El uso sostenible de los humedales se volvió una necesidad impostergable para la humanidad en los próximos años, debido a que de estas aguas dulces dependen una gran cantidad de las actividades humanas. La existencia de aguas limpias depende del manejo adecuado que se le dé a estos acuíferos, por esta razón cada dos de […]
El uso sostenible de los humedales se volvió una necesidad impostergable para la humanidad en los próximos años, debido a que de estas aguas dulces dependen una gran cantidad de las actividades humanas. La existencia de aguas limpias depende del manejo adecuado que se le dé a estos acuíferos, por esta razón cada dos de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales.
Según el biólogo Wilson Pérez, ex funcionario de Corpocesar, la importancia de estos cuerpos de agua es significativa porque es un vertedero natural de los ríos y en esa medida disminuyen los riesgos de eventos frente a inundaciones.
En la medida en que la gente fue afectándolos, acercándose a ellos, en esa medida ese sistema también terminó perjudicando a la comunidad, explicó el biólogo. Otra de las funciones naturales que tienen es servir de hábitat a una cantidad de especies de fauna, que son característicos de estos ecosistemas.
De acuerdo a datos entregados por Corpocesar se calcula que en el departamento del Cesar existen unas 200 mil hectáreas de humedales. Entre ellos están los humedales urbanos de Valledupar, más conocidos como El Eneal y María Camila.
En otros municipios también existen humedales aunque son menos conocidos; también hay otros tipo laguna en el municipio de La Paz como lo es la laguna de Los Indios que nadie conoce, y otras más conocidas como las ciénagas de la zona minera entre ellas La Pachita y Mata de Palma. También existen lagunas en el centro y sur de todos los municipios del área ribereña del río Magdalena.
Estos humedales han sido afectados por los urbanizadores y los mismos entes territoriales porque han olvidado su rol de protección o dejado que eso suceda; los ganaderos buscando ampliar su frontera agrícola y sus tierras y el sector de la industria que con su accionar ha contaminado todas esas aguas que van a caer a las ciénagas que finalmente son los receptáculos finales de toda esta actividad del hombre, aseguró Pérez.
Otras de las actividades que viene afectando el futuro de estos acuíferos son las actividades domésticas de las personas que viven en sus alrededores, la caza indiscriminada que desprotege todas estas áreas y el vertimiento de aguas negras como en el caso del municipio de Chimichagua.
De acuerdo a una investigación realizada por Corpocesar y la Universidad Nacional de Colombia a través del Instituto de Ciencias Naturales, los humedales del sur del Cesar están condenados a desparecer. Según los especialistas, algunos complejos cenagosos tendrían cien años más de vida útil.
Esta investigación demostró que humedales como Congo, Sordo, Juncal y Baquero están condenados a desaparecer debido a los altos niveles de colmatación (velocidad con que se llenan) y sedimentación en las ciénagas del sur del Cesar, las cuales superan el promedio anual y nacional de sedimentos. La actividad humana invasiva y los malos trabajos de ingeniería son otras de las causas.
El Gobierno Nacional ha dicho que para avanzar en soluciones, las autoridades ambientales regionales deben por una parte revisar las caracterizaciones de esos ecosistemas y formular unos planes de manejo para su implementación.
Parte de este trabajo lo ha venido haciendo Corpocesar con la Universidad Nacional desde hace ocho años a través de un trabajo de cooperación que tiene la entidad. En el 2008 terminó un trabajo de caracterización de humedales en la zona minera que incluyó la ciénaga Mata de Palma y La Pachita.
También hicieron la caracterización de la ciénaga de Zapatoza, que se afirma en jurisdicción de cinco municipios: Chimichanga, Chiriguaná, Curumaní, El Paso, Tamalameque y El Banco que dio como resultado el Plan de Manejo Ambiental.
Para que este plan sea implementado se requiere de una inversión aproximada de 17 mil millones de pesos anuales durante cinco años. Con una inversión tan alta, le corresponde a Corpocesar y Corpomag adoptar el documento del plan para su implementación.
La idea es que alcaldes, gobernadores, Corpocesar, Corpomag y todos los entes públicos se asocien para mirar cómo se gestionan todos esos recursos y poder entrar a dar soluciones de impacto a este problema, sostuvo el ex funcionario de Corpocesar.
Durante la historia de Corpocesar, con su escaso prepuesto lo que ha desarrollado son acciones paliativas que no dan soluciones definitivas a las afectaciones reales del humedal de Zapatoza.
Rafael Moisés Becerra: “Es bueno conservar los humedales porque contiene agua que sirven mucho en época de sequía para todas las actividades que hacemos diariamente.
Rubén Tabares: “Son importantes porque son fuente de agua, que es el líquido más importante de este planeta. Debemos sembrar árboles para cuidarlos y para que no se sequen”.
Rafael Fuentes: “Son importantes para preservar la naturaleza. En muchas partes del país está escasa el agua y los humedales son una fuente de vida para el sostenimiento de las personas”.
Camilo Araújo: “Son unos pulmones para Valledupar y sirven para conservar la fauna y flora. En ese humedal de El Eneal era para que nunca hubieran construido, porque se afectó su ecosistema”.
Campo Elías Contreras: “Son muy útiles porque en época de sequía son una ayuda. Es importante para los animales, los potreros y para las personas que hacen muchas actividades diarias así sea con un pozo de agua”.
El uso sostenible de los humedales se volvió una necesidad impostergable para la humanidad en los próximos años, debido a que de estas aguas dulces dependen una gran cantidad de las actividades humanas. La existencia de aguas limpias depende del manejo adecuado que se le dé a estos acuíferos, por esta razón cada dos de […]
El uso sostenible de los humedales se volvió una necesidad impostergable para la humanidad en los próximos años, debido a que de estas aguas dulces dependen una gran cantidad de las actividades humanas. La existencia de aguas limpias depende del manejo adecuado que se le dé a estos acuíferos, por esta razón cada dos de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales.
Según el biólogo Wilson Pérez, ex funcionario de Corpocesar, la importancia de estos cuerpos de agua es significativa porque es un vertedero natural de los ríos y en esa medida disminuyen los riesgos de eventos frente a inundaciones.
En la medida en que la gente fue afectándolos, acercándose a ellos, en esa medida ese sistema también terminó perjudicando a la comunidad, explicó el biólogo. Otra de las funciones naturales que tienen es servir de hábitat a una cantidad de especies de fauna, que son característicos de estos ecosistemas.
De acuerdo a datos entregados por Corpocesar se calcula que en el departamento del Cesar existen unas 200 mil hectáreas de humedales. Entre ellos están los humedales urbanos de Valledupar, más conocidos como El Eneal y María Camila.
En otros municipios también existen humedales aunque son menos conocidos; también hay otros tipo laguna en el municipio de La Paz como lo es la laguna de Los Indios que nadie conoce, y otras más conocidas como las ciénagas de la zona minera entre ellas La Pachita y Mata de Palma. También existen lagunas en el centro y sur de todos los municipios del área ribereña del río Magdalena.
Estos humedales han sido afectados por los urbanizadores y los mismos entes territoriales porque han olvidado su rol de protección o dejado que eso suceda; los ganaderos buscando ampliar su frontera agrícola y sus tierras y el sector de la industria que con su accionar ha contaminado todas esas aguas que van a caer a las ciénagas que finalmente son los receptáculos finales de toda esta actividad del hombre, aseguró Pérez.
Otras de las actividades que viene afectando el futuro de estos acuíferos son las actividades domésticas de las personas que viven en sus alrededores, la caza indiscriminada que desprotege todas estas áreas y el vertimiento de aguas negras como en el caso del municipio de Chimichagua.
De acuerdo a una investigación realizada por Corpocesar y la Universidad Nacional de Colombia a través del Instituto de Ciencias Naturales, los humedales del sur del Cesar están condenados a desparecer. Según los especialistas, algunos complejos cenagosos tendrían cien años más de vida útil.
Esta investigación demostró que humedales como Congo, Sordo, Juncal y Baquero están condenados a desaparecer debido a los altos niveles de colmatación (velocidad con que se llenan) y sedimentación en las ciénagas del sur del Cesar, las cuales superan el promedio anual y nacional de sedimentos. La actividad humana invasiva y los malos trabajos de ingeniería son otras de las causas.
El Gobierno Nacional ha dicho que para avanzar en soluciones, las autoridades ambientales regionales deben por una parte revisar las caracterizaciones de esos ecosistemas y formular unos planes de manejo para su implementación.
Parte de este trabajo lo ha venido haciendo Corpocesar con la Universidad Nacional desde hace ocho años a través de un trabajo de cooperación que tiene la entidad. En el 2008 terminó un trabajo de caracterización de humedales en la zona minera que incluyó la ciénaga Mata de Palma y La Pachita.
También hicieron la caracterización de la ciénaga de Zapatoza, que se afirma en jurisdicción de cinco municipios: Chimichanga, Chiriguaná, Curumaní, El Paso, Tamalameque y El Banco que dio como resultado el Plan de Manejo Ambiental.
Para que este plan sea implementado se requiere de una inversión aproximada de 17 mil millones de pesos anuales durante cinco años. Con una inversión tan alta, le corresponde a Corpocesar y Corpomag adoptar el documento del plan para su implementación.
La idea es que alcaldes, gobernadores, Corpocesar, Corpomag y todos los entes públicos se asocien para mirar cómo se gestionan todos esos recursos y poder entrar a dar soluciones de impacto a este problema, sostuvo el ex funcionario de Corpocesar.
Durante la historia de Corpocesar, con su escaso prepuesto lo que ha desarrollado son acciones paliativas que no dan soluciones definitivas a las afectaciones reales del humedal de Zapatoza.
Rafael Moisés Becerra: “Es bueno conservar los humedales porque contiene agua que sirven mucho en época de sequía para todas las actividades que hacemos diariamente.
Rubén Tabares: “Son importantes porque son fuente de agua, que es el líquido más importante de este planeta. Debemos sembrar árboles para cuidarlos y para que no se sequen”.
Rafael Fuentes: “Son importantes para preservar la naturaleza. En muchas partes del país está escasa el agua y los humedales son una fuente de vida para el sostenimiento de las personas”.
Camilo Araújo: “Son unos pulmones para Valledupar y sirven para conservar la fauna y flora. En ese humedal de El Eneal era para que nunca hubieran construido, porque se afectó su ecosistema”.
Campo Elías Contreras: “Son muy útiles porque en época de sequía son una ayuda. Es importante para los animales, los potreros y para las personas que hacen muchas actividades diarias así sea con un pozo de agua”.