“Rubén era el todo en nuestra casa y el centro de la familia”. Así recuerda Miky Del Valle a su esposo Rubén Lanao Ríos, acordeonero, arquitecto y productor musical que falleció el 30 de abril de 2021 en la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica de Barranquilla por complicaciones derivadas de la covid-19.
Sus vidas transcurrían entre la crianza de sus cuatro hijos: Rubén Darío, Jerónimo, Mariano y María del Rosario, el trabajo en una clínica de su propiedad en la capital del Atlántico y las construcciones de su esposo. Sin embargo, con la llegada de la pandemia todo cambió.
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“Rubén era el todo de nuestra casa y la familia, era el centro de todo. Nosotros tenemos una clínica en Barranquilla y trabajábamos juntos. Yo era la gerente, pero él siempre estaba ahí conmigo. Éramos una familia que permanecía junta todo el tiempo, así como vieron lo que se mostró en su momento en redes sociales antes de pandemia, eso éramos nosotros: una familia como cualquiera, con problemas y demás, pero un hogar muy bonito donde sus hijos y yo éramos su todo y él para nosotros”, dijo Miky Del Valle a EL PILÓN.
Aislamiento y contagio de Rubén Lanao
Durante la Semana Santa de 2021, la mayoría de la familia Lanao Del Valle se contagió con el virus, a excepción del acordeonero quien se hospedó en un hotel de la ciudad para proteger su salud, ya que sufría de hipertensión y diabetes. No obstante, antes de cumplir el aislamiento y regresar a su casa se practicó la prueba de covid-19 obteniendo un resultado positivo.
“Rubén estuvo en un hotel entre tres y cuatro días. Nosotros por ser gerentes de una clínica estábamos aptos para vacunarnos, pero antes de aplicarle la vacuna le dije que mejor se hiciera una prueba. Me hizo caso y estaba positivo asintomático. Mi esposo pasó unos días tranquilo en casa, pero de repente un día llegaron a hacernos control y le salió que tenía la creatinina alta. Era un riesgo que no tenía nada que ver con los pulmones, pero por ser diabético decidieron hospitalizarlo”, narró Miky Del Valle.
Por 20 días se dedicó a cuidar de su esposo con la esperanza de que se recuperaría y pronto volvería a compartir con su familia, la misma que construyeron bajo el lenguaje del respeto y el amor, atesorando momentos de felicidad. El hecho de estar internado en la clínica de su propiedad fue catalogado como “un regalo de Dios”, a pesar de la adversidad, porque podía estar cerca de su ser querido todo el tiempo. Tras haber superado la enfermedad, el acordeonero contrajo una bacteria en UCI que resultó fatal.
“Entramos a la clínica un 10 de abril y estuvimos hasta el 22 en hospitalización. Un día se puso muy mal y pidió que le colocaran un catéter central porque todos los días le hacían prueba de gases arteriales. Esa noche me marcó porque me dijo: ‘Amor, quédate aquí conmigo porque tengo miedo’. Yo le agarraba la mano y lo sobaba. Como buen músico, con ese oído afinado, ya sabía cuándo se subía o bajaba la saturación”, dijo Miky del Valle.
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Después de 13 días de hospitalización, los médicos decidieron ingresar a Rubén Lanao a la Unidad de Cuidados Intensivos porque su saturación era baja. Estuvo en UCI siete días hasta la tarde del 30 de abril de 2021 cuando se registró su muerte. Antes de su traslado a UCI alcanzó a saludar a su hijo mayor Rubén Darío y a su esposa, quien le dio un beso como símbolo de amor y esperanza, frente a un cuadro de la virgen de Guadalupe que reposa en la clínica.
“La vida me cambió en un abrir y cerrar de ojos. Me hace falta su compañía y apoyo. Nunca pensé que Rubén se fuera a morir porque físicamente se veía bien. Hoy quiero entenderlo como una protección más de él hacía a mí, a sus hijos de querer siempre hacerse el fuerte y no mostrarnos nunca una debilidad por ser ese papá y esposo protector como lo fue siempre. Fue un amor bonito, protector y sincero. No perfecto, pero siempre lo pudimos sacar adelante”, manifestó.
Los desafíos tras la pérdida de Rubén Lanao
Rubén Lanao Ríos y Micaela Del Valle se conocieron cuando ella tenía 19 años y él 34 años. Tras la muerte de su esposo ha enfrentado múltiples desafíos. El más complejo fue vivir su duelo y el de sus cuatro hijos de manera diferente. Así, como sacar adelante a su familia con el apoyo de Dios, su madre, sus hermanos y cuatro personas que han sido incondicionales. Todos los días le recuerda a sus hijos quién fue su padre y se ha esmerado en conservar su legado.
“Una de las cosas más dolorosas fue cuando sacaron abruptamente a Jerónimo del colegio. A mi hijo se le mezcló la pandemia con la muerte de su papá y la adolescencia. No encontramos el apoyo del colegio y fue un golpe duro. Rubén Darío salió a trabajar con Silvestre Dangond. Me llenaba de felicidad, pero su papá no quería que sus hijos fueran músicos, que primero estudiaban, pero contra la genética nadie puede. En el 2024 también enfrenté sola el problema de mi hijo Rubén Darío, pero Dios me dio fortalezas”, afirmó.
A cuatro años de la muerte de su esposo, Miky del Valle continúa desempeñándose como gerente de la clínica, donde es socia. Trabaja día tras día para sacar a sus hijos adelante ejerciendo la labor de “doble mamá”. Además, ha fortalecido su fe cristiana en los momentos de tristeza y alegría. “Mi fortaleza viene de Dios. Decidí seguir viviendo siendo feliz, no agachándole la cabeza a nada ni nadie, sino todo a Dios”, culminó.
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Rubén Lanao grabó junto a los cantantes Silvestre Dangond, Luis Vence, Jorge Adel, Lidio García e hizo parte de la Sinfónica Vallenata.
Las cifras del covid-19
Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud, entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021, unos 14.9 millones de personas murieron en el mundo a causa de la pandemia de covid-19. En Colombia, el Instituto Nacional de Salud reportó 142.780 fallecidos por esta enfermedad a corte del 7 de junio de 2023.
La música vallenata también despidió en pandemia al cantante Jorge Oñate, al cantautor Miguel Durán y a los músicos Jairo Suárez Serpa y Luis Suárez, dejando una estela de dolor en el folclor.
POR: LUCÍA MENDOZA CUELLO/ EL PILÓN.