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El Vallenato - 6 mayo, 2019

Misión: desmitificar a Escalona

Antes, los conjuntos grababan: Luis enrique Martínez y su conjunto y no aparecían los autores, igual Alejo Durán, Abel Antonio Villa, etc. Y no era por viveza; si no porque la cultura de nuestros juglares no dimensionaba el asunto del derecho de autor con claridad, de esto casi nadie habla. Pero, esta también fue una etapa del derecho de autor en nuestra música.

Escalona nació en Patillal el 26 de mayo de 1927 y murió en Bogotá el 13 de mayo de 2009, por una afección cardíaca.
Escalona nació en Patillal el 26 de mayo de 1927 y murió en Bogotá el 13 de mayo de 2009, por una afección cardíaca.
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Hay algunos investigadores de música vallenata, que están llenándose de requisitos para supuestamente van a desenmascarar a Escalona, según muchos este nunca fue compositor, por que la componía era su señora madre y la canción tal era de fulano de tal y la tal por cual, era de zutanito y menganito. En fin hechos reales y fantasiosos que ya hacen parte de la leyenda Escalona, lo que no saben estos investigadores es que otro grupo bien grande de conocedores también nos estamos preparando para defenderlo; todos los que hemos recorrido la historiología o historiografía, como quieran decirlo de nuestra música sabemos que en su etapa folclórica, no existía, el derecho de autor legalmente constituido, y una melodía tenía una letra en Guacoche, otra en Camperucho, y así en sabana de Manuela, de pueblo en pueblo las melodías iban de boca en boca. A veces los juglares se autonombraban y de esa manera el mismo pueblo identificaba al autor de la canción, claro que el juglar no se autonombraba para proteger su derecho de autor; si no para tener renombre, de esto nos ilustra suficientemente el doctor Tomás Darío Gutiérrez, en sus obras, detalle por detalle, los viejos estilaban eso regalarse las canciones, esa fue una etapa del vallenato.

Antes, los conjuntos grababan: Luis enrique Martínez y su conjunto y no aparecían los autores, igual Alejo Durán, Abel Antonio Villa, etc. Y no era por viveza; si no porque la cultura de nuestros juglares no dimensionaba el asunto del derecho de autor con claridad, de esto casi nadie habla. Pero, esta también fue una etapa del derecho de autor en nuestra música.

Ya con los hermanos López y Jorge Oñate, y los nuevos sellos discográficos como la CBS, Codiscos, y Fuentes se hacen visibles los derechos de autor con unos contratos que nos enviaban las editoras, (leoninos) y en ocasiones nos hacían anticipos de regalías y así pasó nuestra música a la industria con un radar más amplio en cuestión de derecho de autor.

Había una señora, que era gerente de Sayco, que no quería a los vallenatos en la Sociedad de Autores y Compositores Colombianos disque porque éramos unos corronchos, tuvo que dejar el cargo para que por fin hiciéramos parte de la sociedad, porque más tarde en 1981 fuimos admitidos, un gran grupo de compositores. Fue un proceso prácticamente lento de formación para que nosotros pudiésemos tener bien claro esto de la autoría y descubrir que habíamos esclavizado nuestras obras, por ochenta años de vida, y ochenta años después de muertos, de este que si es un gran robo nadie habla. Hoy en día se cuestiona el pasado de Escalona, pero ignorando muchas realidades circunstanciales.

La genialidad de Rafael Escalona señaló todos los caminos, todos los géneros, compuso Elegía, Picarescas, Romántico, costumbrista, folclórico, narrativo y un género inventado por él: el romanticismo folclórico, manejó medida del verso estrofa, hipérbole, metáfora, símil, etc. Reflejó la costumbre y el estilo de vida del valle del cacique Upar, el carácter y habilidades del hombre villanuevero, pintó a Villanueva en sus canciones, enalteció la belleza de la mujer, apreció la amistad, el compadrazgo, dio informaciones geográficas, sistemas de trasportes, valoró el sacramento del bautismo, hizo de Manaure un rincón poético; detrás de Escalona, están Armando Zabaleta, Isaac Carrillo, Wicho Sánchez, Nicolás Maestre, Emiro Zuleta, Edilberto Daza, y muchos acordeonistas que cantaban y componían, los cuales tomaron la forma de narrar de Escalona. Te prevengo amable lector que me quedo corto y por eso vuelvo y alzo mi voz de protesta: Por favor para escribir y hablar de Escalona se necesitan un sociólogo, un poeta, un periodista, un profesor de español, un filósofo, un historiador, un folclorista y un músico. Pues una sola persona no alcanza a darle la dimensión al más grande de los poetas vallenatos; una sola persona no lograría explicarlo con solo decir que es o no es de Escalona, además ¿A quién carajo le importa eso? Ahora que ya Escalona está muerto; será por eso que van a escribir? ¿Por qué no escribieron cuando estaba vivo? El estudio que le ha hecho Julio Oñate Martínez a Rafael Escalona es para alquilar balcón, que Escalona tenga influencia melódicas y temáticas de otros autores es solo una parte de Escalona “el hombre”, eso no es lo que define la amplitud y carácter universal de la obra de un genio como él.

Suramérica dio cuatro grandes maestros: Atahualpa Yupanqui en Argentina, Simón Díaz en Venezuela, José Benito Barros y Rafael Escalona en Colombia. ¡Gracias maestro! Si Dios te mandó para eso, lo hiciste bien.

Por Rosendo Romero Ospino / EL PILÓN

El Vallenato
6 mayo, 2019

Misión: desmitificar a Escalona

Antes, los conjuntos grababan: Luis enrique Martínez y su conjunto y no aparecían los autores, igual Alejo Durán, Abel Antonio Villa, etc. Y no era por viveza; si no porque la cultura de nuestros juglares no dimensionaba el asunto del derecho de autor con claridad, de esto casi nadie habla. Pero, esta también fue una etapa del derecho de autor en nuestra música.


Escalona nació en Patillal el 26 de mayo de 1927 y murió en Bogotá el 13 de mayo de 2009, por una afección cardíaca.
Escalona nació en Patillal el 26 de mayo de 1927 y murió en Bogotá el 13 de mayo de 2009, por una afección cardíaca.
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Hay algunos investigadores de música vallenata, que están llenándose de requisitos para supuestamente van a desenmascarar a Escalona, según muchos este nunca fue compositor, por que la componía era su señora madre y la canción tal era de fulano de tal y la tal por cual, era de zutanito y menganito. En fin hechos reales y fantasiosos que ya hacen parte de la leyenda Escalona, lo que no saben estos investigadores es que otro grupo bien grande de conocedores también nos estamos preparando para defenderlo; todos los que hemos recorrido la historiología o historiografía, como quieran decirlo de nuestra música sabemos que en su etapa folclórica, no existía, el derecho de autor legalmente constituido, y una melodía tenía una letra en Guacoche, otra en Camperucho, y así en sabana de Manuela, de pueblo en pueblo las melodías iban de boca en boca. A veces los juglares se autonombraban y de esa manera el mismo pueblo identificaba al autor de la canción, claro que el juglar no se autonombraba para proteger su derecho de autor; si no para tener renombre, de esto nos ilustra suficientemente el doctor Tomás Darío Gutiérrez, en sus obras, detalle por detalle, los viejos estilaban eso regalarse las canciones, esa fue una etapa del vallenato.

Antes, los conjuntos grababan: Luis enrique Martínez y su conjunto y no aparecían los autores, igual Alejo Durán, Abel Antonio Villa, etc. Y no era por viveza; si no porque la cultura de nuestros juglares no dimensionaba el asunto del derecho de autor con claridad, de esto casi nadie habla. Pero, esta también fue una etapa del derecho de autor en nuestra música.

Ya con los hermanos López y Jorge Oñate, y los nuevos sellos discográficos como la CBS, Codiscos, y Fuentes se hacen visibles los derechos de autor con unos contratos que nos enviaban las editoras, (leoninos) y en ocasiones nos hacían anticipos de regalías y así pasó nuestra música a la industria con un radar más amplio en cuestión de derecho de autor.

Había una señora, que era gerente de Sayco, que no quería a los vallenatos en la Sociedad de Autores y Compositores Colombianos disque porque éramos unos corronchos, tuvo que dejar el cargo para que por fin hiciéramos parte de la sociedad, porque más tarde en 1981 fuimos admitidos, un gran grupo de compositores. Fue un proceso prácticamente lento de formación para que nosotros pudiésemos tener bien claro esto de la autoría y descubrir que habíamos esclavizado nuestras obras, por ochenta años de vida, y ochenta años después de muertos, de este que si es un gran robo nadie habla. Hoy en día se cuestiona el pasado de Escalona, pero ignorando muchas realidades circunstanciales.

La genialidad de Rafael Escalona señaló todos los caminos, todos los géneros, compuso Elegía, Picarescas, Romántico, costumbrista, folclórico, narrativo y un género inventado por él: el romanticismo folclórico, manejó medida del verso estrofa, hipérbole, metáfora, símil, etc. Reflejó la costumbre y el estilo de vida del valle del cacique Upar, el carácter y habilidades del hombre villanuevero, pintó a Villanueva en sus canciones, enalteció la belleza de la mujer, apreció la amistad, el compadrazgo, dio informaciones geográficas, sistemas de trasportes, valoró el sacramento del bautismo, hizo de Manaure un rincón poético; detrás de Escalona, están Armando Zabaleta, Isaac Carrillo, Wicho Sánchez, Nicolás Maestre, Emiro Zuleta, Edilberto Daza, y muchos acordeonistas que cantaban y componían, los cuales tomaron la forma de narrar de Escalona. Te prevengo amable lector que me quedo corto y por eso vuelvo y alzo mi voz de protesta: Por favor para escribir y hablar de Escalona se necesitan un sociólogo, un poeta, un periodista, un profesor de español, un filósofo, un historiador, un folclorista y un músico. Pues una sola persona no alcanza a darle la dimensión al más grande de los poetas vallenatos; una sola persona no lograría explicarlo con solo decir que es o no es de Escalona, además ¿A quién carajo le importa eso? Ahora que ya Escalona está muerto; será por eso que van a escribir? ¿Por qué no escribieron cuando estaba vivo? El estudio que le ha hecho Julio Oñate Martínez a Rafael Escalona es para alquilar balcón, que Escalona tenga influencia melódicas y temáticas de otros autores es solo una parte de Escalona “el hombre”, eso no es lo que define la amplitud y carácter universal de la obra de un genio como él.

Suramérica dio cuatro grandes maestros: Atahualpa Yupanqui en Argentina, Simón Díaz en Venezuela, José Benito Barros y Rafael Escalona en Colombia. ¡Gracias maestro! Si Dios te mandó para eso, lo hiciste bien.

Por Rosendo Romero Ospino / EL PILÓN