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Medio Ambiente y biodiversidad

Una de las formulas propuestas para diagnosticar la calidad ambiental de una región natural o de un país es medir su biodiversidad. Este término, que ha hecho fortuna de manera creciente, tanto dentro como fuera de la comunidad científica, fue formulado por primera vez por Elliot E. Norse, en el decenio de 1980, y posteriormente fue definido por Rosen (1985).

El estudio de la diversidad biológica en el nivel planetario es uno de los grandes objetivos de las ciencias ambientales, puesto que existe una gran preocupación social por la progresiva pérdida de especies. Hasta hoy se encuentran descritos 1,6 millones de especies y se calcula que el número total podría ser unos 15 millones. Por lo tanto sólo se conoce aproximadamente el 11 % del total de especies. Cada año se describen unas 20.000 especies nuevas. No existe ningún lugar tropical o templado del planeta en el que se hayan inventariado completamente todos los organismos que habitan en él.

Según Hawksworth y Aguirre – Hudson, por diversidad biológica se entiende la variabilidad entre los diferentes organismos vivos, sea cual fuere su origen, el sistema terrestre, el mar u otros sistemas acuáticos, así como la de los complejos ecológicos que forman parte de estos sistemas; se incluye también la diversidad dentro de las mismas especies, la diversidad entre las diferentes y la de los ecosistemas. Estos tres niveles de biodiversidad se conocen también, por el mismo orden, como diversidad genética, diversidad de organismos y diversidad ecológica. Cada una de las tres categorías incluye a su vez varios niveles de variabilidad. Veamos con más detenimiento.
La diversidad genética hace referencia a la diversidad o variabilidad de los genes en el seno de cada especie. Cada individuo de una especie tiene una multitud de genes que son el origen de los rasgos que le son propios.

La diversidad de organismos designa la cantidad de estos que contiene un espacio y su proporción relativa. Este nivel integra la proporción en la distribución de los organismos, la adaptación y las relaciones que mantienen entre sí (no es lo mismo una comunidad con dos especies de ranúnculos, planta herbácea de la que existen numerosas especies que una comunidad con una especie de ranúnculo y una de hongo). Estos elementos permiten conocer los mecanismos de control de la biodiversidad y establecer el estado de conservación o salud de los ecosistemas.

La diversidad ecológica se refiere a la variedad de ecosistemas que se encuentran en un determinado emplazamiento. Los ecosistemas están constituidos por comunidades de organismos, por su medio y por las interacciones que existen entre ellos. Un bosque constituye un ecosistema, al igual que un tronco muerto de árbol, un rio, un mar, una montaña o el planeta entero. Un ecosistema es una unidad dinámica en la que la composición, la estructura y los papeles de los distintos elementos que la integran evolucionan de forma continua en el tiempo. Los ecosistemas son, pues, los hábitat donde tienen lugar los procesos indispensables para los organismos; de ahí la necesidad de salvaguardarlos.

Hernan_Maestre_Martinez: