En Argentina la sangre vallenata también vibró con el título mundial. También en Valledupar, varios compatriotas de Maradona celebraron la obtención de la Copa Mundo.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN
Las ciudades de Valledupar y Rosario están separadas por 7.460 kilómetros. La primera está ubicada al norte de Suramérica y, la segunda, bien al sur del continente.
Sin embargo, este domingo estas dos ciudades diametralmente opuestas se conectaron gracias a ese generador de pasiones llamado fútbol.
Y no solo porque en la capital del Cesar cientos de personas celebraron como propio el título mundial conseguido por Messi y compañía -que ya es decir mucho- sino porque en territorio argentino la sangre vallenata también vibró con los goles del genio número ‘10’, así como en la Capital Mundial del Vallenato varios compatriotas de Maradona celebraron la obtención de la Copa Mundo para su país.
Como suele suceder a muchas personas en el mundo, el amor también logró que una vallenata dejara su tierra natal para instalarse en el país de Messi y Maradona.
Marilvis Granados vivió junto a su esposo e hijos argentinos la emocionante final frente a Francia.
Marilvis, residente en Oliveros, localidad de la Provincia de Santa Fe – cerca de Rosario, donde nació Messi- celebró junto a su esposo y tres hijos el triunfo de la Albiceleste.
“Siempre digo que en cualquier parte del mundo donde nos encontremos estamos unidos y comunicados por algo. Un día como hoy para Argentina, no sé cómo explicarlo, a lo mejor como nuestro país tiene esa pasión por el fútbol, pero Argentina duplica eso. Es impresionante como el argentino tiene el fútbol en la sangre, viven con eso, mueren con eso y su felicidad es esto”, explica la mujer que tiene 18 años de vivir en Argentina.
Marilvis, quien recibió muchas llamadas desde Valledupar después del partido, dijo que oró mucho para que Argentina se llevara ese triunfo, sobre todo por la pasión que el fútbol genera en ese país y en su propia familia. “Esto es una alegría para la gente argentina. Verlos como festejaban, desde el más chiquito hasta el más grande”, expresó.
A unos 800 kilómetros de allí, en Bahía Blanca, ciudad ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, se radicó Yesenia Camargo. Junto a su familia de origen argentina, esta vallenata -de vacaciones en Valledupar- reside en ese país hace 13 años y celebró el triunfo en los penales ante el elenco galo.
“El triunfo es una emoción muy grande, la ilusión de todo un país unido por un solo deseo: la tercera copa del mundo”, dijo a EL PILÓN.
También se radicó en tierras gauchas la odontóloga Zunilda Saurith, quien junto a su familia celebró en el Obelisco. “Se vivió un momento muy emocionante. Al ganar la copa después de tantos años”, recalcó la mujer a quien Argentina le dio tres hijos, estudios y su esposo argentino, el doctor Reinaldo Carvajal.
Entre la multitud que este 18 de diciembre vivía con euforia el tercer mundial en la historia de Argentina, también festejaba Laura Schonowolf, nacida en Valledupar y quien llegó en busca de oportunidades a ese país.
Schonowolf es jefe de operaciones en Efes Management Group, empresa que se dedica a la administración de locales gastronómicos y tiene a cargo la operación de 15 locales en capital federal y AMBA.
El triunfo albiceleste lo vivió con mucha alegría. “Este país me ha abierto sus puertas y me ha adoptado los últimos 13 años de mi vida, le debo mucho así que comparto genuinamente esta alegría. Se vive desde la euforia, alegría y esperanza, el país viene golpeado económica y socialmente, es la representación para todos de que tal vez esta realidad cambie, sin sumarle la pasión futbolística que ya per se está en ellos, las canciones de la hinchada cuando empataron el tercer gol y en penales eran: ‘sí se puede’, aún cuando muchos tenían lágrimas en los ojos. Fue hermoso todo”, expresó Laura.
Camilo Becerra tiene 19 años y vive en Valledupar pero tiene muchas razones para enfundarse la albiceleste y celebrar a rabiar lo conseguido por la selección del país que lo vio nacer un primero de diciembre de 2003 en Buenos Aires.
Camilo nació 5 años después que sus padres Hans Kepler Becerra y Patricia López Saurith, decidieran especializarse en ese país tras terminar su carrera de Enfermería en la Universidad Popular del Cesar.
En Argentina vivió con su familia hasta 2010 y desde 2014 residen en Valledupar ciudad que los acogió y donde festejó el extraordinario logro. “Disfrutamos junto a mis papás con mucha alegría, porque hace mucho tiempo que no se veía a Argentina levantar una copa del mundo, todo es felicidad y festejos por esa pasión futbolera que trajimos de ese país, ya que ellos vivieron más de 12 años en Argentina y le tienen un amor inmenso hacia ese país”, dijo el nacionalizado argentino a EL PILÓN.
En la celebración del título en Valledupar no podían faltar los ‘vallenatos argentinos’ quienes sin tener ninguna conexión real con ese país, más allá del fanatismo, se emocionaron con los goles de Messi y Di María y los penales que entregaron la tercera Copa Mundial a ese seleccionado.
Uno de esos ‘argentinos’ del Valle del Cacique Upar era Ever Rincón Criado, nacido en Valledupar y residente en el barrio Primero de Mayo, pero que desde que tiene uso de razón ha sido un fanático de la selección de Maradona y Messi. “Mi padre Toño Rincón le ponía nombre de jugadores y boxeadores y deportistas argentinos a las mascotas, somos fanáticos a morir de Argentina, me ponen a jugar entre mi mamá y Argentina y tiro una moneda a ver en qué parte cae”, señaló Rincón.
Hoy el pueblo argentino sigue de festejos y seguramente se extenderán por muchos días más. Con ellos, muchos vallenatos que, aunque lejos de su tierra natal, también se contagiaron de una misma pasión llamada Argentina.
En Argentina la sangre vallenata también vibró con el título mundial. También en Valledupar, varios compatriotas de Maradona celebraron la obtención de la Copa Mundo.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN
Las ciudades de Valledupar y Rosario están separadas por 7.460 kilómetros. La primera está ubicada al norte de Suramérica y, la segunda, bien al sur del continente.
Sin embargo, este domingo estas dos ciudades diametralmente opuestas se conectaron gracias a ese generador de pasiones llamado fútbol.
Y no solo porque en la capital del Cesar cientos de personas celebraron como propio el título mundial conseguido por Messi y compañía -que ya es decir mucho- sino porque en territorio argentino la sangre vallenata también vibró con los goles del genio número ‘10’, así como en la Capital Mundial del Vallenato varios compatriotas de Maradona celebraron la obtención de la Copa Mundo para su país.
Como suele suceder a muchas personas en el mundo, el amor también logró que una vallenata dejara su tierra natal para instalarse en el país de Messi y Maradona.
Marilvis Granados vivió junto a su esposo e hijos argentinos la emocionante final frente a Francia.
Marilvis, residente en Oliveros, localidad de la Provincia de Santa Fe – cerca de Rosario, donde nació Messi- celebró junto a su esposo y tres hijos el triunfo de la Albiceleste.
“Siempre digo que en cualquier parte del mundo donde nos encontremos estamos unidos y comunicados por algo. Un día como hoy para Argentina, no sé cómo explicarlo, a lo mejor como nuestro país tiene esa pasión por el fútbol, pero Argentina duplica eso. Es impresionante como el argentino tiene el fútbol en la sangre, viven con eso, mueren con eso y su felicidad es esto”, explica la mujer que tiene 18 años de vivir en Argentina.
Marilvis, quien recibió muchas llamadas desde Valledupar después del partido, dijo que oró mucho para que Argentina se llevara ese triunfo, sobre todo por la pasión que el fútbol genera en ese país y en su propia familia. “Esto es una alegría para la gente argentina. Verlos como festejaban, desde el más chiquito hasta el más grande”, expresó.
A unos 800 kilómetros de allí, en Bahía Blanca, ciudad ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, se radicó Yesenia Camargo. Junto a su familia de origen argentina, esta vallenata -de vacaciones en Valledupar- reside en ese país hace 13 años y celebró el triunfo en los penales ante el elenco galo.
“El triunfo es una emoción muy grande, la ilusión de todo un país unido por un solo deseo: la tercera copa del mundo”, dijo a EL PILÓN.
También se radicó en tierras gauchas la odontóloga Zunilda Saurith, quien junto a su familia celebró en el Obelisco. “Se vivió un momento muy emocionante. Al ganar la copa después de tantos años”, recalcó la mujer a quien Argentina le dio tres hijos, estudios y su esposo argentino, el doctor Reinaldo Carvajal.
Entre la multitud que este 18 de diciembre vivía con euforia el tercer mundial en la historia de Argentina, también festejaba Laura Schonowolf, nacida en Valledupar y quien llegó en busca de oportunidades a ese país.
Schonowolf es jefe de operaciones en Efes Management Group, empresa que se dedica a la administración de locales gastronómicos y tiene a cargo la operación de 15 locales en capital federal y AMBA.
El triunfo albiceleste lo vivió con mucha alegría. “Este país me ha abierto sus puertas y me ha adoptado los últimos 13 años de mi vida, le debo mucho así que comparto genuinamente esta alegría. Se vive desde la euforia, alegría y esperanza, el país viene golpeado económica y socialmente, es la representación para todos de que tal vez esta realidad cambie, sin sumarle la pasión futbolística que ya per se está en ellos, las canciones de la hinchada cuando empataron el tercer gol y en penales eran: ‘sí se puede’, aún cuando muchos tenían lágrimas en los ojos. Fue hermoso todo”, expresó Laura.
Camilo Becerra tiene 19 años y vive en Valledupar pero tiene muchas razones para enfundarse la albiceleste y celebrar a rabiar lo conseguido por la selección del país que lo vio nacer un primero de diciembre de 2003 en Buenos Aires.
Camilo nació 5 años después que sus padres Hans Kepler Becerra y Patricia López Saurith, decidieran especializarse en ese país tras terminar su carrera de Enfermería en la Universidad Popular del Cesar.
En Argentina vivió con su familia hasta 2010 y desde 2014 residen en Valledupar ciudad que los acogió y donde festejó el extraordinario logro. “Disfrutamos junto a mis papás con mucha alegría, porque hace mucho tiempo que no se veía a Argentina levantar una copa del mundo, todo es felicidad y festejos por esa pasión futbolera que trajimos de ese país, ya que ellos vivieron más de 12 años en Argentina y le tienen un amor inmenso hacia ese país”, dijo el nacionalizado argentino a EL PILÓN.
En la celebración del título en Valledupar no podían faltar los ‘vallenatos argentinos’ quienes sin tener ninguna conexión real con ese país, más allá del fanatismo, se emocionaron con los goles de Messi y Di María y los penales que entregaron la tercera Copa Mundial a ese seleccionado.
Uno de esos ‘argentinos’ del Valle del Cacique Upar era Ever Rincón Criado, nacido en Valledupar y residente en el barrio Primero de Mayo, pero que desde que tiene uso de razón ha sido un fanático de la selección de Maradona y Messi. “Mi padre Toño Rincón le ponía nombre de jugadores y boxeadores y deportistas argentinos a las mascotas, somos fanáticos a morir de Argentina, me ponen a jugar entre mi mamá y Argentina y tiro una moneda a ver en qué parte cae”, señaló Rincón.
Hoy el pueblo argentino sigue de festejos y seguramente se extenderán por muchos días más. Con ellos, muchos vallenatos que, aunque lejos de su tierra natal, también se contagiaron de una misma pasión llamada Argentina.