Desde que se llega a la casa de Efraín ‘El Mono’ Quintero, ubicada en el pleno centro y corazón de Valledupar, se respira arte. Empezando por la sala donde se puede apreciar obras de su autoría, entre ellas una de la serie ‘Besotes’, en la que refleja el amor por esta zona del Cesar.
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En una acondicionada terraza del segundo piso de la casa resulta fácil adentrarse al corazón del artista y a la pasión misma por el arte. Un pequeño templo con pinturas y lienzos por doquier.
La primera pintura de Efraín Quintero reposa en el libro de su colección pictórica ‘Besotes’, un dibujo de 1965, cuando se encontraba en kínder, que su madre conservó y que hoy significan las primeras páginas de su carrera como artista y pintor.
Al hablar de sus inicios, ‘El Mono’ Quintero recuerda: “Desde el vientre fui inquieto, yo quería salir a percibir la naturaleza, percibir las texturas, ver los colores, enamorarme del arte y ser un buen ser humano y pintor”.
EL MAESTRO
Cree en el humanismo como estilo de vida. Por eso su llamado: “Ser más humanistas y con esa lección de humanismo, ese cambio, nosotros tenemos que anunciarlo y enunciarlo en nuestros proyectos, que tenga vida y que sirva al hombre contemporáneo para mejorar la humanidad”.
Efraín Quintero se ha desempeñado como decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del Cesar durante casi 15 años. Ahora, como respuesta a las consecuencias de la covid-19, dedica sus horas a la pintura creando más de siete obras pictóricas inspiradas, o enfocadas, en este momento que atraviesan todas las fronteras del mundo sin distinción.
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Sin embargo, no planea exponerlas: solo quiere que hagan parte de su archivo y a la vez sirvan de memoria de estos inéditos meses.
LA ESENCIA
“Yo hoy puedo decir bendita sea la pandemia porque fue lo que me llevó a mi esencia, a adentrarme en mi oficio como pintor, a dejar el afán en el que vivía, y en el que sé que muchos estaban viviendo”, relata Quintero Molina.
Pintor, arquitecto y compositor, considerado uno de los más arraigados a la cultura local, además vicepresidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, expresó a EL PILÓN que se encuentra en una fase de empoderamiento más que de reinvención. En ese proceso de arraigarse a los inicios del arte como tal, mirada en la “que deberían caminar todos los artistas de la ciudad. Pensar en las raíces de sus artes, de sus sectores, ir a ellas y arraigarse a las mismas. La reinvención más que pasarse a la era digital, es dar más del artista”.
“Bueno, yo creo que lo primero es ponerle todo el afecto al oficio que tenemos, mirar los paisaje, mirar nuestro entorno, pero no mirarlo con esa mirada de artista, sino la mirada del hombre y del ser que proyecta estas cosas para llevar la vida a futuro; cuidar la naturaleza, tener más roce con las cosas que están ahí delante de nosotros y que muchas veces no las vemos. Yo creo que ese es el rol del artista”, agregó.
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En esta serie de obras inspiradas en la pandemia es posible ver, al estilo de las pinceladas de Efraín Quintero, figuras humanas con algunos elementos de la cultura vallenata, también elementos comunes propios de estos tiempos, como tapabocas, médicos, féretros, luchas entre la vida y la muerte, tubos de respiradores audiovisuales, entre otros.
POR: ESTEFANI ROJAS / EL PILÓN