Los habitantes del sector de Mareigua se sienten inseguros, por lo que solicitaron mayor ayuda del gobierno.
Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]
Pese a su crecimiento poblacional, su desarrollo comercial, la frecuente circulación vehicular por su principal y angosta carrera 25, el barrio Mareigua que inició como el primer programa de reubicación de la margen derecha del río Guatapurí, es un sector convulsionado de Valledupar, que está localizado en el extremo sur de la ciudad, en donde la inseguridad se convierte en uno de sus lunares, cuyo corredor vial hacia otros sectores es utilizado por los delincuentes que acechan a sus moradores.
También hay preocupación porque casi a diario se presentan atracos, en los que las víctimas son los carros repartidores de pan, leche y demás productos alimenticios.
Pero las cerca de 200 familias que residen en ese sector, adolecen de algunos servicios domiciliarios y de obras de interés comunitario, que les pueden cambiar la vida a quienes carecen de oportunidades de trabajo, y tienen que dedicarse a otras actividades ilícitas que ponen en riesgo la integridad física de las personas del mismo barrio y de las miles que a diario transitan obligatoriamente por esa avenida, que conecta con otros sectores aledaños.
La falta de pavimento en algunas calles y carreras, la recuperación de la cancha de fútbol y área de cesión que fue invadida por varias familias, la deficiencia en la prestación de los servicios de agua y energía, son entre otras, las necesidades de sus habitantes, quienes anhelan con un mejor vivir con la llegada del gobierno local, para que haya un cambio de vida en esa comunidad.
El microtráfico, la venta detallada de gasolina en cualquier esquina del sector, la proliferación de maquinitas tragamonedas en las tiendas y otros locales comerciales, la contaminación auditiva ante la proliferación de cantinas, billares y otros negocios similares, hacen del barrio Mareigua, uno de los sectores más convulsionado en materia de orden público en la ciudad, así indicaron algunos habitantes que se sienten afectados con esta situación.
Sin embargo, las autoridades locales anunciaron los planes y operatividad en esos sectores de Valledupar, en busca de salvaguardar y garantizar la seguridad de los moradores del sector.
Puntos de vista
Manuel Campo, residente. La falta de iluminación en algunos sectores y la poca vigilancia de las autoridades, es aprovechada por los amigos de lo ajeno.
Edilberto Lambraño, habitante. El gobierno debe mirar más hacia esta zona de Valledupar, para que satisfaga las necesidades que tenemos.
Los habitantes del sector de Mareigua se sienten inseguros, por lo que solicitaron mayor ayuda del gobierno.
Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]
Pese a su crecimiento poblacional, su desarrollo comercial, la frecuente circulación vehicular por su principal y angosta carrera 25, el barrio Mareigua que inició como el primer programa de reubicación de la margen derecha del río Guatapurí, es un sector convulsionado de Valledupar, que está localizado en el extremo sur de la ciudad, en donde la inseguridad se convierte en uno de sus lunares, cuyo corredor vial hacia otros sectores es utilizado por los delincuentes que acechan a sus moradores.
También hay preocupación porque casi a diario se presentan atracos, en los que las víctimas son los carros repartidores de pan, leche y demás productos alimenticios.
Pero las cerca de 200 familias que residen en ese sector, adolecen de algunos servicios domiciliarios y de obras de interés comunitario, que les pueden cambiar la vida a quienes carecen de oportunidades de trabajo, y tienen que dedicarse a otras actividades ilícitas que ponen en riesgo la integridad física de las personas del mismo barrio y de las miles que a diario transitan obligatoriamente por esa avenida, que conecta con otros sectores aledaños.
La falta de pavimento en algunas calles y carreras, la recuperación de la cancha de fútbol y área de cesión que fue invadida por varias familias, la deficiencia en la prestación de los servicios de agua y energía, son entre otras, las necesidades de sus habitantes, quienes anhelan con un mejor vivir con la llegada del gobierno local, para que haya un cambio de vida en esa comunidad.
El microtráfico, la venta detallada de gasolina en cualquier esquina del sector, la proliferación de maquinitas tragamonedas en las tiendas y otros locales comerciales, la contaminación auditiva ante la proliferación de cantinas, billares y otros negocios similares, hacen del barrio Mareigua, uno de los sectores más convulsionado en materia de orden público en la ciudad, así indicaron algunos habitantes que se sienten afectados con esta situación.
Sin embargo, las autoridades locales anunciaron los planes y operatividad en esos sectores de Valledupar, en busca de salvaguardar y garantizar la seguridad de los moradores del sector.
Puntos de vista
Manuel Campo, residente. La falta de iluminación en algunos sectores y la poca vigilancia de las autoridades, es aprovechada por los amigos de lo ajeno.
Edilberto Lambraño, habitante. El gobierno debe mirar más hacia esta zona de Valledupar, para que satisfaga las necesidades que tenemos.