Las autoridades tratan de determinar si el crimen está asociado a represalias por parte de grupos delincuenciales por rentas criminales.
El sonado asesinato de María Angélica De la Cruz Chima, de 27 años, y de su abuelo José Enrique Daza Maestre, de 73, ocurrido el reciente fin de semana en el barrio Primero de Mayo en Valledupar, posiblemente sería el resultado de represalias por parte de delincuentes.
De acuerdo a fuentes judiciales, la mujer el pasado mes de noviembre se había ido de Valledupar hacia Cauca, donde un mes después se acercó al Ejército diciendo que había sido retenida.
No obstante, personas ligadas a la familia contaron a EL PILÓN que la mujer sí había sido secuestrada en el mes de noviembre de 2022 en Valledupar por unos hombres al parecer temidos por la familia y rescatada por las autoridades a inicios del mes de enero de este año en el municipio de Caloto, Cauca.
En las diligencias no hubo capturados. María Angélica De la Cruz fue llevada a un centro asistencial y luego dejada a cargo de la Cruz Roja para ser regresada a sus familiares en la capital del Cesar.
Desde entonces se encontraba viviendo con su abuelo y otros parientes en la casa del Primero de Mayo, ubicada en la calle 23 con número 20-44, donde llegaron dos sicarios en moto.
Uno de los delincuentes ingresó a la vivienda para disparar en contra de María Angélica De La Cruz Chimá y José Enrique Daza Maestre, quienes murieron de manera inmediata de un disparo en la cabeza.
Personal de la Sijín de la Policía Nacional inspeccionó los cuerpos y los trasladó a Medicina Legal.
Las primeras hipótesis de las autoridades apuntan a que el doble crimen se trató de un sicariato por represalias.
“Es un caso bastante particular que convoca a Policía y Fiscalía para fortalecer el proceso judicial. Por la forma en cómo se dan las cosas y el poco material probatorio es, al parecer, un ajuste de cuentas. Hay que esperar qué arrojan las investigaciones”, manifestó el coronel Luis Exberto León Rodríguez, comandante del Departamento de Policía Cesar.
EL PILÓN conoció que José Enrique Daza y María Angélica de la Cruz habían denunciado amenazas en el año 2014 y 2022, respectivamente.
Las autoridades tratan de determinar si el crimen está asociado a represalias por parte de grupos delincuenciales por rentas criminales.
El sonado asesinato de María Angélica De la Cruz Chima, de 27 años, y de su abuelo José Enrique Daza Maestre, de 73, ocurrido el reciente fin de semana en el barrio Primero de Mayo en Valledupar, posiblemente sería el resultado de represalias por parte de delincuentes.
De acuerdo a fuentes judiciales, la mujer el pasado mes de noviembre se había ido de Valledupar hacia Cauca, donde un mes después se acercó al Ejército diciendo que había sido retenida.
No obstante, personas ligadas a la familia contaron a EL PILÓN que la mujer sí había sido secuestrada en el mes de noviembre de 2022 en Valledupar por unos hombres al parecer temidos por la familia y rescatada por las autoridades a inicios del mes de enero de este año en el municipio de Caloto, Cauca.
En las diligencias no hubo capturados. María Angélica De la Cruz fue llevada a un centro asistencial y luego dejada a cargo de la Cruz Roja para ser regresada a sus familiares en la capital del Cesar.
Desde entonces se encontraba viviendo con su abuelo y otros parientes en la casa del Primero de Mayo, ubicada en la calle 23 con número 20-44, donde llegaron dos sicarios en moto.
Uno de los delincuentes ingresó a la vivienda para disparar en contra de María Angélica De La Cruz Chimá y José Enrique Daza Maestre, quienes murieron de manera inmediata de un disparo en la cabeza.
Personal de la Sijín de la Policía Nacional inspeccionó los cuerpos y los trasladó a Medicina Legal.
Las primeras hipótesis de las autoridades apuntan a que el doble crimen se trató de un sicariato por represalias.
“Es un caso bastante particular que convoca a Policía y Fiscalía para fortalecer el proceso judicial. Por la forma en cómo se dan las cosas y el poco material probatorio es, al parecer, un ajuste de cuentas. Hay que esperar qué arrojan las investigaciones”, manifestó el coronel Luis Exberto León Rodríguez, comandante del Departamento de Policía Cesar.
EL PILÓN conoció que José Enrique Daza y María Angélica de la Cruz habían denunciado amenazas en el año 2014 y 2022, respectivamente.