El relato de testigos y labores de inteligencia de policía judicial fueron pieza clave para que José Luis Batista Palomino y Jhonatan Ospino Mendoza fueran condenados a pagar 48 años y 6 meses de prisión por el asesinato del técnico en refrigeración Edwin Raúl Sierra Argote, en un asalto en el barrio Nueva Esperanza de Valledupar.

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Los sujetos estaban siendo procesados desde el 22 de junio del 2018 pero solamente hasta la tarde del jueves el Juzgado Primero Penal del Circuito con función de Conocimiento dio lectura a la sentencia por los delitos de homicidio agravado, fabricación, tráfico o porte de arma de fuego agravado y hurto calificado agravado.

En la decisión no recibieron rebaja de pena porque desde el inicio del pleito se declararon inocentes y fueron derrotados en juicio por la Fiscalía 16 seccional. No obstante, la defensa representada por los abogados Luis Alfonso Freite y Freddy Gutiérrez, interpusieron recurso de apelación para sustentarlo en los cinco días hábiles, con el fin que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar revisara la determinación emitida en primera instancia.

EL ASESINATO

Al técnico en refrigeración Edwin Raúl Sierra Argote la delincuencia le arrebató la vida el 20 de marzo de 2018. El hombre, de 33 años de edad, se encontraba departiendo con sus familiares en la terraza de la vivienda de su hermano ubicada en la calle 7ª con número 24-57 de Nueva Esperanza y llegaron cuatro sujetos armados distribuidos en dos motocicletas para cometer un asalto.

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“Se bajaron los parrilleros al citado apartamento, cada uno con un arma de fuego apuntándolos, uno de los asaltantes le quitó a Sixto Sierra (hermano de la víctima) un reloj y un celular, color negro, golpeándolo en la cabeza, asimismo despojaron a Edwin Sierra de su billetera, un celular, además de las llaves y el control de su casa. Nuevamente golpearon a los hombres diciéndoles que no miraran y procedieron a salir, realizaron un disparo que pegó en una pared, enseguida salieron y en ese momento Edwin Sierra procedió a cerrar la puerta escuchándose un segundo disparo que impactó en su abdomen, causándole la muerte”, relató la juez Rosario Villalobos Caamaño, al dictar la sentencia.

Según la investigación, los delincuentes alcanzaron a huir mientras que la víctima quedó tendida en plena vía pública por el impacto de bala que le propinaron.

“Salgo atrás de mi hermano que cae en el piso y me dice: ‘Me dieron en las piernas’, sin saber que le dieron en el estómago, salgo atrás cojo una piedra y la lanzo, el señor que llevaba el arma de fuego calibre 38 me apuntó…, los personajes del homicidio, los dos que llegaron sin cascos, están presentes aquí y los otros dos no alcancé a anotarlos muy bien”, agregó la juez al dar lectura a lo dicho por el hermano de la víctima en el juicio.

Desde entonces la policía judicial inició las investigaciones hasta dar con la captura de los implicados a finales de junio del mismo año, quienes ya eran investigados por el delito de receptación.

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‘SE HIZO JUSTICIA’

Los familiares de la víctima estuvieron conformes con la sentencia y consideraron que se hizo justicia. “A pesar de los tropiezos que hubo con las audiencias fue un logro de la justicia colombiana, al menos uno siente que se hizo lo que se tenía que hacer”, dijo Julio Sierra, padre del fallecido.