La trágica historia de María Camila: encuentran su cuerpo sin vida en pleno centro de Valledupar
Según relatos de sus familiares, la víctima estaba con amigos en el barrio San Martín cuando un individuo conocido como ‘El Indio’ se les unió y ofreció comprar una botella de alcohol. María Camila aceptó acompañarlo. Fue la última vez vista con vida.
María Camila Urango Rodríguez, una joven de 24 años residente de Valledupar, desapareció el pasado 15 de abril luego de salir en compañía de un individuo conocido como ‘El Indio’. La trágica historia culminó este jueves cuando su cuerpo sin vida fue encontrado en estado de descomposición en una habitación de la carrera 6 con calle 16 A, al lado de la tienda de bolsos Totto del Centro de la capital del Cesar. El cuerpo estaba envuelto en una sábana y presentaba una herida en el cuello, desde el lado izquierdo hasta la mitad.
Según relatos de sus familiares, María Camila estaba con amigos en el barrio San Martín cuando ‘El Indio’ se les unió y les ofreció continuar la reunión en su casa. Ofreció comprar una botella de alcohol y María Camila aceptó acompañarlo. Este episodio quedó registrado en cámaras de seguridad, evidencia que ahora está en manos de las autoridades.
“¡Me la mataron, me la mataron!”, fueron las únicas palabras que Rosangela Rodríguez, la madre de la víctima, pudo expresar en medio de su dolor y desesperación.
Nicole Londoño, amiga de infancia de la víctima, explicó que desde la desaparición comenzaron a buscarla, pero María Camila no respondía al teléfono ni a los mensajes, lo cual les pareció extraño porque siempre estaba “pegada a su celular”.
EL MACABRO HALLAZGO
Después de buscar en distintos lugares y sentir un mal olor cerca de la casa de ‘El Indio’, la madre de María Camila insistió en entrar y fue entonces cuando encontraron el cuerpo.
“Al llegar al lugar donde reside este sujeto, las personas que allí se encontraban nos dijeron que él no había vuelto al lugar y no nos querían dejar pasar, pero al sentir un mal olor la madre de María Camila decía ahí está mi hija, ahí está mi hija, y forzosamente se abrió la puerta que tenía candado y fue cuando nos encontramos con la escena, estaban todas las pertenencias de ellas como sandalias, canguro, tiradas en el piso y el cuerpo estaba envuelto en una sábana”, acotó.
FAMILIARES SEÑALAN A ‘EL INDIO’
A raíz de lo sucedido, Londoño exigió a las autoridades que encuentren al presunto responsable, de origen venezolano, para que “pague lo que tenga que pagar porque al cometer el hecho no le importó el dolor de una familia”. En la escena del crimen, las autoridades encontraron un cuchillo.
Cami, como cariñosamente la llamaban, residía en el barrio Mareigua con su mamá y una hermanita. Era originaria del corregimiento de Badillo, estudiaba en el Sena y trabajaba en una casa de apuestas en Valledupar. Dejó a una niña de tres años y su familia la describe como una persona muy extrovertida, alegre y confiable.
Esta es la segunda mujer asesinada este 2024 en Valledupar, y con su muerte, ascienden a 40 los asesinatos registrados este año.