A mataderos clandestinos atribuyen nuevo colapso del sistema de alcantarillado en la calle 44, al sur de Valledupar
“La historia se repite, hace 20 días también se inundó la calle de aguas residuales mezcladas con desperdicios de vacas”, manifestó Naila Pedrozo, comerciante que tiene un puesto de jugos naturales, en la calle 44 con carrera 20, esquina del Hospital Eduardo Arredondo Daza del barrio San Martín.
La comerciante aseguró que desde hace dos días, desde el pasado sábado, colapsaron por lo menos tres manjoles del sector.
“Es un olor de desechos humanos mezclado con sangre y boñiga de vaca”, así describió la fetidez.
La empresa de servicios públicos Emdupar, ha venido trabajando desde ayer con sus operarios para destaponar el alcantarillado, donde han encontrado que los desechos de reses son la causa de la emergencia.
Luis Eduardo Gutiérrez Aroca, gerente de Emdupar atribuyó esta situación que afecta a varios barrios de la capital cesarense, al funcionamiento de mataderos clandestinos, que no han logrado ser ubicados por las autoridades.
“No hay conciencia ciudadana, no se sabe cuántos son los mataderos clandestinos. Los manjoles siguen rebosándose de boñiga y sangre”, dijo el funcionario.
La situación en esta zona de Valledupar, es crítica porque en algunas ocasiones ha colapsado el alcantarillado del Hospital Eduardo Arredondo Daza, anegando de agua contaminada el centro asistencial de primer nivel.
Coolesar aclara
Aunque el sector funciona el matadero de la Cooperativa Integral Lechera del Cesar, Coolesar, su gerente Jorge Saade, afirmó que la empresa no arroja los desechos de los animales al sistema de alcantarillado de la ciudad.
“Nosotros todos los desperdicios los enviamos a Medellín, que son materia prima para nosotros. Estos son los mataderos clandestinos en la zona que matan vacas robadas y aprovechan los fines de semana, eso no tiene que ver nada con nosotros”, sostuvo.
Por Martín Elías Mendoza
A mataderos clandestinos atribuyen nuevo colapso del sistema de alcantarillado en la calle 44, al sur de Valledupar
“La historia se repite, hace 20 días también se inundó la calle de aguas residuales mezcladas con desperdicios de vacas”, manifestó Naila Pedrozo, comerciante que tiene un puesto de jugos naturales, en la calle 44 con carrera 20, esquina del Hospital Eduardo Arredondo Daza del barrio San Martín.
La comerciante aseguró que desde hace dos días, desde el pasado sábado, colapsaron por lo menos tres manjoles del sector.
“Es un olor de desechos humanos mezclado con sangre y boñiga de vaca”, así describió la fetidez.
La empresa de servicios públicos Emdupar, ha venido trabajando desde ayer con sus operarios para destaponar el alcantarillado, donde han encontrado que los desechos de reses son la causa de la emergencia.
Luis Eduardo Gutiérrez Aroca, gerente de Emdupar atribuyó esta situación que afecta a varios barrios de la capital cesarense, al funcionamiento de mataderos clandestinos, que no han logrado ser ubicados por las autoridades.
“No hay conciencia ciudadana, no se sabe cuántos son los mataderos clandestinos. Los manjoles siguen rebosándose de boñiga y sangre”, dijo el funcionario.
La situación en esta zona de Valledupar, es crítica porque en algunas ocasiones ha colapsado el alcantarillado del Hospital Eduardo Arredondo Daza, anegando de agua contaminada el centro asistencial de primer nivel.
Coolesar aclara
Aunque el sector funciona el matadero de la Cooperativa Integral Lechera del Cesar, Coolesar, su gerente Jorge Saade, afirmó que la empresa no arroja los desechos de los animales al sistema de alcantarillado de la ciudad.
“Nosotros todos los desperdicios los enviamos a Medellín, que son materia prima para nosotros. Estos son los mataderos clandestinos en la zona que matan vacas robadas y aprovechan los fines de semana, eso no tiene que ver nada con nosotros”, sostuvo.
Por Martín Elías Mendoza