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Valledupar - 11 marzo, 2025

Cinco años después del covid-19: las secuelas que dejó la pandemia que sacudió a Valledupar 

El 6 de marzo de 2020 se confirmó el primer contagio de covid-19 en Colombia, un virus que provocó la muerte de más de siete millones de personas alrededor del mundo según la Organización Mundial de la Salud.

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Para la tristeza de muchos, este 12 de marzo se cumplen cinco años de la declaratoria de emergencia sanitaria en el país por el virus del covid-19. La enfermedad que dejó más de 140.000 muertos en el territorio nacional, llegó a Valledupar en un ciudadano procedente de Madrid, España, siendo este el 22 de marzo de 2020, el primer caso confirmado de esta enfermedad en la capital del Cesar.

Este hombre que estuvo en aislamiento preventivo desde el 14 de marzo según los trinos del, en aquel entonces, alcalde de Valledupar, Mello Castro y el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, le abrió la puerta a la pandemia en Valledupar, el confinamiento y los decesos de cientos de valduparenses que cambió la vida de las familias vallenatas para siempre

A pesar de que desde el día anterior el departamento del Cesar se encontraba en aislamiento preventivo, este caso terminó de encender las alarmas para el 24 de marzo decretar la primera cuarentena, la cual estaba prevista hasta el 13 de abril, pero este confinamiento fue prorrogado para el 26 del mismo mes y a partir de esta fecha, el virus comenzó a apoderarse de Valledupar al igual que del resto del país. 

El 21 de abril se hizo realidad el temor de toda la ciudadanía, se reportó la primera muerte por covid-19 en Valledupar, un hombre de 70 años fue la primera víctima de este virus y para la fecha, según reportes de este medio de comunicación, en la ciudad ya se habían registrado 33 casos positivos, de los 35 que iban en el Cesar; en Colombia 4.149 pacientes contagiados y 196 muertes, desde el 6 de marzo cuando se informó el primer caso positivo en el país.

El covid-19 se apodera de Valledupar 

El 20 de agosto de 2020 este medio de comunicación  hizo un llamado de atención a la comunidad con el titular ‘Valledupar vive la pandemia entre la incertidumbre y el folclorismo’, debido a que se presentaban aglomeraciones de personas en la zona céntrica de la ciudad, demostrando poca conciencia sobre la necesidad de autocuidado.

Lo anterior provocó que el 21 agosto se declarara Alerta Roja, al llegar al 75 % de la ocupación de las camas UCI Covid-19 habilitadas en las IPS públicas y privadas del departamento. Como también un registro de 5.035 casos, el número más alto desde el inicio de la pandemia en la ciudad. El 15 de febrero de 2021, llega a Colombia el primer lote de vacunas de Pfizer y el 17 del mismo mes, se aplicó la primera vacuna contra la enfermedad en el país, fue para una enfermera del municipio de Sincelejo, Sucre. 

Seguidamente el 19 de febrero de 2021, en Valledupar se le aplicó la primera vacuna igualmente a una enfermera. Esta hizo parte del lote de las primeras 1.050 dosis que llegaron al departamento. Para la fecha, Valledupar tenía una cifra de contagios que superaba los 25 mil. La capacidad de ocupación de camas UCI estaba por debajo del 50 % y más del 70 % de los fallecidos en el municipio habían sido personas de 70 años y más. 

Desde el inicio de la pandemia hasta septiembre del año 2022 se habían confirmado 75.749 casos positivos en Valledupar, de los cuales, 73.829 se habían recuperado y 1.447 habían fallecido. En dicho mes se registró una tasa de positividad para la Covid-19 del 2,9 % y con una tendencia a disminuir que trajo consigo que para diciembre de 2022  el tapaboca dejara de ser obligatorio.

Historias de vida 

Entre los miles de contagiados por el virus estuvo el concejal de Valledupar, Ronald Castillejo, quien para ese entonces era vicepresidente de esta corporación. Alrededor de tres meses estuvo este fiel creyente de Dios en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la  Unidad Pediátrica Simón Bolívar, un periodo de tiempo que hizo que bajara 60 kilos y que retornara a su hogar con un condensador respiratorio porque sus pulmones ya no le funcionaban. 

“Fue un proceso muy duro. Me tocó hacer una recuperación motriz porque yo perdí la movilidad de mi cuerpo. También tenía que recuperar mi capacidad pulmonar porque el covid-19 me produjo una fibrosis pulmonar. Fue una recuperación lenta, pero efectiva. Tenía ocho médicos en mi casa que me hacían diferentes terapias, yo no podía ni hablar”, explicó Castillejo. 

Con tristeza en su voz contó al diario EL PILÓN que lo más difícil de haber contraído el virus fue haberse alejado de su hija. Precisó que en el 2020 vivía solo con su pequeña de cuatro años porque su esposa falleció en el 2017. “Yo me sentía muy mal de salud y dejé a mi hija un momento con la vecina. Le dije que ya volvía y no pude hacerlo porque en la clínica de inmediato me hospitalizaron porque me había contagiado”, puntualizó el concejal. 

La travesía que emprendió parecida a la de los personajes de la Biblia, que como fiel cristiano lee, estuvo acompañada de mucho sufrimiento emocional, psicológico y físico por parte de él y su familia que durante ocho meses estuvieron luchando por su recuperación. Actualmente goza de una buena salud, pero debe practicar deportes porque quedó secuelas en su capacidad pulmonar, se volvió a casar y es padre también de un niño de dos años. Demostrando así que incluso después de virus tan mortales como este, es posible salir adelante.

La resiliencia de una hermana 

El covid-19 acabó con miles de familias colombianas. La propagación del virus en los hogares era agresiva. Se registraron miles de casos en los que familias enteras perecieron ante esta enfermedad que, desde el mercado de Wuhan, China, llegó a Valledupar y provocó la muerte de dos hermanos de Eneida Núñez. 

Esta abuela de 72 años tuvo que despedirse de su hermana Cielo Rocío Núñez de 50 años, una profesional farmacéutica que trabajó en la Alcaldía de Valledupar, como asesora en la Universidad Abierta y a Distancia, Unad y en diferentes farmacias. Con dolor en su voz, Eneida describe a su hermana como una mujer noble, cariñosa y jocosa que siempre tenía una sonrisa para todos quienes la conocían. 

“Este año mi hermana cumple cuatro años de muerta. Dejó muchas secuelas en la familia su partida. Fue muy duro para nosotros su muerte y hasta hoy aún nos sigue llenando de dolor. Yo también tuve covid-19, pero Dios me vio con ojos de piedad y fui asintomática. Yo soy asmática, una paciente de alto riesgo, pero sin embargo pude sobrevivir a ese virus”, manifestó Núñez. 

Con pesar relató que a los cuatro meses de haber perdido a su hermana falleció su hermano Joaquín Camilo Núñez, quien tenía un trasplante de  riñón. Joaquín, el mayor de los 12 hermanos, era padre de dos médicos y varios nietos que lloraron su sorpresiva muerte porque a los 20 días de haber sido internado en UCI, falleció. 

Los médicos imparables 

Durante la pandemia los más expuestos a este virus fue el personal de la salud. Es por ello que la primera vacuna en el país y en Valledupar fue para una enfermera. Estos profesionales de manera comprometida y responsable arriesgaron sus vidas para atender a miles de personas contagiadas con el covid-19.

Ese fue el caso de Juan Luis Núñez, médico de la ciudad de Valledupar que se contagió del virus en septiembre de 2020 y fue trasladado a Bogotá en donde estuvo internado durante cuatro meses en la Clínica Shaio. Este joven que sufrió dos infartos en medio del traslado a Bogotá, sobrevivió contra todo pronóstico demostrando unas admirables  ganas de vivir al igual que su tía Eneida Núñez. 

Las pruebas no terminaron para Juan Luis, después de haber superado el covid-19, presentó el Síndrome de Guillain-Barré, SGB, una afección en la que el sistema inmunológico ataca la red de nervios ubicada fuera del cerebro y la médula espinal, sin embargo, pudo superar este síndrome y actualmente labora como médico en la ciudad de Valledupar. 

Las secuelas psicológicas 

La pandemia del covid-19, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, dejó muchas secuelas psicológicas en la población mundial. El confinamiento, la pérdida de seres queridos, las restricciones, la prohibición del contacto, el cambio de modelo de trabajo, la socialización, manejo de alimentos, entre otras medidas y cambios que se dieron por la pandemia, causaron en un porcentaje de la población cambios en su comportamiento y afectaciones mentales. 

El concejal de Valledupar, Ronald Castillejo, contó al diario EL PILÓN que él como sobreviviente del covid-19, quedó con afectaciones psicológicas por el largo periodo de tiempo que estuvo internado en UCI, las secuelas físicas que le produjo la enfermedad y porque también fue testigo de cientos de personas que en sus mismas condiciones perdieron la batalla contra esta enfermedad. 

“Cuando me subo al carro y no me coloco el cinturón y suena el pito de la alarma eso me pone mal porque me recuerda al sonido de la máquina de la UCI. Ese pito me devuelve a la escena en donde estaba en una cama solo a oscuras. Uno queda marcado de por vida después de una experiencia como esa. El trauma psicológico y psiquiátrico siempre queda por todo lo que se vivió”, comentó Castillejo. 

Agregó que, aunque recibió terapia, sonidos similares a las máquinas de la UCI, aún lo siguen afectando psicológicamente. 

Por Redacción EL PILÓN

Valledupar
11 marzo, 2025

Cinco años después del covid-19: las secuelas que dejó la pandemia que sacudió a Valledupar 

El 6 de marzo de 2020 se confirmó el primer contagio de covid-19 en Colombia, un virus que provocó la muerte de más de siete millones de personas alrededor del mundo según la Organización Mundial de la Salud.


Boton Wpp

Para la tristeza de muchos, este 12 de marzo se cumplen cinco años de la declaratoria de emergencia sanitaria en el país por el virus del covid-19. La enfermedad que dejó más de 140.000 muertos en el territorio nacional, llegó a Valledupar en un ciudadano procedente de Madrid, España, siendo este el 22 de marzo de 2020, el primer caso confirmado de esta enfermedad en la capital del Cesar.

Este hombre que estuvo en aislamiento preventivo desde el 14 de marzo según los trinos del, en aquel entonces, alcalde de Valledupar, Mello Castro y el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, le abrió la puerta a la pandemia en Valledupar, el confinamiento y los decesos de cientos de valduparenses que cambió la vida de las familias vallenatas para siempre

A pesar de que desde el día anterior el departamento del Cesar se encontraba en aislamiento preventivo, este caso terminó de encender las alarmas para el 24 de marzo decretar la primera cuarentena, la cual estaba prevista hasta el 13 de abril, pero este confinamiento fue prorrogado para el 26 del mismo mes y a partir de esta fecha, el virus comenzó a apoderarse de Valledupar al igual que del resto del país. 

El 21 de abril se hizo realidad el temor de toda la ciudadanía, se reportó la primera muerte por covid-19 en Valledupar, un hombre de 70 años fue la primera víctima de este virus y para la fecha, según reportes de este medio de comunicación, en la ciudad ya se habían registrado 33 casos positivos, de los 35 que iban en el Cesar; en Colombia 4.149 pacientes contagiados y 196 muertes, desde el 6 de marzo cuando se informó el primer caso positivo en el país.

El covid-19 se apodera de Valledupar 

El 20 de agosto de 2020 este medio de comunicación  hizo un llamado de atención a la comunidad con el titular ‘Valledupar vive la pandemia entre la incertidumbre y el folclorismo’, debido a que se presentaban aglomeraciones de personas en la zona céntrica de la ciudad, demostrando poca conciencia sobre la necesidad de autocuidado.

Lo anterior provocó que el 21 agosto se declarara Alerta Roja, al llegar al 75 % de la ocupación de las camas UCI Covid-19 habilitadas en las IPS públicas y privadas del departamento. Como también un registro de 5.035 casos, el número más alto desde el inicio de la pandemia en la ciudad. El 15 de febrero de 2021, llega a Colombia el primer lote de vacunas de Pfizer y el 17 del mismo mes, se aplicó la primera vacuna contra la enfermedad en el país, fue para una enfermera del municipio de Sincelejo, Sucre. 

Seguidamente el 19 de febrero de 2021, en Valledupar se le aplicó la primera vacuna igualmente a una enfermera. Esta hizo parte del lote de las primeras 1.050 dosis que llegaron al departamento. Para la fecha, Valledupar tenía una cifra de contagios que superaba los 25 mil. La capacidad de ocupación de camas UCI estaba por debajo del 50 % y más del 70 % de los fallecidos en el municipio habían sido personas de 70 años y más. 

Desde el inicio de la pandemia hasta septiembre del año 2022 se habían confirmado 75.749 casos positivos en Valledupar, de los cuales, 73.829 se habían recuperado y 1.447 habían fallecido. En dicho mes se registró una tasa de positividad para la Covid-19 del 2,9 % y con una tendencia a disminuir que trajo consigo que para diciembre de 2022  el tapaboca dejara de ser obligatorio.

Historias de vida 

Entre los miles de contagiados por el virus estuvo el concejal de Valledupar, Ronald Castillejo, quien para ese entonces era vicepresidente de esta corporación. Alrededor de tres meses estuvo este fiel creyente de Dios en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la  Unidad Pediátrica Simón Bolívar, un periodo de tiempo que hizo que bajara 60 kilos y que retornara a su hogar con un condensador respiratorio porque sus pulmones ya no le funcionaban. 

“Fue un proceso muy duro. Me tocó hacer una recuperación motriz porque yo perdí la movilidad de mi cuerpo. También tenía que recuperar mi capacidad pulmonar porque el covid-19 me produjo una fibrosis pulmonar. Fue una recuperación lenta, pero efectiva. Tenía ocho médicos en mi casa que me hacían diferentes terapias, yo no podía ni hablar”, explicó Castillejo. 

Con tristeza en su voz contó al diario EL PILÓN que lo más difícil de haber contraído el virus fue haberse alejado de su hija. Precisó que en el 2020 vivía solo con su pequeña de cuatro años porque su esposa falleció en el 2017. “Yo me sentía muy mal de salud y dejé a mi hija un momento con la vecina. Le dije que ya volvía y no pude hacerlo porque en la clínica de inmediato me hospitalizaron porque me había contagiado”, puntualizó el concejal. 

La travesía que emprendió parecida a la de los personajes de la Biblia, que como fiel cristiano lee, estuvo acompañada de mucho sufrimiento emocional, psicológico y físico por parte de él y su familia que durante ocho meses estuvieron luchando por su recuperación. Actualmente goza de una buena salud, pero debe practicar deportes porque quedó secuelas en su capacidad pulmonar, se volvió a casar y es padre también de un niño de dos años. Demostrando así que incluso después de virus tan mortales como este, es posible salir adelante.

La resiliencia de una hermana 

El covid-19 acabó con miles de familias colombianas. La propagación del virus en los hogares era agresiva. Se registraron miles de casos en los que familias enteras perecieron ante esta enfermedad que, desde el mercado de Wuhan, China, llegó a Valledupar y provocó la muerte de dos hermanos de Eneida Núñez. 

Esta abuela de 72 años tuvo que despedirse de su hermana Cielo Rocío Núñez de 50 años, una profesional farmacéutica que trabajó en la Alcaldía de Valledupar, como asesora en la Universidad Abierta y a Distancia, Unad y en diferentes farmacias. Con dolor en su voz, Eneida describe a su hermana como una mujer noble, cariñosa y jocosa que siempre tenía una sonrisa para todos quienes la conocían. 

“Este año mi hermana cumple cuatro años de muerta. Dejó muchas secuelas en la familia su partida. Fue muy duro para nosotros su muerte y hasta hoy aún nos sigue llenando de dolor. Yo también tuve covid-19, pero Dios me vio con ojos de piedad y fui asintomática. Yo soy asmática, una paciente de alto riesgo, pero sin embargo pude sobrevivir a ese virus”, manifestó Núñez. 

Con pesar relató que a los cuatro meses de haber perdido a su hermana falleció su hermano Joaquín Camilo Núñez, quien tenía un trasplante de  riñón. Joaquín, el mayor de los 12 hermanos, era padre de dos médicos y varios nietos que lloraron su sorpresiva muerte porque a los 20 días de haber sido internado en UCI, falleció. 

Los médicos imparables 

Durante la pandemia los más expuestos a este virus fue el personal de la salud. Es por ello que la primera vacuna en el país y en Valledupar fue para una enfermera. Estos profesionales de manera comprometida y responsable arriesgaron sus vidas para atender a miles de personas contagiadas con el covid-19.

Ese fue el caso de Juan Luis Núñez, médico de la ciudad de Valledupar que se contagió del virus en septiembre de 2020 y fue trasladado a Bogotá en donde estuvo internado durante cuatro meses en la Clínica Shaio. Este joven que sufrió dos infartos en medio del traslado a Bogotá, sobrevivió contra todo pronóstico demostrando unas admirables  ganas de vivir al igual que su tía Eneida Núñez. 

Las pruebas no terminaron para Juan Luis, después de haber superado el covid-19, presentó el Síndrome de Guillain-Barré, SGB, una afección en la que el sistema inmunológico ataca la red de nervios ubicada fuera del cerebro y la médula espinal, sin embargo, pudo superar este síndrome y actualmente labora como médico en la ciudad de Valledupar. 

Las secuelas psicológicas 

La pandemia del covid-19, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, dejó muchas secuelas psicológicas en la población mundial. El confinamiento, la pérdida de seres queridos, las restricciones, la prohibición del contacto, el cambio de modelo de trabajo, la socialización, manejo de alimentos, entre otras medidas y cambios que se dieron por la pandemia, causaron en un porcentaje de la población cambios en su comportamiento y afectaciones mentales. 

El concejal de Valledupar, Ronald Castillejo, contó al diario EL PILÓN que él como sobreviviente del covid-19, quedó con afectaciones psicológicas por el largo periodo de tiempo que estuvo internado en UCI, las secuelas físicas que le produjo la enfermedad y porque también fue testigo de cientos de personas que en sus mismas condiciones perdieron la batalla contra esta enfermedad. 

“Cuando me subo al carro y no me coloco el cinturón y suena el pito de la alarma eso me pone mal porque me recuerda al sonido de la máquina de la UCI. Ese pito me devuelve a la escena en donde estaba en una cama solo a oscuras. Uno queda marcado de por vida después de una experiencia como esa. El trauma psicológico y psiquiátrico siempre queda por todo lo que se vivió”, comentó Castillejo. 

Agregó que, aunque recibió terapia, sonidos similares a las máquinas de la UCI, aún lo siguen afectando psicológicamente. 

Por Redacción EL PILÓN