Lina Rosa Prado llegó a la empresa de servicios públicos de carácter oficial Aguas del Cesar en el 2012, primero fue secretaria general y desde el 2020 funge como gerente.
La abogada, especialista en Contratación Estatal y en Derecho Contencioso Administrativo, dialogó con EL PILÓN sobre las obras que ejecutan en el Cesar, la inversión en esta materia y los retos en agua potable y saneamiento básico en el departamento.
En Aguas del Cesar hay 30 funcionarios, la mayoría ingenieros que son la parte técnica y hacen supervisión de las obras en los municipios.
La entidad tiene cinco direcciones: Secretaría General; Dirección Administrativa y Financiera; Dirección de Operaciones; Dirección Técnica y Gerencia.
¿Cuáles son las funciones de la empresa Aguas del Cesar?
Aguas del Cesar fue creada misionalmente como una empresa prestadora de servicios públicos, pero nuestro rol principal ahora mismo es ser gestores del Plan Departamental de Agua, PDA, por designación del departamento del Cesar a través de una ordenanza.
Nos delegaron esa función y la hemos asumido articulándonos con el departamento, los municipios y el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para gestionar inversiones en agua potable y saneamiento básico.
Tenemos dos roles: podemos prestar servicios y de hecho estamos prestando el servicio de aseo a través del operador Bioger, y a la vez somos gestores del PDA haciendo obras, con ‘Revolución del agua’ que es el eslogan que estamos liderando, para que las operen los municipios.
Es decir, a pesar de poder prestar servicios, quienes operan las obras ¿son los municipios o en el caso de aseo, Bioger?
Sí, el servicio de aseo que estamos prestando en 11 municipios y 2 corregimientos del Cesar lo estamos haciendo a través del operador que es Bioger.
Esto se debe a que directamente no estamos constituidos ni técnica, administrativa ni financieramente para prestar servicios de operación en algún sistema de acueducto o aseo.
Cada municipio tiene sus empresas de servicios públicos y sería una decisión de los alcaldes y de los concejos entrar a liquidar esas empresas para entregar la operación a cualquier prestador de servicio, en este caso Aguas del Cesar.
Pero ese es un tema que nunca hemos tocado porque respetamos la autonomía que tienen las empresas y los alcaldes de cada municipio.
Pero Aguas del Cesar ha sido operadora…
Hace mucho tiempo prestamos el servicio de aseo de manera directa, pero no fue rentable porque la comunidad no pagaba por ese servicio y se acumuló una cartera que no era sostenible y decidimos cerrar esa prestación.
Luego hicimos una consultoría juiciosa y esta arrojó que la operación se puede designar y nosotros los supervisores de esa operación en el departamento del Cesar.
Están ejecutando obras de acueducto y alcantarillado, pero después de entregadas ¿qué incidencia tiene Aguas del Cesar en la óptima operación?
Lo que hacemos es fortalecer a las empresas para que puedan prestar óptimos servicios de agua potable y saneamiento básicos donde están ubicados.
Para eso nosotros capacitamos, aseguramos y actualizamos catastro de usuarios y manuales de operación.
También hacemos planta de tratamiento de aguas residuales como la que estamos haciendo en el corregimiento de Saloa, en Chimichagua, una obra que financió el departamento, la Nación y el municipio también aportó a ese sistema.
Cuando entreguemos la obra, será la comunidad la que la operará y prestará un correcto servicio de tratamiento.
En Astrea también estamos en ejecución del sistema de acueducto y alcantarillado, es un Plan Maestro, también estamos ejecutando en Palestina, donde se le entregará la obra al municipio de Pailitas.
¿En cuántos municipios están construyendo obras actualmente?
En 12 municipios tenemos obras: Agustín Codazzi, Pailitas, Aguachica, Pueblo Bello, Pelaya, Curumaní, Astrea, La Gloria, El Copey, Valledupar, Bosconia…
El departamento tenía una deuda histórica en Bosconia, donde se priorizaron $35 mil millones para una planta de tratamiento de agua potable porque adolecen de agua potable, también estamos adelantando estudios y diseños de un plan maestro de alcantarillado.
¿Cómo logró resolverse la falta de operación en el corregimiento de Costillas, en Pelaya?
Esa obra ya está operando. Había fisuras en el tanque y como estaban vigentes las pólizas de estabilidad de la obra, nosotros llamamos y se hizo la corrección.
No hemos tenido reporte de que opere de manera irregular. Se trata de operación, que en este caso lo hace la comunidad, y de mantenimiento.
Nosotros podemos exigirle al contratista, dentro de los términos legales, que repare el daño que se presente.
Cuéntenos más sobre los lineamientos de la política nacional del Plan Departamental del Agua…
Esta política, a través del Decreto 1425 del 2019, es la que nos da los parámetros para poder ser gestores de este Plan.
Esa norma nos exige, por ejemplo, tener un área de operaciones y un área social, esta última es para enterar a la comunidad de las obras y tengan sentido de pertenencia, así como concientizar de que por los servicios públicos se paga y se cobra.
A veces las personas se resisten a hacer este pago a las empresas prestadoras cuando ese dinero garantiza la correcta operación de los servicios.
¿Cuál es el plan de inversión de Aguas del Cesar?
El Plan Estratégico de Inversión proyectado para este 2022 es de un poco más de $150 mil millones. Estos planes que se hacen anualmente son una hoja de ruta que pueden cambiar por los estudios y diseños de la empresa y los que suministran las alcaldías.
Hay que tener en cuenta que en el 2020 la inversión fue de $22 mil millones, en el 2021 fueron $51 mil millones.
¿Cuáles son las obligaciones que tienen los municipios con la empresa Aguas del Cesar y con la preservación y/o recuperación de cuencas abastecedoras de los acueductos?
Los municipios que pertenecen al Plan Departamental de Agua tienen obligaciones derivadas del convenio suscrito con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio que es disponer recursos para que sean enviados a la fiducia y de ahí puedan usarlos en compra de predios, financiación de obras o pago de subsidios dependiendo de lo consignado.
Además, la principal obligación que tienen los municipios donde hacemos infraestructura de agua y saneamiento básico es operar los sistemas.
El tema de la preservación es del resorte de Corpocesar, pero nosotros siempre hacemos un plan de manejo ambiental con las licencias y permisos de ocupación de cauce y los que haya lugar para preservar las cuencas, Corpocesar les hace seguimiento y nosotros también.
Háblenos de las ejecuciones en el alcantarillado pluvial de Valledupar que iniciaron hace poco…
Fuimos designados para ejecutar este megaproyecto que hace parte del plan maestro de alcantarillado pluvial de Valledupar y es una responsabilidad muy grande. Vamos a hacer un colector de aguas en el norte que va a mitigar, no a evitar, la llegada al sur de la ciudad.
Para hacernos el dibujo de por dónde pasará el alcantarillado, hablo como vallenata: inicia una cuadra antes de la entrada de Arizona, por toda la avenida Simón Bolívar hasta la calle 7.
Va a ocupar el carril derecho, de norte a sur, cruza a la izquierda, pasa por el Justo Bueno, hasta encontrarse con el restaurante Galeón, pasa por la 13, 12, 11, por el barrio Pontevedra.
En Cocacola hace un cruce, termina en la cuarta y se disponen esas aguas lluvias en el río Cesar. Los trabajos se están haciendo por tramos, la primera es desde el río hacia lo urbano.
Valledupar es una ciudad grande y para esto tenemos que estar articulados con el Tránsito Municipal, Emdupar, Afinia, Gases del Caribe y Corpocesar, que ya nos otorgó todos los permisos.
En entrevista pasada con EL PILÓN usted asintió a la premisa de que “invertir en agua es invertir en la reducción de la pobreza”, ¿qué indicadores tienen de la incidencia de las obras en la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida de los cesarenses?
Cuando un municipio tiene mejores servicios públicos, hay mejor calidad de vida y no se presentan tantas enfermedades. Pero con esas obras también reactivamos la economía en los sectores con cientos de empleos directos.
Respetuosamente sugerimos contratar mano de obra calificada, y no calificada, en esos municipios donde se hacen inversiones.
Por ejemplo, cuando hacemos inversiones de agua potable en el corregimiento de Casacará, en Codazzi, estamos llamando también a que hagan empresas en esa parte del corredor minero porque tienen mejores servicios públicos.
Muchos corregimientos siguen pendientes de sistemas de acueducto y alcantarillado, ¿qué están haciendo para invertir en ellos?
El Gobierno del Cesar quiere invertir en las zonas dispersas y estamos haciendo todo lo posible por tener la materia prima que son los diseños de los sistemas para poder hacer las inversiones.
Las cabeceras municipales cuentan con sus sistemas, aunque hay que optimizarlos, pero la deuda con los corregimientos es apremiante como los de Bosconia, Astrea, pero estamos trabajando en los contratos con ‘La revolución del agua’.
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