Apenas asoman las primeras horas del año cuando en las redes, ahora todo es redes, ya nadie habla, aparecen las promesas a incumplir para este nuevo año. Dietas, deportes, aprender inglés, lectura, avanzar en tecnología y practicar algún arte, desde pintura, hasta viajar a lugares soñados. Nada va a pasar, excepto los nostálgicos recordar aquella canción del 73, palabras, palabras, palabras de Silvana Di Lorenzo, la argentina que siempre se sintió italiana por mil razones, desde pequeña vivió allá, hasta casi a los quince. La canción se volvió famosa, incluso décadas después sigue siendo material de humor para políticos en campaña. ¡Y este será un año de lecciones!
Olvide de dietas, esos kilos de más terminan por volverse atractivos y no el amargue de pesarse a cada rato con productos costosos y simples, luzca tranquila esas llanticas, eso de ser plana, es para los amantes de la geometría y en los colegios tampoco dan esa materia.
En cuanto al inglés usted nunca tendrá el tono perfecto, solo los auxiliares de equipajes aeroportuarios lo comprenderán aprendieron de igual manera, o más práctico, además ya existen traductores multi idiomas que descomplican la vaina, de manera que hable y escriba mejor español y encontrará para sorpresa suya que na sabe, ni siquiera la cuarta parte de su propio idioma.
No aspire a ser lector de la noche a la mañana, es un proceso largo, tortuoso al principio, luego vicioso y solitario, si a esta edad, cualquier sea la suya, si no ha leído ‘El Quijote’ ni ‘Cien años de Soledad’, atrévase a leer los ‘Doce cuentos peregrinos’ de Gabo, uno cada mes y con eso basta. Recomiendo iniciar con ‘Solo vine a hablar por teléfono’, que como usted pasa pegado al celular todo el día, para algo le servirá. La tecnología cada día es más directa, explícita, fácil, no demora aprender, a entrar a ciertas páginas cuando el mismo equipo lo lleva, si le gusta leer horóscopos, el mismo equipo le recuerda los días de suerte o los números posibles de la lotería, en caso que no acierte llama a ‘Joaco’ Guillén si está por los lados de Valledupar.
Si lo que quiere es aprender algo nuevo, arte por ejemplo, inicie con lápices y papel normal, dibujando cualquier cosa, al principio se verán feos, pero si quiere cosas más profesionales el precio de los materiales lo decepcionará rápidamente, además es cuestión de práctica, paciencia, disciplina y algo de talento, entonces desde soñar con ser Picasso, Grau, Botero, Guayasamín, El Greco, Monet, Dalí o Van Gogh, si no sabe quiénes son los anteriores, confórmese que el último vivió pobre y loco, se cortó una oreja, luego sus cuadros cuestan millones de dólares, pero él no disfrutó un solo peso en su vida.
Si lo que quiere es cocinar, ni sueñe con ser Ferrán Adría, Berasategui, Arzat, Subijana, o Atxa, ese combo ya está seleccionado, inspírese y repase viejas fórmulas colombianas de Leonor Espinosa, incluso sorpréndase con unos avisos en redes que dicen que la siguiente generación no sabrán preparar tamales, pasteles, arroz de fideo ni rayar queso, aprópiese de esas viejas tradiciones y al poco tiempo le dirán ‘La Bella’ y usted nunca sabrá por qué, incluso pensará que es por los gorditos tipo Majoma de su panza feliz.
Si la nostalgia la arropa en estas primeras semanas del año, recurra al bolero, esa vieja música que ya pasó, pero que el cantante Luis Miguel rescató para su tiempo, la ranchera tampoco será su fuerte, Chente Fernández se llevó las últimas clásicas y por los lados del deporte, acaba de despedirse Pelé y la discusión sigue si Maradona y Messi fueron mejores, pero rey es rey. Pero si quiere tener larga vida, no olvide que Celeste Arantes la mamá de Edson está viva con 103 años y no hizo ninguna de las promesas anteriores. Aproveche escuchar, bailar, gozar con los últimos vallenatos que quedan, pues ya Silvestre anuncia retirada o larga pausa. Pero igual puede escuchar, hit hot, rap, pop, reguetón o champeta, perreo y entra a la generación de sordos que invaden las calles con los oídos tapados con audífonos escuchando nada. Usted verá, yo cumplo con recomendarle. Saludos. @edgardomendozag
Por Tiro de chorro Edgardo Mendoza Guerra