Tanto en el sur como en el norte, la falta de agua en los corregimientos de Valledupar parece un mal de nunca acabar. Esta situación ha generado que los líderes y corregidores acudan a los medios de comunicación para exponer una problemática histórica.
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Corregimientos como Guaymaral, Badillo, Los Venados, entre otros, además de padecer las oleadas de calor que azotan sus tierras, sufren la escasez del preciado líquido desde hace más de tres semanas.
En el corregimiento de Los Venados, el racionamiento se ha presentado por los arreglos a las tuberías, las cuales “están reforzando con nuevas ventosas”, según manifestó Karin Quintero, corregidor de Los Venados.
En el corregimiento de Badillo, al no contar con un acueducto, los habitantes se abastecen del río y con los apoyos que brindan la Policía Nacional y la Gobernación del Cesar llevando carrotanques dos veces a la semana, según lo expresó la corregidora Elina Gutiérrez.
Sin embargo, cuando el río baja su caudal se afectan los pobladores y las siembras de arroz.
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Entre tanto, en el corregimiento de Guaymaral, Víctor Álvarez, líder de la comunidad, catalogó la falta de líquido como algo “grave”. Agregó que el acueducto de la población al parecer ya no cumple con las condiciones necesarias para seguir abasteciendo de agua a los guaymaraleros.
“Desde hace varios meses tenemos esta problemática, en el corregimiento hay barrios que están literalmente secos y en algunas casas hacen pozos artesanales para poder extraer algo de líquido; o deciden trasladarse a otros barrios donde la presión del agua es un poco mejor”, dijo Víctor Álvarez.
En los corregimientos del sur y del norte de Valledupar el clamor por el agua potable es casi que al unísono, pero también coinciden en un llamado al Gobierno municipal y a Emdupar para que brinden soluciones integrales.