En el barrio Casimiro Maestre, al sur de Valledupar, no hay Junta de Acción Comunal; sin embargo, algunos líderes trabajan de forma independiente.
Por Andrés Llamas Nova
“Nuestro barrio fue de puertas abiertas hasta hace algunos años”, dijeron los habitantes del Casimiro Maestre quienes, en repetidas oportunidades, le han solicitado a los medios de comunicación que observen el mal estado del parque central; pero, al llegar a este sector de la comuna 4, la cancha llena de agua y de barro, es apenas uno de sus problemas.
Liliana Morón, líder de esta comunidad, manifestó que la única ayuda para el parque y su mal estado, la recibieron de parte de Amoblamiento Urbano y Electricaribe en el mes de noviembre pasado, sin embargo son los habitantes del barrio quienes se encargan de su cuidado.
El Casimiro tiene 32 años. Sus moradores aseguraron que ya no se puede permanecer en sus puertas a tempranas horas de la noche, que las tiendas cierran temprano por temor a los atracos y que la oscuridad reina en las calles, debido a las lámparas inservibles que están ubicadas en los postes.
“Tuvimos Junta de Acción Comunal, pero la Secretaría de Gobierno Departamental nos desmanteló la junta que había empezado a trabajar. Indupal había prometido venir a reparar las mallas y otras cosas del parque, pero no volvieron”, dijo Liliana Morón.
La comunidad aseguró que, pese a que muy cerca del barrio está el CAI de Policía del CDV, los atracadores no dan tregua y tienen azotada las calles. “Las vías son muy oscuras, hay árboles que necesitan que los poden y los motociclistas, con parrillero hombre, atraviesan al barrio de un lado a otro para cometer sus atracos y andan a exceso de velocidad”, dijo Yolima María Beltrán.
El barrio Casimiro Maestre está pavimentado en su totalidad, pero aunque las calles tienen reductores de velocidad, esto no es impedimento para que los delincuentes motorizados se desplacen con una rapidez que atemoriza a los habitantes de este sector, quienes al ver pasar cualquier motocicleta sienten desconfianza.
PUNTO DE VISTA
José Salas: “Le pedimos a las autoridades que haya más vigilancia por aquí, es raro cuando pasan las patrullas”.
Aidé Pedrozo: “Las tiendas cierran temprano, a las 8:30 de la noche ya estamos encerrados porque nos tienen azotados los ladrones. Nosotros éramos los últimos en acostarnos por aquí, pero ya no se puede”.
En el barrio Casimiro Maestre, al sur de Valledupar, no hay Junta de Acción Comunal; sin embargo, algunos líderes trabajan de forma independiente.
Por Andrés Llamas Nova
“Nuestro barrio fue de puertas abiertas hasta hace algunos años”, dijeron los habitantes del Casimiro Maestre quienes, en repetidas oportunidades, le han solicitado a los medios de comunicación que observen el mal estado del parque central; pero, al llegar a este sector de la comuna 4, la cancha llena de agua y de barro, es apenas uno de sus problemas.
Liliana Morón, líder de esta comunidad, manifestó que la única ayuda para el parque y su mal estado, la recibieron de parte de Amoblamiento Urbano y Electricaribe en el mes de noviembre pasado, sin embargo son los habitantes del barrio quienes se encargan de su cuidado.
El Casimiro tiene 32 años. Sus moradores aseguraron que ya no se puede permanecer en sus puertas a tempranas horas de la noche, que las tiendas cierran temprano por temor a los atracos y que la oscuridad reina en las calles, debido a las lámparas inservibles que están ubicadas en los postes.
“Tuvimos Junta de Acción Comunal, pero la Secretaría de Gobierno Departamental nos desmanteló la junta que había empezado a trabajar. Indupal había prometido venir a reparar las mallas y otras cosas del parque, pero no volvieron”, dijo Liliana Morón.
La comunidad aseguró que, pese a que muy cerca del barrio está el CAI de Policía del CDV, los atracadores no dan tregua y tienen azotada las calles. “Las vías son muy oscuras, hay árboles que necesitan que los poden y los motociclistas, con parrillero hombre, atraviesan al barrio de un lado a otro para cometer sus atracos y andan a exceso de velocidad”, dijo Yolima María Beltrán.
El barrio Casimiro Maestre está pavimentado en su totalidad, pero aunque las calles tienen reductores de velocidad, esto no es impedimento para que los delincuentes motorizados se desplacen con una rapidez que atemoriza a los habitantes de este sector, quienes al ver pasar cualquier motocicleta sienten desconfianza.
PUNTO DE VISTA
José Salas: “Le pedimos a las autoridades que haya más vigilancia por aquí, es raro cuando pasan las patrullas”.
Aidé Pedrozo: “Las tiendas cierran temprano, a las 8:30 de la noche ya estamos encerrados porque nos tienen azotados los ladrones. Nosotros éramos los últimos en acostarnos por aquí, pero ya no se puede”.