EL PILÓN entrevistó a Claudia Margarita Zuleta, candidata a la Gobernación del Cesar, a una semana de las elecciones del 29 de octubre, en las que el Cesar elegirá a su nuevo gobernador o gobernadora.
EL PILÓN entrevistó a Claudia Margarita Zuleta, candidata a la Gobernación del Cesar, a una semana de las elecciones del 29 de octubre, en las que el Cesar elegirá a su nuevo gobernador o gobernadora.
Gracias a Dios hemos crecido en todos los rincones del departamento producto de un trabajo arduo de todo el equipo de campaña, pero también de un despertar, de un sentir del pueblo del Cesar que desea un modelo político más incluyente y más justo en la distribución de los recursos. Creemos que vamos a ganar.
Dos cosas. Por un lado, el ciudadano del común, desconectado de lo público, está agobiado y cansado y desea un nuevo liderazgo. A los gremios, al transportador, al estudiante, al trabajador, ya les fastidia que una misma familia quiera perpetuarse en el poder.
Pero en el ciudadano con mayor cercanía con lo público, me refiero al que trabaja para el Estado, todavía hay temor. Percibo una ciudadanía atemorizada, con miedo de enfrentarlos. Hay una campaña electoral en la que hay mucha gente haciendo política a escondidas.
Lo vivo yo: hay personas que me convocan a reuniones privadas porque no quieren que se enteren que me apoyan. Me apoyan en la clandestinidad porque temen las represalias del clan. La gente los sigue por miedo, y no porque creen en ellos.
El Cesar debe rescatar la moralidad en el ejercicio de lo público y entender que el dinero público es sagrado. Los recursos del Estado no deben invertirse según el capricho de un gobernante. El desarrollo se hace en armonía con los sectores sociales, pero eso se ha perdido en el Cesar. El problema es que la sociedad se acostumbró.
Quiero reivindicar la moralidad en el servicio público, que la sociedad exija que sus gobernantes sean ejemplos en la moralidad pública.
Creo que le hace mucho daño a la sociedad que un gobernante sea cuestionado por la justicia. ¿Cómo un sacerdote da la palabra si su conducta contradice lo enseñado por Dios? ¿Cómo un docente corrige a un estudiante si con su ejemplo contradice lo dicho? El Cesar no puede seguir viendo como sus líderes a quienes la justicia persigue. Recuperemos la legitimidad.
Mis propuestas tienen dos pilares. El primero es el desarrollo económico y el segundo el desarrollo humano. El desarrollo económico busca la revolución productiva del departamento. Activaremos cinco sectores: la agroindustria, el turismo, los servicios, el comercio y la ciencia y la tecnología. Esos sectores contarán con el apoyo del Estado. Mi propuesta es que una quinta parte de las regalías que ingresan cada año se lleven hacia la reactivación económica. Eso significa alrededor de $80.000 millones al año.
La columna vertebral del desarrollo humano es más y mejor educación para los cesarenses. Tenemos un problema grave de cobertura, acceso y calidad en la educación. Empezaremos desde la primera infancia; mejorar los resultados de las pruebas saber; elevar el número de jóvenes que van a la educación superior. Solo el 35 % de los graduados se educan, lo que nos genera desempleo, pobreza e inseguridad.
Esas son columnas. Pero tenemos programas que buscarán el mejoramiento de la salud, movilidad, seguridad y servicios básicos.
Si solamente el 35 % de los jóvenes que salen del colegio se educan, el otro 65 % no tiene oportunidad de desarrollarse profesionalmente o acceder a buenos empleos. El Cesar no tiene industria, capacidad de generar buenos empleos y el Estado no puede ser un proveedor de empleo.
El Estado fomenta las condiciones de competitividad para que el sector privado genere empresa y riqueza. Como eso no está pasando, en nuestro PIB después del carbón sigue el Estado. Lo anterior significa desempleo e informalidad exacerbada. Y eso genera pobreza, y la pobreza genera hambre. Ese círculo vicioso lo tenemos que romper desde la raíz educando a las personas.
Cortarle el cuello a la pobreza y combatir el hambre pasa por generar desarrollo humano, sin abandonar que los programas sociales del Estado sean efectivos. La cobertura del PAE solamente llega a los niños de primaria. Nuestro compromiso es cobertura plena en el PAE. Para eso pondremos recursos de apalancamiento. Y por supuesto, será un programa transparente. Lastimosamente actualmente el PAE es un negocio de unos pocos.
Romper con las cadenas que nos tienen atados al subdesarrollo. Esas cadenas las construyeron con un modelo político hegemónico y dictatorial que instauró la familia Gnecco en el Cesar. Ese modelo político le roba las oportunidades a la gente porque usa los recursos públicos en beneficio de sus intereses personales y no para resolver los problemas a los ciudadanos.
Han construido cadenas para todos. Si eres pobre no puedes avanzar; la falta de educación, conectividad, el subdesarrollo del sector productivo, y otros factores, representan cadenas que no nos dejan avanzar. Por eso romper las cadenas es romper con este modelo político. Estamos convocando a los cesarenses a romper esas cadenas a través del voto. Es hora de elegir con inteligencia una nueva generación de líderes.
Es una lucha desigual. Se rompen las reglas de la democracia. Nosotros hemos aceptado participar en un debate en el que no hay igualdad. Estamos luchando contra una candidatura que tiene todo el poder estatal trabajando a su favor. Vemos a la primera gestora (Cielo Gnecco) liderando una caminata, y a la vez dando órdenes desde el despacho del gobernador. Y para completar, dineros públicos también promueven esa candidatura. Nosotros los enfrentamos con ideas, pero no es una lucha igualitaria.
La democracia no es unanimismo. La democracia es diversidad de ideas, y llegar a consensos a partir de esas diferencias. Seguramente será una relación respetuosa y acataremos las disposiciones presidenciales.
Tendremos el mejor diálogo para que lleguen todas las inversiones que necesitamos. Además, tendremos que llegar a un acuerdo sobre la minería.
Confío en la sensatez de los congresistas del Cesar. Confío que podré comunicarme con ellos y establecer una buena relación. Apelaré al cariño que deben tenerle a este pueblo.
Soy enemiga de los elefantes blancos. Todas las obras en ejecución se van a concluir. Y todas las obras que no estén funcionando, como el CDT, entrarán en funcionamiento. Todos los recursos que hayan sido invertidos se cuidarán para que se beneficien los cesarenses.
Yo le respondo a Dios y al pueblo del Cesar que me ha acompañado en este debate. A mi lado no hay congresistas, jefe de partidos, lo que hay es un pueblo decidido.
Se legitimará la democracia en el Cesar. Nuestra democracia no ha funcionado porque se acaban con las voces políticas. A todos los líderes del Cesar los metieron en una misma bolsa: por gusto o obligación, porque lo compraron o no los dejaron surgir.
Han aceptado obtener una credencial a cambio de financiación de los Gnecco. No vemos voces disidentes. Lo digo con lamento porque muchas personas que están con los Gnecco no quisieran estar con ellos, pero se resignan porque si no aceptan ese modelo los dejan con pocas posibilidades de elegirse.
En los pueblos los candidatos a la Alcaldía dicen: “No quisiera apoyar a la candidata del clan, pero si no la apoyo ellos vienen a mi pueblo y le ponen 3 o 4 veces dinero a mi adversario y desequilibran las reglas del juego. Para evitar eso aceptamos que nos den lo mismo a los dos”.
Y lo otro: son dueños de casi todos los partidos: Liberal, Cambio Radical, ASI, Conservador, la U… Y además, los órganos de control les hacen el juego.
Conmigo llega el pueblo y no caciques. Si gano, el Estado no volverá a financiar campañas políticas ni será un arma para usarse en el debate electoral. Ese es mi compromiso.
Salga señor concejal, que la gobernadora no es la que desequilibrará el debate electoral. La gobernadora no auspiciará candidaturas. Queremos ejercer un gobierno corporativo, con los gremios. Que las decisiones públicas se tomen con la participación de todos. Eso le dará un auge al desarrollo del Cesar.
La situación judicial del gobernador electo y su madre, Cielo Gnecco, quien de facto representa el poder, es una situación que le hace daño a la institucionalidad del Cesar. Crea una crisis de legitimidad de las autoridades del departamento.
Espero que la justicia les brinde las garantías para demostrar si son o no inocentes. Pero si tienen afecto y respetan el departamento del Cesar deberían abandonar su sed de permanecer amarrados al poder. Su situación desmoraliza las instituciones y hace que las personas pierdan su confianza.
Yo le propongo un modelo al Cesar en el que el gobernante vuelva a ser un ejemplo de buena conducta y pulcritud, un ejemplo de moralidad ante la sociedad que dirige.
Por Deivis Caro
EL PILÓN entrevistó a Claudia Margarita Zuleta, candidata a la Gobernación del Cesar, a una semana de las elecciones del 29 de octubre, en las que el Cesar elegirá a su nuevo gobernador o gobernadora.
EL PILÓN entrevistó a Claudia Margarita Zuleta, candidata a la Gobernación del Cesar, a una semana de las elecciones del 29 de octubre, en las que el Cesar elegirá a su nuevo gobernador o gobernadora.
Gracias a Dios hemos crecido en todos los rincones del departamento producto de un trabajo arduo de todo el equipo de campaña, pero también de un despertar, de un sentir del pueblo del Cesar que desea un modelo político más incluyente y más justo en la distribución de los recursos. Creemos que vamos a ganar.
Dos cosas. Por un lado, el ciudadano del común, desconectado de lo público, está agobiado y cansado y desea un nuevo liderazgo. A los gremios, al transportador, al estudiante, al trabajador, ya les fastidia que una misma familia quiera perpetuarse en el poder.
Pero en el ciudadano con mayor cercanía con lo público, me refiero al que trabaja para el Estado, todavía hay temor. Percibo una ciudadanía atemorizada, con miedo de enfrentarlos. Hay una campaña electoral en la que hay mucha gente haciendo política a escondidas.
Lo vivo yo: hay personas que me convocan a reuniones privadas porque no quieren que se enteren que me apoyan. Me apoyan en la clandestinidad porque temen las represalias del clan. La gente los sigue por miedo, y no porque creen en ellos.
El Cesar debe rescatar la moralidad en el ejercicio de lo público y entender que el dinero público es sagrado. Los recursos del Estado no deben invertirse según el capricho de un gobernante. El desarrollo se hace en armonía con los sectores sociales, pero eso se ha perdido en el Cesar. El problema es que la sociedad se acostumbró.
Quiero reivindicar la moralidad en el servicio público, que la sociedad exija que sus gobernantes sean ejemplos en la moralidad pública.
Creo que le hace mucho daño a la sociedad que un gobernante sea cuestionado por la justicia. ¿Cómo un sacerdote da la palabra si su conducta contradice lo enseñado por Dios? ¿Cómo un docente corrige a un estudiante si con su ejemplo contradice lo dicho? El Cesar no puede seguir viendo como sus líderes a quienes la justicia persigue. Recuperemos la legitimidad.
Mis propuestas tienen dos pilares. El primero es el desarrollo económico y el segundo el desarrollo humano. El desarrollo económico busca la revolución productiva del departamento. Activaremos cinco sectores: la agroindustria, el turismo, los servicios, el comercio y la ciencia y la tecnología. Esos sectores contarán con el apoyo del Estado. Mi propuesta es que una quinta parte de las regalías que ingresan cada año se lleven hacia la reactivación económica. Eso significa alrededor de $80.000 millones al año.
La columna vertebral del desarrollo humano es más y mejor educación para los cesarenses. Tenemos un problema grave de cobertura, acceso y calidad en la educación. Empezaremos desde la primera infancia; mejorar los resultados de las pruebas saber; elevar el número de jóvenes que van a la educación superior. Solo el 35 % de los graduados se educan, lo que nos genera desempleo, pobreza e inseguridad.
Esas son columnas. Pero tenemos programas que buscarán el mejoramiento de la salud, movilidad, seguridad y servicios básicos.
Si solamente el 35 % de los jóvenes que salen del colegio se educan, el otro 65 % no tiene oportunidad de desarrollarse profesionalmente o acceder a buenos empleos. El Cesar no tiene industria, capacidad de generar buenos empleos y el Estado no puede ser un proveedor de empleo.
El Estado fomenta las condiciones de competitividad para que el sector privado genere empresa y riqueza. Como eso no está pasando, en nuestro PIB después del carbón sigue el Estado. Lo anterior significa desempleo e informalidad exacerbada. Y eso genera pobreza, y la pobreza genera hambre. Ese círculo vicioso lo tenemos que romper desde la raíz educando a las personas.
Cortarle el cuello a la pobreza y combatir el hambre pasa por generar desarrollo humano, sin abandonar que los programas sociales del Estado sean efectivos. La cobertura del PAE solamente llega a los niños de primaria. Nuestro compromiso es cobertura plena en el PAE. Para eso pondremos recursos de apalancamiento. Y por supuesto, será un programa transparente. Lastimosamente actualmente el PAE es un negocio de unos pocos.
Romper con las cadenas que nos tienen atados al subdesarrollo. Esas cadenas las construyeron con un modelo político hegemónico y dictatorial que instauró la familia Gnecco en el Cesar. Ese modelo político le roba las oportunidades a la gente porque usa los recursos públicos en beneficio de sus intereses personales y no para resolver los problemas a los ciudadanos.
Han construido cadenas para todos. Si eres pobre no puedes avanzar; la falta de educación, conectividad, el subdesarrollo del sector productivo, y otros factores, representan cadenas que no nos dejan avanzar. Por eso romper las cadenas es romper con este modelo político. Estamos convocando a los cesarenses a romper esas cadenas a través del voto. Es hora de elegir con inteligencia una nueva generación de líderes.
Es una lucha desigual. Se rompen las reglas de la democracia. Nosotros hemos aceptado participar en un debate en el que no hay igualdad. Estamos luchando contra una candidatura que tiene todo el poder estatal trabajando a su favor. Vemos a la primera gestora (Cielo Gnecco) liderando una caminata, y a la vez dando órdenes desde el despacho del gobernador. Y para completar, dineros públicos también promueven esa candidatura. Nosotros los enfrentamos con ideas, pero no es una lucha igualitaria.
La democracia no es unanimismo. La democracia es diversidad de ideas, y llegar a consensos a partir de esas diferencias. Seguramente será una relación respetuosa y acataremos las disposiciones presidenciales.
Tendremos el mejor diálogo para que lleguen todas las inversiones que necesitamos. Además, tendremos que llegar a un acuerdo sobre la minería.
Confío en la sensatez de los congresistas del Cesar. Confío que podré comunicarme con ellos y establecer una buena relación. Apelaré al cariño que deben tenerle a este pueblo.
Soy enemiga de los elefantes blancos. Todas las obras en ejecución se van a concluir. Y todas las obras que no estén funcionando, como el CDT, entrarán en funcionamiento. Todos los recursos que hayan sido invertidos se cuidarán para que se beneficien los cesarenses.
Yo le respondo a Dios y al pueblo del Cesar que me ha acompañado en este debate. A mi lado no hay congresistas, jefe de partidos, lo que hay es un pueblo decidido.
Se legitimará la democracia en el Cesar. Nuestra democracia no ha funcionado porque se acaban con las voces políticas. A todos los líderes del Cesar los metieron en una misma bolsa: por gusto o obligación, porque lo compraron o no los dejaron surgir.
Han aceptado obtener una credencial a cambio de financiación de los Gnecco. No vemos voces disidentes. Lo digo con lamento porque muchas personas que están con los Gnecco no quisieran estar con ellos, pero se resignan porque si no aceptan ese modelo los dejan con pocas posibilidades de elegirse.
En los pueblos los candidatos a la Alcaldía dicen: “No quisiera apoyar a la candidata del clan, pero si no la apoyo ellos vienen a mi pueblo y le ponen 3 o 4 veces dinero a mi adversario y desequilibran las reglas del juego. Para evitar eso aceptamos que nos den lo mismo a los dos”.
Y lo otro: son dueños de casi todos los partidos: Liberal, Cambio Radical, ASI, Conservador, la U… Y además, los órganos de control les hacen el juego.
Conmigo llega el pueblo y no caciques. Si gano, el Estado no volverá a financiar campañas políticas ni será un arma para usarse en el debate electoral. Ese es mi compromiso.
Salga señor concejal, que la gobernadora no es la que desequilibrará el debate electoral. La gobernadora no auspiciará candidaturas. Queremos ejercer un gobierno corporativo, con los gremios. Que las decisiones públicas se tomen con la participación de todos. Eso le dará un auge al desarrollo del Cesar.
La situación judicial del gobernador electo y su madre, Cielo Gnecco, quien de facto representa el poder, es una situación que le hace daño a la institucionalidad del Cesar. Crea una crisis de legitimidad de las autoridades del departamento.
Espero que la justicia les brinde las garantías para demostrar si son o no inocentes. Pero si tienen afecto y respetan el departamento del Cesar deberían abandonar su sed de permanecer amarrados al poder. Su situación desmoraliza las instituciones y hace que las personas pierdan su confianza.
Yo le propongo un modelo al Cesar en el que el gobernante vuelva a ser un ejemplo de buena conducta y pulcritud, un ejemplo de moralidad ante la sociedad que dirige.
Por Deivis Caro