Publicidad
Categorías
Categorías
Comunidad - 5 diciembre, 2020

“Necesitamos un albergue permanente”: habitantes de calle en Valledupar

Personas en condición de habitantes de calle, en Valledupar, piden a la administración municipal un lugar donde les permitan bañarse, lavar la ropa y comer.

En el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’ diariamente llegan alrededor de 300 habitantes de calle en busca de comida. 

FOTO/CORTESÍA.
En el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’ diariamente llegan alrededor de 300 habitantes de calle en busca de comida. FOTO/CORTESÍA.
Boton Wpp

Poder dormir en la terraza de una vivienda o debajo de un techo, donde se sienta cobijado durante la noche, es lo que anhela todos los días Marlon Hernández, un hombre de 36 años en condición de habitante de calle desde hace 10 años, cuando salió de su natal Santa Marta y llegó a Valledupar por ‘circunstancias de la vida’, según relató.  Reconoció que el camino de la drogadicción no fue el mejor para su vida, pero el rechazo familiar y de la sociedad no le han dado otra alternativa.

Lee también: Abren licitación para mejoramiento del corredor férreo Dorada-Chiriguaná

Llegué aquí a Valledupar a finales del 2010, no pensé quedarme sino seguir recorriendo el país, pero inicialmente encontré trabajo en el Mercado Público, ya después todo se complicó y mi hogar han sido las calles.  No he regresado a Santa Marta porque allá no me espera nadie, cuando caí en el problema de la drogadicción mi familia me rechazó y ya para qué regresar”, relató Marlon Hernández.

Como su historia, son muchas las que se consiguen en las calles de esta ciudad, donde la Oficina de Gestión Social manifestó no tener una caracterización de esta población, debido a que son flotantes.

Otra de las historias encontradas fue la de Ángel Martínez Peinado, oriundo de Valledupar, con 20 años en la indigencia.  Relató que muchos en su misma condición viven del reciclaje y con esto ganan unos cuantos pesos, pero no lo suficiente para pagar un hospedaje donde pasar la noche.

“Duermo donde me agarre la noche, lo ideal sería que la Alcaldía tuviera un sitio que nos permitiera llegar al menos a comer, bañarnos y lavar nuestra ropa, porque darnos alojamiento sé que no es fácil”, dijo Peinado.

Por su parte Carlos Andrés, de 36 años, relató que desde hace 4 años retornó de Venezuela debido a la crisis social, económica y política que atraviesa el país vecino. Desde entonces permanece en las calles.

Otro de los grandes problemas que tenemos los habitantes de calle es que no tenemos acceso a la salud, si nos enfermamos vamos a la tienda, compramos una pastilla y ya. Para nosotros no hay ningún tipo de apoyo”, manifestó Carlos Andrés.

Una de las entidades que ofrece ayuda a estas personas es el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’, perteneciente a la parroquia Las Tres Ave Marías, dirigido por el presbítero Francisco Arcila Montoya.  Desde hace 17 años diariamente entregan alrededor de 300 almuerzos a los habitantes de calle, y antes de la pandemia también les permitían descansar un rato, bañarse y lavar la ropa, pero para evitar las aglomeraciones solo les están entregando la comida a partir de las 10:00 de la mañana.

No dejes de leer: “Volvimos a pescar luego de 6 meses sin hacerlo”: pescadores de la ciénaga de Zapatosa

Uno de los principales benefactores de este comedor es el Club de Leones Monarca de Valledupar, el cual mensualmente destina recursos para la adquisición de alimentos.

Durante 67 años hemos ayudado a las personas en condición de calle con la donación de alimentos, no solo en el comedor sino también entregando comidas ya preparadas en jornadas que realizamos en diferentes sitios de la ciudad donde ellos principalmente convergen”, indicó la gobernadora del Club de Leones, María Elena Saade.

Muchas de estas personas viven del reciclaje.

Por su lado, la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía de Valledupar indicó que tienen y han desarrollado diferentes programas y actividades con esta población, como la recién activación de un albergue temporal de 10 días, donde se le restablecen los derechos a las personas que lo requieran.

La administración dispuso un hotel para un albergue donde las personas que son direccionadas a este lugar pasan 10 días, no hay un albergue definitivo. Nos hemos aliado con los entes competentes como ICBF, Defensorías de Familia, Fiscalía, Migración Colombia y son ellos los que remiten los casos al albergue; en esos 10 días se les da las tres comidas diarias, acompañamiento psicosocial, orientación por parte de abogados y se les brinda atención en salud, y si son de otra ciudad se les garantiza su traslado si así lo desean”, expresó la sectorial.

Te puede interesar: Declaran alerta Amarilla e intensifican vigilancia por lesiones con pólvora en el Cesar

Igualmente destacó que la semana pasada realizaron una intervención a los indigentes que permanecen en inmediaciones de la Terminal de Transporte Público de Valledupar, a quienes les brindaron atención en salud, peluquería en los hombres, entrega de canastas nutricionales y kit de aseo.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.

Comunidad
5 diciembre, 2020

“Necesitamos un albergue permanente”: habitantes de calle en Valledupar

Personas en condición de habitantes de calle, en Valledupar, piden a la administración municipal un lugar donde les permitan bañarse, lavar la ropa y comer.


En el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’ diariamente llegan alrededor de 300 habitantes de calle en busca de comida. 

FOTO/CORTESÍA.
En el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’ diariamente llegan alrededor de 300 habitantes de calle en busca de comida. FOTO/CORTESÍA.
Boton Wpp

Poder dormir en la terraza de una vivienda o debajo de un techo, donde se sienta cobijado durante la noche, es lo que anhela todos los días Marlon Hernández, un hombre de 36 años en condición de habitante de calle desde hace 10 años, cuando salió de su natal Santa Marta y llegó a Valledupar por ‘circunstancias de la vida’, según relató.  Reconoció que el camino de la drogadicción no fue el mejor para su vida, pero el rechazo familiar y de la sociedad no le han dado otra alternativa.

Lee también: Abren licitación para mejoramiento del corredor férreo Dorada-Chiriguaná

Llegué aquí a Valledupar a finales del 2010, no pensé quedarme sino seguir recorriendo el país, pero inicialmente encontré trabajo en el Mercado Público, ya después todo se complicó y mi hogar han sido las calles.  No he regresado a Santa Marta porque allá no me espera nadie, cuando caí en el problema de la drogadicción mi familia me rechazó y ya para qué regresar”, relató Marlon Hernández.

Como su historia, son muchas las que se consiguen en las calles de esta ciudad, donde la Oficina de Gestión Social manifestó no tener una caracterización de esta población, debido a que son flotantes.

Otra de las historias encontradas fue la de Ángel Martínez Peinado, oriundo de Valledupar, con 20 años en la indigencia.  Relató que muchos en su misma condición viven del reciclaje y con esto ganan unos cuantos pesos, pero no lo suficiente para pagar un hospedaje donde pasar la noche.

“Duermo donde me agarre la noche, lo ideal sería que la Alcaldía tuviera un sitio que nos permitiera llegar al menos a comer, bañarnos y lavar nuestra ropa, porque darnos alojamiento sé que no es fácil”, dijo Peinado.

Por su parte Carlos Andrés, de 36 años, relató que desde hace 4 años retornó de Venezuela debido a la crisis social, económica y política que atraviesa el país vecino. Desde entonces permanece en las calles.

Otro de los grandes problemas que tenemos los habitantes de calle es que no tenemos acceso a la salud, si nos enfermamos vamos a la tienda, compramos una pastilla y ya. Para nosotros no hay ningún tipo de apoyo”, manifestó Carlos Andrés.

Una de las entidades que ofrece ayuda a estas personas es el comedor parroquial ‘Cristo llama a tu puerta’, perteneciente a la parroquia Las Tres Ave Marías, dirigido por el presbítero Francisco Arcila Montoya.  Desde hace 17 años diariamente entregan alrededor de 300 almuerzos a los habitantes de calle, y antes de la pandemia también les permitían descansar un rato, bañarse y lavar la ropa, pero para evitar las aglomeraciones solo les están entregando la comida a partir de las 10:00 de la mañana.

No dejes de leer: “Volvimos a pescar luego de 6 meses sin hacerlo”: pescadores de la ciénaga de Zapatosa

Uno de los principales benefactores de este comedor es el Club de Leones Monarca de Valledupar, el cual mensualmente destina recursos para la adquisición de alimentos.

Durante 67 años hemos ayudado a las personas en condición de calle con la donación de alimentos, no solo en el comedor sino también entregando comidas ya preparadas en jornadas que realizamos en diferentes sitios de la ciudad donde ellos principalmente convergen”, indicó la gobernadora del Club de Leones, María Elena Saade.

Muchas de estas personas viven del reciclaje.

Por su lado, la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía de Valledupar indicó que tienen y han desarrollado diferentes programas y actividades con esta población, como la recién activación de un albergue temporal de 10 días, donde se le restablecen los derechos a las personas que lo requieran.

La administración dispuso un hotel para un albergue donde las personas que son direccionadas a este lugar pasan 10 días, no hay un albergue definitivo. Nos hemos aliado con los entes competentes como ICBF, Defensorías de Familia, Fiscalía, Migración Colombia y son ellos los que remiten los casos al albergue; en esos 10 días se les da las tres comidas diarias, acompañamiento psicosocial, orientación por parte de abogados y se les brinda atención en salud, y si son de otra ciudad se les garantiza su traslado si así lo desean”, expresó la sectorial.

Te puede interesar: Declaran alerta Amarilla e intensifican vigilancia por lesiones con pólvora en el Cesar

Igualmente destacó que la semana pasada realizaron una intervención a los indigentes que permanecen en inmediaciones de la Terminal de Transporte Público de Valledupar, a quienes les brindaron atención en salud, peluquería en los hombres, entrega de canastas nutricionales y kit de aseo.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.