El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, informó que para el 2020 en el Cesar el Índice de Pobreza Multidimensional, IPM, fue del 27,2 %, evidenciando un incremento en comparación del 2019 que fue del 25,5 %. La salud, educación, vivienda, trabajo y atención a la niñez sufrieron vulneraciones que ocasionaron el aumento de 1.7 puntos porcentuales en el índice que mide el estado de pobreza de los cesarenses.
De acuerdo con el DANE, dicha cifra ubicó al Cesar en el puesto 15 del ranking nacional que mide la pobreza multidimensional en todos los departamentos del país. Por encima del Cesar estuvo La Guajira, con 51,7 %, porcentaje que dejó al departamento vecino en el cuarto puesto de los territorios con mayor pobreza.
El primer lugar lo ocupó el departamento de Vichada, con el 75, 6 %, y el segundo puesto Guainía, con 65,9 %. A pesar que el Cesar no se ubicó en los primeros puestos de la tabla, el informe precisó que en un 1,7 % aumentó la incidencia de la pobreza multidimensional en el departamento.
El estudio señaló que los hogares cesarenses con jefatura femenina tienen un IPM del 29,3 % y los de jefatura masculina un 25,9 %, demostrando así una diferencia de 3.4 puntos porcentuales que ratifican que las mujeres cesarenses cabezas de hogar viven condiciones de pobreza más extremas que los hombres.
Al respecto, el DANE manifestó que el aumento del IPM fue influenciado por la pandemia de la covid-19, las cuarentenas, la disminución de empleos formales por las medidas restrictivas, el cierre de establecimientos, así como de medianas y pequeñas empresas que quedaron sin una fuente de ingresos a un alto porcentaje de cesarenses.
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Por tal motivo, el departamento estadístico puntualizó que 489.000 personas a nivel nacional entraron a la pobreza multidimensional en el 2020, acotando que el porcentaje de ciudadanos en este tipo de pobreza fue tres veces mayor en los centros poblados y rurales dispersos que en las cabeceras municipales.
Sobre la percepción de los hogares cesarenses en cuanto si se consideran en condiciones de pobreza, el 59,8 % aseveró que sí. Una cifra que demuestra una leve disminución en la percepción negativa de los ciudadanos sobre las condiciones en las que viven debido a que para el 2019 el 67, 8 % señaló que vivían en la pobreza.
¿LA EDUCACIÓN DESMEJORÓ PARA LOS CESARENSES?
El 78 % de las personas de 6 a 16 años de edad del Cesar reveló que estudia bajo la presencialidad educativa. Dicho porcentaje ubicó al departamento en el puesto 20 de la tabla que mide porcentaje de jóvenes que reciben educación presencial. Esta cifra colocó al territorio por debajo de departamentos como Sucre, con 96 %; Magdalena, con 92,9 %; Córdoba, con 87 %; Chocó, con 83, 9 %; y Bolívar, con 89, 9 %.
De lo anterior se puede inferir que el Cesar está entre los departamentos con menores porcentajes de asertividad para el uso de la educación presencial a raíz de la pandemia de la covid-19, la cual obligó a los estudiantes a entrar en la virtualidad. Los últimos lugares los ocupó La Guajira, con un 75,1 %; y Atlántico, con 62,9 %. En ese sentido, el departamento con menor porcentaje de jóvenes que estudian presencial fue Arauca (32,8 % ) y el de mayor Valle del Cauca con (98, 5 %).
Con respecto a la calidad educativa para el 2020, el 57, 9 % de las personas de 6 a 16 años de edad aseveraron que la educación empeoró. Dicha afirmación corresponde al uso de la virtualidad como mecanismo de enseñanza, la dificultosa transición de los salones de clases a plataformas digitales, en las que la mayoría de docentes no tenían destrezas y la falta de material pedagógico.
En ese orden de ideas, el 57 % de los encuestados en las cabeceras municipales afirmaron que había empeorado. Dicha afirmación fue compartida por el 60,1 % de jóvenes de los centros poblados y rurales dispersos; este último porcentaje evidencia que la percepción negativa en torno a la educación es mucho más alta en la zona rural que en el casco urbano debido a que los habitantes de esas áreas carecen de conexión a Internet y de los recursos para adquirir equipos tecnológicos.
Por tal motivo, la suspensión de la presencialidad provocó que un porcentaje no pudiera continuar estudiando al no tener conectividad o una computadora para ver sus clases.
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LA CONECTIVIDAD, UN RETO QUE NO SE SUPERA
De acuerdo con el DANE, solo el 46, 5 % de los hogares cesarenses tienen conexión a Internet. Un porcentaje inferior que dejó al departamento por debajo del Atlántico (con 58, %) y lo ubicó en el puesto número 15 de la tabla que mide los hogares con conectividad a nivel nacional. Los últimos lugares los ocupó el Magdalena (38, 3 %) y La Guajira (21, 5 %).
Por otro lado, un 56, 8 % de los hogares de la cabecera municipal aseveró tener Internet, dicho porcentaje dejó al departamento por debajo del Atlántico en el que el 61, 1 % de esa población reportó tener el servicio, pero el Cesar siguió por encima del Magdalena (48, 6 %) y La Guajira (39, 5 %).
Sin embargo, este panorama cambió drásticamente en la zona rural porque solo el 14, 8 % de los hogares tiene conexión a Internet. Por tal motivo, el departamento ocupó el puesto 20 y quedó por debajo del Magdalena (15, 8 %), y por encima del Bolívar (8, 5 %) y La Guajira (5,5 %).
Esta medición confirma una vez más la necesidad de destinar inversiones para aumentar la conectividad en la zona rural. Actualmente se hace más necesario porque la educación aunque sigue siendo de manera presencial le apunta a la era digital, espacio del que no gozan un alto porcentaje de jóvenes del campo.
El DANE señaló que en el Cesar existe una brecha de conectividad del 42 % entre la zona urbana y rural, cifra alarmante que ubicó al departamento en el quinto puesto del ranking nacional que mide las brechas que hay en el servicio de Internet.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb