Siguiendo los pasos de sus tíos, los reconocidos acordeoneros Eimar y Manuel Julián Martínez en la música, los hermanos Manuel Alejandro y María Juliana Díaz Martínez se perfilan como promesas del folclor vallenato. A su corta edad, los prodigios han conquistado diversos escenarios a nivel nacional y han obtenido importantes premios que los motivan a seguir construyendo sus sueños musicales.
En entrevista con EL PILÓN, los pequeños exhibieron con orgullo los premios que obtuvieron en el concurso de Acordeón Infantil del Festival de Cuatro Vientos, jurisdicción de El Paso, Cesar. Asimismo, destacaron su formación en la escuela de música Rafael Escalona del Festival de la Leyenda Vallenata.
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“Me siento muy feliz y orgulloso porque no es fácil llegar al momento en el que estoy. He quedado de primer puesto en este festival, pero también he ganado otros concursos en El Paso, La Loma, Guacochito y he quedado de segundo puesto en varios festivales. En total, he ganado en 10 festivales”, dijo el acordeonero Manuel Alejandro Díaz, de 13 años de edad. El joven participará el próximo año en la categoría Juvenil del Festival Vallenato.
Por su parte, María Juliana, de 11 años, es la actual aprendiz destacada en el acordeón del Encuentro Vallenato Femenino (EVAFE). Confesó que, aunque siente nervios durante la competencia, siempre sale con la mejor actitud a obtener el primer lugar y demostrar su talento, del cual se siente orgullosa: “Me siento orgullosa de mí misma porque pude alcanzar un logro más de todos los que tengo y pues sí, me siento muy feliz”.
Eimar y Manuel Julián, una guía para sus sobrinos
Sobre el apoyo que han recibido de sus tíos, los acordeoneros Eimar y Manuel Julián Martínez, mencionaron que han sido sus guías en este camino que empezaron desde hace algunos años. “Mis tíos han influenciado mucho en nuestro desarrollo musical. Nos han enseñado mucho y siempre despejan nuestras dudas”, expresó Manuel Alejandro.
Manuel Alejandro y María Juliana estudian en el Colegio Nuestra Señora de Fátima de la Policía Nacional en Valledupar. Institución educativa que ha estado presente, no solo durante su formación académica, sino también musical y cultural, impulsando su participación en actos cívicos y eventos representativos del calendario estudiantil.
Así lo ratificó el capitán David García, rector del Colegio Nuestra Señora de Fátima, en conversaciones con este medio de comunicación, donde resaltó las cualidades artísticas de los niños y el apoyo que han recibido de la comunidad educativa y su familia.
“Los hermanos Díaz Martínez nos representan con orgullo en el folclor vallenato. Son unos niños que hay que resaltar porque son excelentes estudiantes y quiero destacar el apoyo que han tenido de sus padres. Su papá es un subintendente retirado que ha dedicado su tiempo y recursos para apoyarlos. Ese es el mensaje que también queremos dar a los padres de familia, que apoyen a sus hijos en sus talentos para que puedan alcanzar sus logros”, manifestó el capitán García.
Proyectos de investigación en Nuestra Señora de Fátima
El capitán David García, de igual forma, se refirió a las actividades que desarrollan desde el área de clases los estudiantes de primaria y secundaria, como lo son la elaboración de proyectos de investigación sobre temas culturales, históricos y sociales.
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Recientemente, presentaron los proyectos en los que trabajan desde principio de año escolar. Uno de ellos fue la representación de la leyenda de Francisco El Hombre y su encuentro con el diablo. Además, los jóvenes de octavo grado socializaron el proyecto de Campo de Derechos y Libertades Públicas sobre la violencia de género. A través de una exposición, que incluyó elementos audiovisuales, gráficos y datos estadísticos, los alumnos del grado octavo hicieron un llamado para mitigar este flagelo que afecta a mujeres y hombres en el país.
“En los proyectos de culminación de segundo periodo académico se resaltó la violencia de género, una problemática que se ve con frecuencia y cuyas cifras van en aumento todos los días. Cómo padres de familia apoyamos a nuestros hijos en la investigación del tema y a concientizar a la comunidad de qué se debe denunciar los casos de violencia”, dijo Nini Soto, madre de familia de un estudiante de octavo grado.
En los próximos meses, antes de finalizar el año escolar, los estudiantes volverán a presentar avances de sus trabajos de investigación ante la comunidad educativa.
POR: LUCÍA MENDOZA CUELLO/EL PILÓN.
