Agregó que las plantas son podadas de manera agresiva en contra de su crecimiento y muchas veces dejan el tallo con laceraciones innecesarias que atraen al comején y diversas enfermedades que matan la planta.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.